Es difícil encontrar a un dentista que no recomiende el hilo dental. Decimos que elimina la placa, previene las caries y nos protege de la enfermedad de las encías porque nos lo enseñan desde pequeños; es un mantra universal de la salud pública. Pero no está claro que sus beneficios sean reales.
El mercado global del hilo dental está valorado 2.000 millones de dólares. La mitad del negocio se encuentra en Estados Unidos, donde el gobierno lleva 37 años recomendando su uso —algo que, por ley, debe estar respaldado con evidencia científica. El año pasado, ejerciendo su derecho a la libertad de información, un periodista de Associated Press (AP) pidió al Departamento de Salud y Servicios Sociales que le enviara las pruebas científicas asociadas al hilo dental. Pero no las recibió.
Lo que hizo el gobierno de Estados Unidos fue retirar directamente de sus directrices de salud más recientes la recomendación de esta práctica. No ofrecieron ningún tipo de notificación a los ciudadanos, pero escribieron una carta a Associated Press en la que reconocían que la efectividad del hilo dental no se había investigado tal y como requería la ley. El equipo de investigación de AP revisó entonces los 25 estudios más rigurosos de la última década sobre el uso de hilo dental, y lo que encontró fue revelador.
“La evidencia de usar el hilo dental es «débil», de «muy baja» calidad y «con un potencial de imparcialidad de moderado a grande»”, escribe Jeff Donn en el reportaje de AP. “La mayoría de los estudios disponibles no lograron demostrar que el hilo dental sea efectivo para eliminar la placa”, decía un artículo de revisión en 2015. Otro de 2015 hablaba de “falta de eficacia” y el que, en 2011, daba crédito de sus beneficios, concluía que la evidencia era “muy poco fiable”.
La Asociación Dental Estadounidense cita varios estudios como prueba de que el hilo dental evita la acumulación de sarro, la gingivitis y las caries, pero “la mayoría de esos estudios usaron métodos obsoletos o realizaron pruebas en pocas personas”, escribe Donn. Algunos ensayos duraron sólo dos semanas, insuficientes para desarrollar cualquier enfermedad dental. Otro hizo pruebas en 25 personas tras usar el hilo una única vez.
La Asociación Dental Estadounidense ha respondido a las acusaciones este martes con un mensaje escueto en su página web:
Los limpiadores interdentales, como el hilo dental, son una parte esencial del cuidado de tus dientes y encías. La limpieza entre los dientes elimina la placa de las zonas donde el cepillo no puede alcanzar, y se ha demostrado que ayuda a eliminar la cantidad de desechos entre los dientes que puede producir caries o enfermedad de las encías.Se pueden encontrar más de 500 especies de bacterias en la placa; algunas son buenas y otras son malas para tu boca. Junto con los restos de comida, agua y otros componentes, la acumulación de placa alrededor de los dientes y en la línea de las encías contribuirá a las enfermedades dentales en dientes y encías.Usar hilo dental u otro limpiador interdental es una preferencia personal, pero es muy importante comprender la técnica adecuada para cada herramienta para que resulten eficaces. Los pacientes deben hablar con sus dentistas sobre cómo usar limpiadores interdentales para asegurar su eficacia.Para mantener una buena salud oral, la Asociación Dental Americana recomienda cepillarse durante dos minutos, dos veces al día con una crema dental con flúor, limpiar entre los dientes una vez al día con un limpiador interdental y visitar regularmente al dentista.
Los fabricantes también tienen problemas para responder de forma contundente a la investigación de Associated Press. Un representante de Johnson & Johnson dijo que el hilo dental ayuda a eliminar la placa, pero se negó a comentar cuando el periodista le envió una lista de artículos científicos que contradecían el comentario. Procter & Gamble intentó demostrar sus beneficios con un estudio de dos semanas que había sido considerado irrelevante durante su revisión.
Al final esto no quiere decir que el hilo dental carezca de beneficios, con una técnica de uso correcta tiene sentido que funcione. Pero hace falta más investigación, y en especial artículos científicos serios, para demostrarlo y volver a recomendar su uso a nivel institucional. [Associated Press]
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