viernes, 4 de diciembre de 2015

Conoce las bestias de las profundidades de la Tierra


Monhystrella parvella es considerado el animal que más profundo puede vivir (Crédito: Gaetan Borgonie et al).

¿Qué es lo más profundo de la corteza terrestre que un animal puede sobrevivir?
En la oscuridad, en lo más profundo de varias minas de oro de Sudáfrica, viven unos diminutos gusanos que pueden tener la clave para responder esta pregunta.
Estas criaturas son los animales que más profundo viven que jamás se haya conocido.
Nadie sabe cómo llegaron hasta ahí, pero es posible que estén viviendo en las minas desde hace miles de años.
Su sola existencia sugiere que vidas complejas pueden sobrevivir mucho más hondo de lo que se pensó que fuera posible.
En los años 80, científicos descubrieron que puede haber vida miles de metros debajo de la superficie terrestre.
Sin embargo, las mayoría de los científicos creían que las entrañas de la Tierra solo podría albergar organismos unicelulares como bacterias debido a que en lo profundo de la Tierra hay oscuridad, calor y muy poco oxígeno; y también escasea la comida, así que cualquier animal que haga lo haga su hogar se verá en dificultades para tener una comida decente.

Gusano


Un nematodo no identificado (Poikilolaimus sp.) de la mina de oro Kopanang en Sudáfrica, a 1,4 km de profundidad (Crédito: Gaetan Borgonie et al/Nature Communications).

Pero un experto pensó diferente.
Gaetan Borgonie, del instituto de investigación Vida Extrema Isyensya en Gentbrugge, Bélgica, estaba convencido de que un animal podía sobrevivir en lo más hondo de la corteza terrestre: el gusano nematodo.
Esto se debe a que los nematodos son extremadamente duros, capaces de resistir al calor extremo, el frío y la deshidratación.
Tienen un truco ingenioso que les permite sobrevivir: se pueden transformar en larvas dauer, un período de letargo en que la alimentación y la locomoción se encuentran transitoriamente detenidas.
Este estado es desencadenado por una feromona y ocurre cuando no hay comida, temperaturas muy altas o sobrepoblación.
Los nematodos en este estado dauer son espectacularmente resistentes.

Un año y 31.000 litros de agua

Cuando la nave espacial Columbia estalló después de entrar a la atmósfera de la Tierra en 2003, había nematodos que sobrevivieron tanto a la desintegración como a la caída.
Los nematodos han poblado casi todos los rincones del mundo.

Gusano nematodoImage copyrightGaetan Borgonie et al
Image captionEste es un gusano nematodo de la familia Monhystrella parvella (Crédito: Gaetan Borgonie et al).

Se pueden encontrar en manantiales, desiertos, alto en las montañas y en lo más profundo de los océanos.
Viven en Antártica, en las entrañas de otros animales -incluyendo humanos- e incluso dentro de placentas de esperma de ballenas.
Definitivamente, si hay un animal que podría vivir dentro de la Tierra, sería este gusano.
Para probarlo, Borgonie escogió las minas de Sudáfrica porque son los lugares accesibles más profundos de la Tierra.
Las minas pueden llegar a tener 3,2km de profundidad, lo que permite a los investigadores tener acceso al oculto mundo subterráneo.
Tras tomar distintas muestras, el experto descubrió bajo el microscopio muchos gusanos diminutos, se trató de los primeros animales descubiertos en las profundidades de la Tierra.

Nematodos Image copyrightGaetan BorgonieNature Communications
Image captionEstos son unos nematodos en una biopelícula o biofilm que es un sistema microbiano conformado por uno o varios microorganismos en Driefontein, en Sudáfrica (Crédito: Gaetan Borgonie et al/Nature Communications).

Previo a este descubrimiento, se pensaba que los nematodos solo vivían algunas decenas de metros en bajo tierra.
El siguiente paso fue demostrar que los gusanos se originaron en la mina, y que no había sido traído accidentalmente por los mineros.
Para ello Borgonie pasó un año analizando 31.582 litros de agua utilizada en las operaciones de minería.
También investigó el suelo cercano a las entradas de las minas.
No encontró gusanos en el agua, lo que demostraba que los nematodos no fueron llevados a la mina desde afuera.
Los nematodos en la tierra pertenecían a especies distintas.

