martes, 3 de noviembre de 2015

El hongo tibetano que era el viagra de los antiguos y hoy es un gran negocio

En general, un hongo caterpillar más grande obtiene un precio más alto. Los espécimen donde el hongo se separa del cuerpo de los insectos pierde mucho de su valor. (bedo/iStock)
Las setas son algunas de las criaturas más misteriosas del planeta. Uno de los ejemplos más extraños del mundo viene del Tíbet. Los tibetanos las llamanyartsa gunbu (césped del verano – gusano del invierno).
En Occidente, normalmente llamamos a este hongo, Cordyceps (cabecera), pero realmente, este nombre se aplica a una amplia gama de hongos.
Cordyceps es un parásito que infecta insectos. Para producir yartsa gunbu, las víctimas deben ser larvas de la polilla fantasma. En lugar de girar a un capullo, la oruga de la polilla fantasma sufre su transformación en madrigueras bajo tierra, donde a veces resulta infectada por las esporas Cordyceps que acechan en la tierra. Después de que el hongo devora las vísceras del insecto, un centro forma brotes de la seta del exoesqueleto.
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Los especímenes donde el hongo se separa del cuerpo de los insectos pierden mucho de su valor. (bedo/iStock)
Es extraño pensar que un hongo tan cruel podría tener un efecto tan beneficioso en el cuerpo humano, pero durante siglos los médicos tibetanos y chinos consideraron a yartsa gunbu un medicamento precioso. Se utiliza para mejorar la respiración, el metabolismo, la función sexual, la claridad mental, entre otras.
Hongo oruga en su mejor momento
Yartsa gunbu es lo que los herbolarios modernos llaman un adaptógeno. Y para aquellos familiarizados con su capacidad, es considerado uno de los mejores. En términos de medicina china, yartsa gunbu fortalece la esencia y elqi del cuerpo, alimentando la fuente misma de la vida.
La primera escritura conocida sobre yartsa gunbu proviene de un médico tibetano y lama del 1400. Él lo describió cómo una “medicina maravillosa” en muchos aspectos, pero principalmente como un tónico sexual. Más tarde, los médicos chinos comenzaron a atribuirle características similares.
Tíbet ha disfrutado de un vigoroso comercio de hongo oruga con China durante siglos, pero en las últimas décadas los precios se dispararon. 450 gr (1 libra) de yartsa gunbu costaba menos de dos dólares en la década de 1970 y cerca de 100 en la década de 1990. Hoy en día, 450 gr de un ejemplar de alta calidad podría venderse por cerca de 40.000 dólares o más. Los ingresos totales del yartsa gunbu llegan aproximadamente a mil millones al año.
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Mujeres tibetanas escarbando la tierra en busca de hongos.
La historia del ascenso meteórico del yartsa gunbu implica varios factores. En los albores del nuevo milenio, cuando el Viagra seducía a Occidente, el hongo oruga era un canto de sirenas que llamaba a los hombres ricos de Oriente. El yartsa gunbu había sido atesorado durante siglos, y a finales de 1990 se convirtió en un símbolo de estatus entre la élite de China. Su reputación tradicional como tónico sexual fue una gran parte de su encanto, y el aumento de precios lo hizo exclusivo. Finos ejemplares se suelen ofrecer como regalos para halagar y ganar favores con hombres poderosos.
Este movimiento de medicina antigua tiende a poner fin con dramáticos cambios a la economía tibetana. En los pastizales de la meseta tibetana donde se encontró el hongo oruga, la gente que tenían un solo ingreso y que sobrevivían con productos como el  yogurt, la mantequilla y la lana de yak, de repente se encuentran con otra forma de dinero en efectivo. Gracias al auge de los hongos, los tibetanos rurales ahora pueden adquirir hogares modernos, TV de pantalla plana, iPhones y acceder a préstamos. Hoy en día, el 40% de los ingresos rurales de la región autónoma tibetana, es gracias a la cosecha deyartsa gunbu.
Llamada para una cosecha sostenible
Esta nueva riqueza se ha utilizado en el Tíbet rural para construir escuelas y una moderna infraestructura, así como para la reparación de muchos de los antiguos templos en ruinas por la “liberación pacífica” del ejército comunista chino de la década de 1950. Pero esta fiebre de oro del hongo también tiene un lado oscuro. La disputa del territorio en la caza de setas ha provocado varios asesinatos y un ritmo sin precedentes de recolección que eleva preocupaciones sobre la sostenibilidad.
Daniel Winkler, especialista en ecología y hongos ha estado presionando para que la cosecha de yartsa gunbu sea más sostenible durante casi 15 años. Pero su plan de realizar una prueba de campo técnico para evitar el exceso de recolección y preservar la seta para futuras cosechas, ha sido una tarea difícil. En 2009, su propuesta de investigación fue rechazada, y las universidades de China no están interesadas en asumir el proyecto.
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Un hongo oruga más grande obtiene un precio más alto.
