miércoles, 3 de diciembre de 2014

4 detallitos que pueden hacerte pillar cacho

¿Cómo aumentar sustancialmente las posibilidades de follar? 


     Esa es la crucial cuestión a la que tratan de responder desde la web Cortejohumano.com, de la que extraemos este interesante artículo.


Un lector llamado David ha sugerido que hable sobre algún truco a utilizar en la fase de charla, esa parte que va entre entrar a una chica y lanzarse a por ella y que puede durar 2 horas o 2 meses.

Lo cierto es que he dedicado muchas entradas a los pasos que hay que dar al principio, y también a cómo hay que actuar al final, dejando un poco de lado el durante, posiblemente porque ésta es la fase del cortejo que más me cuesta describir. Aquí las posibilidades son infinitas, y las conversaciones que generamos varían un montón.

Aun así, hay una serie de detallitos que conviene saber, matices que pueden darte la victoria en situaciones de incertidumbre. La estadística me dice que cuando entran en escena, aumentan sustancialmente nuestras posibilidades de...


Los comparto a continuación.

1) Hablar de tus hermanitas/primitas pequeñas.

Un día, hablando con una rubita, me di cuenta de que me ponía caritas cuando le contaba historias de mis "hermanitas pequeñas". No le di demasiada importancia, pero me quedé con el detalle. Al cabo de un tiempo, volvió a surgir el tema con otra chica, y de nuevo la cosa funcionó. 
A partir de ese momento, empecé a meterlas en conversación siempre que podía, hasta el punto de que tuve una época en la que entraba a muchas chicas con la frase "conozco de vista a tu hermano", con la esperanza de que la conversación girara en torno a mi familia y poder soltar así el speech que tenía preparado sobre mis hermanitas.
Lamento decir que en los casos en los que introducía el tema con calzador, el asunto por lo general no funcionaba. Las tías se ponen tiernas si este tipo de temas surgen en un contexto en el que viene a cuento, pero no muestran ningún interés especial si inicias la conversación hablando directamente de ello. Por lo tanto, este truco nunca servirá para entrarles, y habrá que hacer uso de él en situaciones que sean propicias. Si no tenéis hermanitas y no queréis mentir, deciros que, a modo experimental, probé a hacer lo mismo hablando de "primitas pequeñas" (todo el mundo tiene primas 2ªs o 3ªs) y funcionó igual.
De alguna manera, las chicas se sienten más protegidas o te ven como alguien más protector. Recomiendo fingir cierta sensibilidad durante 15-20 segundos antes de seguir en modo cabroncete, este pequeño matiz puede hacer que triunféis si estáis "ahí ahí".

2) No entrar al trapo si te dicen que no quieren nada contigo.

Me ha pasado a menudo. Tías que, en un momento dado, y a veces incluso sin venir a cuento, te dicen: Contigo, ni muerta. Recuerdo que cuando era joven entraba al trapo, trataba de convencerlas como si la cópula fuera algo negociable. Olvidaos de frases como "Eso es porque no me conoceso "Al final de la noche me lo cuentas". Tampoco contestéis con un "en realidad no quería nada contigo, no eres mi tipo", no funciona demasiado bien. Lo mejor es pasar totalmente de lo que diga ella sin negar nuestras intenciones,  hablarle como a una niña pequeña: "jajaja qué mona", y desviar a continuación la conversación. La mayoría de chicas que dicen que nunca te follarían sin habérselo preguntado en realidad te están diciendo que te follarán si haces lo correcto. Y lo correcto es mostrar indiferencia ante su afirmación.
Demostrar que follártelas o no es algo que te la pela, les pica y les hace más vulnerables.

3) Reírnos de ellas

Esto va con matices, funciona con chicas inteligentes. Es decir, chicas que se tienen por tipas listas y a las que no vamos a traumatizar. Se trata de vacilarles con un tonito descarado que tampoco es demasiado serio. Se puede hacer cuando meten la zarpa con algo o cuando la cagan. Una manera divertida de hacerlo es corrigiéndolas. Cuando corregimos a las chicas soltando coñitas (desde faltas de ortografía a chorradas sobre un tema en concreto), se suelen picar de esa manera positiva que deriva en coqueteo. En general, si veis que la cagan con algo y estáis los dos solos corregidlas con una sonrisa, que ellas vean que te resultan divertidas sus paridas. Ojo con confundir chicas normalitas con tías inteligentes, hay veces que percibimos a una chica como espabilada y luego no lo es tanto, y se le puede hacer daño haciéndole sentir estúpida.
Recordad que debe notarse en la voz que en el fondo estáis de broma, si no lo malinterpretarán.

4) El truco de la discreción

Este es brutal, a veces te encuentras con chicas a las que atraes pero tienen miedo a liarse contigo, posiblemente por el qué dirán. Esto ocurre en tres tipos de escenarios:

* Hacen algo incorrecto y temen las consecuencias: Están ennoviadas/casadas y saben que su vida se puede ir a la mierda si les pillan. El miedo a que lo casques o que alguien se entere les resulta muy inhibitorio.
* Condicionamiento social/familiar: No hacen nada incorrecto pero cerca orbita gente incómoda, véase familiares incómodos, ex-novios... la vergüenza es muy inhibitoria.
* La chica es conocida: Si la chica tiene cierta fama (o si simplemente es muy reconocible en un sitio, por ejemplo una camarera), le va a fastidiar ser la comidilla de la gente, y no hará nada delante de nadie.

Hubo un tiempo en que cualquiera de estos tres casos suponía infollabilidad total. Son situaciones donde las que más tienen que perder son ellas, y por eso hay que darles a entender que con vosotros al mando nadie se enterará jamás. Lo complicado es cómo hacerlo, está claro que no vale un "vamos a follar, que no diré nada", esto no suele resultarles tan atractivo como nos resultaría a nosotros.
La clave está en separarse, en medio de la charla, antes de que haya insinuaciones sexuales claras. Hay que mirar hacia los lados con gesto preocupado (en varias ocasiones, si hace falta), hasta que ella pregunte "¿Qué pasa?". Entonces se contesta lo siguiente: Perdona, no es que esté incómodo ni nada de eso, pero me gusta ser muy discreto respecto a mi vida, y me ha parecido ver por ahí a... ah no, no era nada.

En realidad vale cualquier frase parecida a ésta. Lo importante es dar a entender que las matas callando. Si después de decir algo de esto accede a cambiar de bar o moveros de sitio, la cosa marcha bien.


Por último, os dejo este breve vídeo que me ha hecho mucha gracia. Se trata de un cabroncete que sin ser nada guapo cumple las 2 condiciones necesarias para enamorar hasta las trancas a una chica: Divertirse él y hacer la vida de ella más emocionante. Claro que lo hace de una manera un tanto extrema...

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