Ambiente "cómodo"...

También demostró que los gusanos de las profundidades preferían comer las bacterias que habitaban en la mina en vez de las que estaban en el exterior, lo que sugería que los gusanos estaban bien asentados en la mina.

Criaturas subterráneasImage copyright
Image captionCientíficos creen que los gusanos evolucionaron para resistir lugares de altas temperaturas.

Borgonie no solo descubrió una especie de gusano: logró determinar cuatro que vivían en tres minas diferentes.
Los niveles bajos de oxígeno no eran una molestia para los gusanos.
Mientras que los humanos necesitan del aire que contiene 21% de oxígeno, los nematodos no son tan exigentes y pueden estar bien con una cantidad tan baja como 0,5%.
Las altas temperaturas tampoco son un problema.
Incluso los 48ºC de la mina Tau Tona es nada para unas especies de nematodos, que se han descubierto en aguas termales de 61ºC.
Pareciera que los gusanos ya habían evolucionado para resistir el calor y presiones apabullantes, mucho antes de entrar a las minas.

Un nematodoImage copyrightGaetan BorgonieNature Communications
Image captionUn nematodo en una biopelícula (Crédito: Gaetan Borgonie/Nature Communications).

"Si bien las condiciones en las profundidades son extremas, no lo son tanto para un nematodo", explica Borgonie.
Lo que no está tan claro es cómo los gusanos llegaron hasta ahí abajo en primer lugar, y cuánto tiempo han estado.
La datación por carbono muestra que el agua en que se encontraron nematodos data de 3.000-12.000 años atrás.
Lo que sugiere que los gusanos han estado ahí abajo durante al menos 3.000 años, pero no lo prueba.
Han podido haber sido arrastrados a través de grietas en la corteza terrestre por agua de lluvia ancestral.

...y estable

Sea lo que haya llevado a estos gusanos hasta allá abajo, no tienen motivos para regresar a la superficie.
"La vida de estas criaturas es como un campamento de verano en comparación con los gusanos que viven en la superficie", dice Borgonie.
"La superficie profunda tiene un ambiente más estable que el cambiante por hora de la superficie".

Un crustáceo no identificadoImage copyrightGaetan BorgonieNature Communications
Image captionUn crustáceo no identificado de la mina de oro de Driefontein (Crédito: Gaetan Borgonie et al/Nature Communications).

Mientras haya un constante flujo de oxígeno y comida, y la temperatura no suba mucho, los gusanos estarán bien.
Esto significa que se podrían encontrar animales incluso más profundo.
El mayor factor en cuán profundo pueden vivir los gusanos es probablemente la temperatura.
Si bien organismos unicelulares pueden sobrevivir a temperaturas muy altas, Borgonie dice que le sorprendería si algo tan complejo como un gusano puede resistir a más de 60ºC.
Cada vez hay más ejemplos de criaturas que viven kilómetros en el subsuelo.
En 2008 un estudio encontró microorganismos floreciendo a 1,6km del fondo marino, en temperaturas entre 60ºC y 110ºC.
En 2013, un pequeño caracol con una costra traslúcida se descubrió viviendo a casi un kilómetro de profundidad en un sistema de cuevas de Croacia que incluye algunas de las cuevas más profundas en el mundo.
Su caparazón traslúcido sugiere que ha evolucionado para poder vivir ahí.
En octubre de 2014, investigadores de la universidad de Yale reportó evidencias de bacterias viviendo tan profundo como a 19km.
Mientras que Borgonie continúa buscando gusanos en otros lugares profundos.

Fauna diversa

En agosto de 2015 descubrió 20 nematodos viviendo dentro de estalactitas colgadas de los techos de los túneles de minas.
Fue la primera vez que se descubre a nematodos viviendo en un ambiente tan único.
Uno de estos gusanos, Monhystrella parvella, se encuentra normalmente en el mar, y ahí estaba dentro de una estalactita a 1,4km de profundidad en una mina de oro.

