Olvídate de pelis de indios y vaqueros. De las epopeyas que siempre cuentan los vencedores. De cruzadas en nombre del progreso y de mitos del pobre indio que compensa su ignorancia con exótico misticismo.
Hubo una vez un jefe Sioux contra el que los uniformados del Capitolio no pudieron. Se llamaba Nube Roja y su historia la desentierran del olvido Tom Clavin y Bob Drury en El corazón de todo lo existente (Capitán Swing).
1. LA DANZA DE GUERRA DE NUBE ROJA
Nube Roja se llamaba realmente Maȟpíya Lúta y era un Oglala Sioux que nació en 1822 en territorio de lo que hoy es Nebraska. Varias décadas más tarde era el jefe de un ejército de más de 3.000 hombres.
Dominando un territorio tan grande como una quinta parte de lo que hoy son los Estados Unidos, Nube Roja llevó a su pueblo a la única victoria nativa en una guerra contra el ejército de Estados Unidos de América.
En 1866, EEUU quiso conquistar los campos de oro de Montana. Para ello, necesitaba el control del río Powder, al norte del estado vecino de Wyoming. Solo había un problema: esa tierra no era suya.
El gobierno tenía tres maneras de conquistar territorio. Agotado el engaño a través de los políticos y el soborno a través de funcionarios, llegaba la guerra.
Nube Roja unió en consejo de guerra a Cheyennes, Arapahoes y Sioux para organizar la resistencia a la invasión civil de mineros y colonos en su territorio. Tras ellos llegaron unos soldados que no se encontraron precisamente a unos cuantos "pieles rojas" con arcos, flechas y fusiles encasquillados.
Coordinando miles de hombres en ataques simultáneos contra caravanas civiles y destacamentos militares separados por cientos de kilómetros, a través de una combinación de guerra de guerrillas facilitada por el conocimiento de las praderas y valles y la planificación bélica, los hombres del jefe Sioux contuvieron totalmente el avance del ejército y pasaron a la ofensiva.
Tras dos años de golpes certeros como la emboscada de Fetterman, cuando las tropas nativas acabaron con todo un regimiento militar de 81 hombres, el gobierno se sentó a negociar la paz. En 1868 se firmó el Tratado de Fort Laramie.
2. TIERRA O MUERTE
El tratado se firmó en los términos que Nube Roja dictó. Una vez enviados los "diplomáticos" estadounidenses, les exigió la retirada militar antes de negociar nada. Cuando los soldados abandonaron sus fuertes, los nativos los quemaron.
Se acordó la creación de la Gran Reserva Sioux, que incluía las majestuosasColinas Negras, la cadena montañosa más antigua de Norteamérica, y se garantizó un vasto terreno en el que podían vivir todos aquellos que no quisieran ir a la reserva.
Los "indios" no habían vencido una batalla, sino una guerra. Una guerra por la tierra. Los nativos sabían que ganar era sobrevivir. Conservar su propia vida.
"El Hombre Blanco lo quiere todo. Tiene que luchar, pero el Indio morirá donde murieron sus padres", dejó escrito Nube Roja.
"He escuchado con paciencia las promesas del Gran Padre, pero su memoria es corta", dijo en referencia la desconfianza que le provocaba el gobierno.
8 años después, en 1876, se descubrió oro en las Colinas Negras.Estados Unidos violó la paz. Un año después, las montañas sagradas eran arrebatadas a los nativos americanos. Caballo Loco dirigió aquella guerra. Había sido el lugarteniente de Nube Roja, su brazo ejecutor. Tanto Caballo Loco como otro gran jefe sioux, Toro Sentado, murieron como tantos otros nativos: alcanzados por balas del ejército o la policía.
Gerónimo, el legendario jefe Apache, fue expuesto como exótico trofeo en la feria mundial de San Luis en 1904. Cinco años más tarde fallecería en una cárcel de Oklahoma. Permaneció los últimos 22 años de su vida en prisión y nunca se le permitió volver a su tierra, en Nuevo México.
Con ellos moría una época, pero no un pueblo. Lo sabían bien en la reserva dePine Ridge, donde enterraban en 1909 a Nube Roja.
3. WE ARE STILL HERE
Pine Ridge, en Dakota del Sur, es una de las mayores reservas nativas de EE.UU. A mediados de los 70 era una olla a presión tras décadas de engaños y de empobrecimiento.
Varios de sus habitantes habían ido a la ciudad de Wounded Knee a una protesta el 27 de febrero de 1973. Dos indios murieron por disparos federales.
Un mes después, Marlon Brando renunció al Oscar con el que Hollywood premiaba su Vito Corleone de El Padrino. En previsión de ganar la estatuílla, envió a la actriz apache Marie-Louise Cruz, que leyó un comunicado en su nombre, condenando el incidente de Wounded Knee y el estereotipo que el cine hacía de un "indio salvaje, hostil y maligno".
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