domingo, 12 de agosto de 2018

El Homo erectus se extinguió por su pereza

Utilizaban estrategias de poco esfuerzo para fabricar herramientas y recolectar recursos para la supervivencia


El Homo erectus, una especie extinta de humanos primitivos, se extinguió en parte porque era ‘perezoso’ y usaba estrategias de poco esfuerzo para fabricar herramientas y recolectar recursos para la supervivencia, según se desprende de una nueva investigación arqueológica liderada por la Universidad Nacional Australiana.
La investigación se realizó en una excavación arqueológica iniciada en 2014 en el sitio de Saffaqah, cerca de Dawadmi (centro de Arabia Saudí), donde vivieron antiguas poblaciones humanas durante la Edad de Piedra temprana. El estudio está publicado en la revista ‘PLOS ONE’.
Los científicos indican que esa ‘pereza’ y la incapacidad de adaptarse a un clima cambiente posiblemente desempeñaron un importante papel en la extinción del Homo erectus, según indica Ceri Shipton, de la Facultad de Cultura, Historia e Idioma de la Universidad Nacional Australiana y autor principal de la investigación.
«Realmente, no parecen haberse forzado a sí mismos. No tengo la sensación de que fueran exploradores que miraban hacia el horizonte. No tenían el mismo sentido de sorpresa que nosotros», apunta Shipton, quien añade que eso era evidente en la forma en que esa especie primitiva fabricaba sus herramientas de piedra y recolectaba recursos para sobrevivir.
«Para hacer sus herramientas de piedra usarían cualquier piedra que pudieran encontrar tendida alrededor de su campamento, que en su mayoría eran de baja calidad comparadas con lo que usaron después quienes fabricaban herramientas de piedra», añade.

Cambio ambiental

Shipton subraya que en la excavación arqueológica había un gran afloramiento rocoso depiedra de calidad a poca distancia de una pequeña colina. «Pero, en lugar de subir la colina, simplemente usarían los trozos que habían caído y que yacían en la parte inferior. Cuando miramos el afloramiento rocoso no había signos de actividad, artefactos ni excavación en la piedra. Sabían que estaba allí, pero, debido a que tenían suficientes recursos adecuados, parecían haber pensado: ¿para qué molestarse?».
Esto contrasta con las especies de humanos que fabricaban piedra en periodos posteriores, incluidos los primeros Homo sapiens y los neandertales, que escalaban montañas para encontrar piedra de buena calidad y la transportaban a largas distancias.
Shipton añade que una falla en el proceso tecnológico, ya que el ambiente se secó en un desierto, también contribuyó a la desaparición de la población. «No sólo fueron perezosos, sino que también fueron muy conservadores», apunta. «Las muestras de sedimentos mostraron que el entorno a su alrededor estaba cambiando, pero estaban haciendo exactamente lo mismo con sus herramientas. No hubo ninguna progresión en absoluto y sus herramientas nunca están muy lejos de estos lechos de ríos ahora secos. Creo que al final el ambiente se volvió demasiado seco para ellos», apostilla.

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