Halicephalobus mephisto. (Crédito: Gaetan Borgonie et al)Image copyrightGaetan Borgonie et al
Image captionEste animal recibió el nombre de un demonio: Halicephalobus mephisto. Mefistófeles (mephisto) es un demonio del folclore alemán (Crédito: Gaetan Borgonie et al).

Ahora pareciera que la vida ahí abajo es mucho más diversa de lo que se pensaba.
En un estudio publicado esta semana en Nature Communications, Borgonie y sus colegas informan sobre nuevos descubrimientos en otra mina sudafricana.
Los orificios de perforación que usaron como muestra no sólo presentaron bacteria y nematodos, sino que vieron que este lugar también era hogar de otros pequeños animales, desde platelmintos y anélidos a hongos.
También descubrieron rotíferos microscópicos en incluso lo que parecen ser crustáceos.
Los organismos también tienen una amplia variedad de estilos de vida.
Algunos de los hongos parecieran estar infectados de gusanos nematodos, lo que sugiere que son parásitos.
Y lo que es todavía más, que un tipo de nematodo es carnívoro.

Halicephalobus mephistoImage copyrightGaetan Borgonie et al
Image captionEl Halicephalobus mephisto fue hallado a 1,3 km de profundidad (crédito Gaetan Borgonie et al).

El Mylonchulus brachyurus es mucho más grande que los demás y sobrevive comiendo animales más pequeños.
El ecosistema parece ser muy similar en todas las minas, a pesar de que las profundidades y la edad del agua de donde se tomaron las muestras varían mucho.
Aparentemente existen ciertos grupos de animales que se sienten cómodos viviendo en las profundidades de la Tierra.
El descubrimiento de vida tan profunda ha volteado el libro de regla de dónde pueden vivir los animales en nuestro planeta.
Si los nematodos pueden vivir tan abajo, sugiere que podrían sobrevivir en otras condiciones extremas.
También arroja pistas sobre la posibilidad de que otros animales sencillos podrían estar viviendo bajo tierra.
BBC

Esta porra avisa a la madre del antidisturbios cuando golpea a un manifestante

Ninguna madre quiere que su hijo se meta en líos. Ni siquiera aunque su trabajo consista en ello de vez en cuando. Casi con total seguridad, ninguna de las progenitoras de los policías que, por órdenes de sus superiores, deben ejercer la fuerza en ciertas situaciones estaría orgullosa de ver a sus retoños repartiendo estopa a diestro y siniestro. De hecho, ya hay quien ha creado un dispositivo con el que evitar por la vía materna que a los agentes de la autoridad se les vaya la mano.
El ingeniero y artista ruso Dmitry Morozov ha pergeñado Antenna, un dispositivo que manda un mensaje de texto a un número de teléfono concreto cuando una porra determinada golpea a algo (o a alguien). Para respetar esa manía tan propia de los humanos que nos lleva a ponernos siempre en lo peor, el texto de ese SMS es bastante claro: “Mamá, he pegado a un hombre”.
Con esto, Morozov pretende evitar que los agentes de las fuerzas del orden se excedan a la hora de utilizar una herramienta tan peligrosa y habitual como la porra. Así, con este artilugio, el artista ruso quiere que los policías más propensos a dar golpes se sientan coartados por lo que pueda pensar su madre si de repente su ‘smartphone‘ empieza a llenarse de mensajes anunciando que su hijo se está pasando de la raya.


