viernes, 1 de abril de 2016

Los niños pasan menos tiempo al aire libre que los presos

Una campaña publicitaria muestra la reacción de los internos de una cárcel americana al conocer el dato. "Súbete a un árbol, rómpete una pierna… Es la vida"



Los internos de las prisiones de máxima seguridad de Estados Unidos salen al patio al menos dos horas al día. Por extraño que parezca, este tiempo es el doble del que pasan jugando en la calle, de media, los niños de entre 5 y 12 años de todo el mundo. Esto es lo que se desprende de una investigación dirigida por las marcas británicas de detergente OMO y Persil, que se llevó a cabo en 10 países con 12.000 padres que tenían hijos de estas edades. Según sus conclusiones, los pequeños no suelen superar los 30 minutos al día al aire libre.

Conforme a estos resultados, Persil lanzó una campaña publicitaria titulada Liberad a los niños. Ensuciarse es bueno. Liderada por sir Ken Robinson, conocido por su trabajo en creatividad, innovación y educación, y el doctor Stuart Brown, director del Instituto Nacional del Juego, los padres pueden compartir sus puntos de vista acerca de la importancia del juego y registrar el colegio de sus hijos en el Día de la clase vacía, una jornada de aprendizaje fuera del colegio.

El vídeo que puede encontrar sobre estas líneas es un anuncio de esta campaña. En él se pone de manifiesto lo importante que es, para el día a día de los internos de la prisión de máxima seguridad Wabash Valley en Indiana (Estados Unidos), realizar actividades fuera de las celdas. Los presos describen su tiempo libre diario como “el momento más importante del día”. Si este rato se viera reducido a la hora que disfrutan los menores al aire libre "sería una tortura", asevera uno de ellos.



El uso de antibióticos y el 'exceso de higiene' aumentan la posibilidad de que los niños desarrollen alergias

Además, las manchas de barro no son solo un indicador de diversión. Contra lo que pueda parecer, que los niños no estén siempre impolutos es bueno para la salud. Un estudio llevado a cabo por el departamento de alergología del hospital de Gotemburgo, en Suecia, llegó a la conclusión que vivir en casas extremadamente asépticas daba lugar a un efecto paradójico: hacía más probable que las defensas de los niños se volvieran irritables.

La idea de que un ambiente algo más sucio como una granja ayuda a que los críos desarrollen menos alergias y sus defensas sean más fuertes se conoce como Hipótesis de la higiene. Según contó a BUENAVIDA Francisco Guarner, presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos, para curarnos en salud, "conviene aumentar el contacto con la naturaleza".

A finales de los años 80, el epidemiólogo inglés David P. Strachan concluyó con un estudio que los menores con menos rinitis alérgica eran los que se habían expuesto a infecciones durante la edad temprana, bien por contacto poco higiénico con hermanos mayores o adquiridas antes de nacer. Estudios posteriores llevan a la conclusión de que el uso de antibióticos y el “exceso de higiene” aumentan la posibilidad de que los niños desarrollen alergias.

Un guardia de seguridad de la prisión Wabash al que entrevistan para esta pieza audiovisual, defiende el valor de ensuciarse: "Si los niños no necesitan meterse urgentemente en la bañera, es que no han jugado lo suficiente".
ElPaís

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