Winkler asistió a varias conferencias en China para discutir su plan de sostenibilidad, pero el Gobierno chino ya está del lado de otra estrategia: cultivar la polilla fantasma y propagar los hongos en forma artificial. Mientras que esto quitaría presión sobre los recursos naturales, de seguro va a devastar la economía tibetana.
“Esto es ahora totalmente irrespetuoso hacia todas estas personas que viven del hongo oruga”, dijo Winkler. “Sus ideas de sostenibilidad no tienen nada que ver con las personas involucradas. Se trata de hacer grandes bultos de cultivo capturando beneficios bajo el amparo de sostenibilidad”.
Considere la caída de precios de un hongos insecto con similares propiedades medicinales pero de segundo nivel: Cordyceps militaris. En la década de 1990, una libra (si hubiese podido encontrarla) habría costado 80 dólares, sin embargo, una vez que los científicos aprendieron a cultivarla con éxito, los precios cayeron agudamente. Ahora se vende a U$S 1,50 por libra.
Imitación de los Cordyceps
En la medicina tradicional tibetana y china, yartsa gunbu es el último recurso para curar los problemas de los sistemas pulmonares y renales, tales como asma, enfisema, insuficiencia renal, dolor de espalda, fertilidad y fatiga. Como el ginseng, el hongo oruga ha sido el favorito de los ancianos debido a su capacidad para aumentar la energía y la resistencia.
A pesar de que se dice que el hongo caterpillar se originó en la Medicina China, los tibetanos lo usaron desde mucho antes. Los antiguos chinos estaban familiarizados con el hongo cordyceps basado en la cigarra, pero la evidencia sugiere que hasta finales de 1600 desconocían al hongo oruga (dong chong xia cao).
Mientras los chinos tienen una rica tradición en medicina herbaria, también han ganado una reputación por abrazar remedios cuestionables (piense en el cuerno del rinoceronte, huesos del tigre, vesícula biliar de oso y el pene del yak).
Yartsa gunbu es diferente. Aunque en los últimos 20 años sigue siendo un recurso raro, las virtudes medicinales del hongo oruga han atraído a un público occidental.
Sin embargo, en vez de estudiar al yartsa gunbu en sí mismo, los investigadores occidentales centraron su atención en una cepa específica del hongo.
Casi todos los suplementos cordyceps usados en EE.UU. son fabricados en un laboratorio de manera similar a la penicilina o levadura de la cerveza, ninguna oruga es necesaria. Un solo micelio (Winkler dice, nunca se podría producir un hongo natural real) se cultiva en granos, generalmente del centeno y se vende en polvo por aproximadamente a 60 dólares la libra (450 gr).
Los fabricantes afirman que el material cultivado en el laboratorio es hasta cinco veces más potente que el yartsa gunbu. En una centésima parte el costo real de la materia, eso suena fantástico. Pero Winkler dice que la comparación no es precisa.
“Estos son vendedores, no investigadores. Sí, ellos apoyan la investigación y avanzan en el campo y propician el hongo en la farmacia, que es el futuro, no tengo ninguna duda. Pero estas declaraciones son un argumento de venta”, dijo  y agregó: “Lo que está en el mercado de Occidente es sólo un aspecto del producto natural. No contiene toda la gama de ingredientes activos que contendría el producto silvestre”.
Nadie ha asumido el costo y el esfuerzo requerido para probar los efectos medicinales del yartsa gunbu silvestre. Sin embargo, estudios de laboratorio de cordyceps criados en laboratorio muestran cierta promesa. El hongo demostró modulación inmune, y propiedades antivirales, anticancerígenas, antioxidantes y de reducción del colesterol. También se demostró que mejora la digestión y la desintoxicación.
Uso tradicional, compromisos modernos
Tradicionalmente, yartsa gunbu es utilizado más como un alimento que como medicina y se suele añadir a la sopa con carne de cerdo o pollo. Una vieja receta implica introducir el hongo en el estómago de un pato y asar el ave entera.
Las dosis tradicionales del hongo oruga son grandes. En su libro “Hongos medicinales” de 1995, Christopher Hobbs, herbolario y acupunturista, recomienda de 3 a 9 gramos de cordyceps para la debilidad y el agotamiento. Hobbs apunta a una antigua receta china para curar la anemia y la impotencia, y pide de 25 a 50 gramos por día.
La utilización de tales dosis, hoy son costosas incluso para la variedad producida en laboratorio. Dado el coste actual del hongo oruga genuino, incluso una dosis de un gramo al día puede representar una pequeña fortuna.
De todos modos, aquellos que experimentaron lo que puede hacer el hongo, están encantados de hacer la inversión.
“Conozco chinos cuyos amigos están dispuestos a gastar la mitad de sus ingresos, porque se sienten como, ‘bueno, me estoy poniendo viejo. Me estoy cayendo en pedazos, esto me compra vida’. Por eso las personas están dispuestas a pagar esta increíble cantidad”, dijo Winkler.

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