Como los mecanismos de control estándar son ineficaces, este proyecto “apela a la maternidad como baluarte último de la amabilidad humana y la responsabilidad“, apunta Morozov. Para ello, ha incorporado a las clásicas porras un detector de vibraciones conectado a una placa de Arduino que, a su vez, se comunica con un módulo GSM desde el que se envía la información tras el impacto al teléfono móvil indicado.
La idea surgió cuando el artista vio por televisión la dureza con la que se empleaban los policías en Hong Kong, en distintos puntos de Estados Unidos y en Reino Unido. Entonces, decidió ponerse manos a la obra para tratar de frenar la violencia policial. “No soy un activista, pero creo que el arte podría ayudar a detener, o incluso a concienciar a través de la ironía”, comenta.
Hay demasiada crueldad por parte de la policía en todas partes. En Estados Unidos, Rusia, Turquía… y lo vemos en los medios de comunicación casi todos los días”, afirma Morozov. De hecho, las propias autoridades ya han tomado cartas en el asunto. En ciertas partes de Norteamérica, los agentes ya van equipados con cámaras de vídeo para que así todo esté filmado en caso de que usen de forma desmedida la fuerza.
Los estadounidenses, de hecho, ya saben que la tecnología puede ser una gran aliada para evitar abusos por parte de los encargados de velar por la seguridad en las calles. Tanto es así, que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha creado una aplicación para impedir que los agentes de policía puedan eliminar los vídeos que prueben que han sobrepasado ciertos límites a la hora de ejercer su autoridad. Mobile Justice permite a los ciudadanos proteger esas grabaciones que luego podrán ser utilizadas para evitar que situaciones como la ocurrida en Ferguson se repitan.
Ahora, con un artilugio como Antenna de por medio, las encargadas de frenar el abuso de autoridad de algunos policías son, nada más y nada menos, que sus propias madres. Cuando el domingo lleguen a casa para comer, si han recibido algún mensaje en su teléfono móvil, las matriarcas podrán dar un tirón de orejas a sus hijos y decirles que la violencia no lleva a ninguna parte. ¿Surtirá efecto? Desde luego, no hay nada como una reprimenda materna para poner las cosas en su sitio.
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RepúblicaInsólita / Con información de VtolDezeenNew York TimesLa Vanguardia yFastCoDesign.

Una expedición quiere perforar hasta el manto terrestre en el Océano Índico



  Una misión concebida hace 60 años para perforar en el fondo del mar a través de la corteza terrestre, hasta penetrar en la capa subyacente, está retomándose en aguas del Oceáno Índico.

   A principios de este mes, el buque de perforación JOIDES Resolution partirá de Colombo, Sri Lanka, hacia un punto en el sudoeste del Océano Índico conocido como la Banco Atlantis. Allí, bajará una broca y tratar de perforar con ella a través de 3 kilómetros de roca, recogiendo una muestra de núcleo a medida que avanza. Si todo va bien, futuras expediciones finalizarán el trabajo hasta alcanzar el manto.

   Normalmente, se considera que el límite entre la corteza y el manto debe ser una característica marcada por la discontinuidad de Mohorovicic conocido, o 'Moho', en la cual cambia la velocidad de las de las ondas sísmicas. Pero en el Banco Atlantis, el manto se cree que brota 2,5 kilometros por encima de la 'Moho', por lo que es más fácil de alcanzar.

   Alcanzar estas fronteras de la Tierra profunda "es uno de los grandes esfuerzos científicos del siglo", dice Henry Dick, un geofísico de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts y co-líder de la expedición, informa Nature.

    Por debajo de los continentes, la 'Moho' se encuentra de 30 a 60 kilómetros hacia abajo. En el caso de los océanos, el objetivo está lo suficientemente cerca para ser alcanzado con equipos de perforación a bordo de buques. En la campaña de perforación, Dick espera llegar a la transición entre la corteza y el manto en el Banco Atlantis, y luego volver con un barco japonés de última generación para llegar a la 'Moho' a una profundidad de 5 kilómetros o más.

    Los científicos trataron de alcanzar la 'Moho' a mediados del siglo XX. En la década de 1960, científicos estadounidenses desarrollaron el 'Proyecto Mohole' en el fondo del mar frente a la isla Guadalupe, México. El proyecto alcanzó una profundidad de 183 metros justo antes de que los los costes se disparasen y el proyecto se cancelara. Más recientemente, entre 2002 y 2011, se perforaron agujeros en el Pacífico Oriental que extrajeron un grano fino que los geólogos piensan que se asiente directamente sobre la 'moho'.
   Dick y sus colegas apuestan por el Índico porque hay menos espacio para perforar a través de roca dura.
EuropaPress

jueves, 3 de diciembre de 2015

¿Por qué duelen las antiguas fracturas y cicatrices cuando va a cambiar el tiempo?

Roberto López-Herrero, un escritor que tiene un porrón de libros publicados y hasta una página dedicada a él en Wikipedia, me preguntó hace un tiempo: ¿por qué duelen las antiguas roturas o cicatrices cuando va a cambiar el tiempo? 
Resulta que es un fenómeno muy interesante pero, por común que sea y pese a que casi todos tengamos algún familiar que dice saber cuándo lloverá en cuanto le empieza a doler algo, no está ampliamente estudiado. Eso no significa que no se hayan hecho estudios pero, como ocurre con las cosas relacionadas con este tipo de fenómenos, que muchas veces tienen una fuerte carga subjetiva, es complicado establecer la causa exacta del dolor. Algunos muestran muy claramente que los cambios de presión atmosférica son los responsables, mientras que otros concluyen que hay pacientes afectados en mayor o menor medida por otros factores como la humedad o la temperatura.
En cualquier caso, y aunque a primera vista tenga pinta de que este fenómeno debería estar relacionado con el frío, el viento o la humedad, parece que el consenso es que el verdadero culpable tras el dolor de cicatrices, lesiones y articulaciones artríticas cuando el tiempo cambia es la presión atmosférica.
Así que vamos a ver mediante qué mecanismo puede afectar a la presión atmosférica a nuestros débiles cuerpos mortales.

Como comentaba en esta entrada sobre piscinas en el Everest, el aire tiene masa y, al tener masa, se ve atraído hacia el suelo por la fuerza gravitatoria de nuestro planeta. O sea que, aunque no lo notemos, el peso de las decenas de kilómetros de atmósfera que tenemos sobre nuestras cabezas actúa sobre nosotros todo el día, a todas horas.
¡Pero el peso del aire no me puede afectar si no salgo de casa! ¡He hackeado la realidad!
Bueno, a ver, voz cursiva, el aire no descarga todo su peso sobre tus hombros como si fuera un mueble.


No notamos el peso de la atmósfera porque el aire es un fluido, así que nos rodea en vez de apilarse encima de nosotros. Por tanto, el aire presiona nuestro cuerpo desde todas las direcciones por igual, comprimiéndonosen vez de aplastarnos.
Al nivel del mar, la atmósfera ejerce alrededor de 1 kilogramo de fuerza sobre cada centímetro cuadrado de nuestra piel, lo que ayuda a mantener nuestros tejidos y fluidos corporales bien compactos y turgentes.
Espera, espera, si la atmósfera ejerce una presión constante contra nuestro cuerpo, ¿entonces por qué no nos estruja como si fuéramos latas de refresco?
Pues porque los fluidos y gases que contienen nuestros cuerpos en su interior también están presurizados y, por tanto, contrarrestan la presión ejercida por la atmósfera “empujando” nuestro cuerpo hacia afuera desde dentro.
PERO, si por cualquier motivo la presión que actúa sobre nuestro cuerpo desde fuera disminuye, entonces estos fluidos que están presurizados en nuestro interior ya no tendrán una fuerza que contrarreste su efecto y, por tanto, empezarán a expandirse.
El caso más extremo lo traté en esta otra entrada sobre la exposición del cuerpo humano al vacío: en un ambiente en el que el cuerpo no está sometido a ningún tipo de presión externa, como el vacío del espacio, los fluidos corporales se evaporan y expanden, haciendo que el cuerpo se hinche hasta alcanzar el doble de su tamaño original.
Por suerte no existen documentos gráficos en los que aparezcan seres humanos hinchándose al ser expuestos al vacío. Lo que sí que está grabado en vídeo son experimentos en los que se ponen malvaviscos en una cámara de vacío de la que se va extrayendo el aire gradualmente, haciendo que la presión en su interior baje (la acción empieza en el minuto 0:55 y “termina” en el 1:10).



En el vídeo podéis ver cómo las burbujas de aire atrapadas en el interior de los malvaviscos, que se encuentran a presión atmosférica, empiezan a expandirse mientras se genera el vacío a su alrededor. De repente, en el minuto 1:10, todo el aire es chupado del interior de los malvaviscos de golpe. Sin aire que lo mantenga “hinchado”, el material sólido vuelve a su posición original por su propia elasticidad.
¿Tenéis pensado visitar la cumbre de una montaña muy alta estos días? Si es así, entonces podéis observar vosotros mismos el efecto inverso si vaciáis una botella en la cima, le ponéis el tapón y la mantenéis cerrada mientras bajáis hasta el nivel del mar.
Como la presión es menor cuanto más alto te encuentras (porque tienes menos atmósfera encima de ti), la presión ejercida por el aire dentro de la botella en la cima de la montaña será mucho menor que a nivel del mar. Por eso, el aumento de la presión atmosférica durante el descenso irá chafando la botella cada vez más hasta que volváis a estar al nivel del mar.
Esto es precisamente lo que se ve en esta secuencia en la que la botella se cerró a 4.300 metros y se llevó hasta el nivel del mar. (Fuente)
Pero bueno, lo importante es que os quedéis con el vídeo de los malvaviscos hinchándose mientras la presión a su alrededor baja, porque es lo relevante para el tema que hoy nos ocupa.
Siguiente tema: ¿por qué se producen los cambios de tiempo?
Los nubarrones que indican que el tiempo va a cambiar se forman cuando una masa de aire caliente y otra de aire frío se encuentran. El aire caliente es menos denso que el aire frío y empieza a ascender, pero a su vez el aire frío se mueve hacia el lugar que deja libre el aire caliente y así se forma un vórtice de aire ascendente que actúa como una aspiradora sobre la superficie de la Tierra. En otras palabras: la presión del aire en esa zona de la superficie terrestre baja, ya que el aire está siendo constantemente “aspirado” del lugar.
Y, por eso, cualquier cosa (que contenga líquidos o gases) que se encuentre en el lugar en el que el tiempo está cambiando tenderá a expandirse por la bajada de presión a su alrededor.
¿Eso significa que nosotros deberíamos expandirnos cada vez que viene mal tiempo? Entonces, ¿cómo es que no noto cómo mi cuerpo se hincha cuando baja la presión atmosférica?
Bueno, es que el cambio de presión es muy, muy pequeño.
La presión atmosférica media suele rondar los 103.000 Pascales o, lo que es lo mismo, 103.000 Newtons por metro cuadrado. Esto significa que, en estas condiciones, cada metro cuadrado de la superficie terrestre (o de nuestro cuerpo) recibe una fuerza equivalente a la ejercida por una masa de 1,03 kilos por cada centímetro cuadrado.
Cuando la presión baja y se forma una tormenta, en cambio, la presión baja hasta los 100.000 Pascales o 1 kilo por centímetro cuadrado. Como podéis imaginar, esta minúscula diferencia de presión de 30 gramos por centímetro cuadrado no hará que os desparraméis sobre vuestras sillas. De hecho, la presión más baja jamás medida en la atmósfera fueron los 87.000 Pascales detectados durante el Tifón Tip, en el océano Pacífico, lo que representa una presión “sólo” un 14% menor a la media.
PERO.
Pese a que los seres humanos no seamos tan sensibles a los cambios de presión como malvaviscos ni estemos expuestos al vacío de manera regular, eso no significa que los cambios de presión no tengan un ligero efecto en nuestro cuerpo. De hecho, algunas partes del cuerpo humano son más proclives que otras a reaccionar a los cambios de presión que otras.
Por ejemplo, entre las articulaciones tenemos el llamado líquido sinovial, una sustancia con la consistencia de la clara de huevo que está atrapada en pequeñas cápsulas entre los huesos de las articulaciones y que tiene como finalidad amortiguar el movimiento entre ellos.
Cuando la presión atmosférica disminuye, una presión menor actúa sobre estas cápsulas y este fluido que contienen puede expandirse ligeramente. Si nuestras articulaciones están sanas ni siquiera vamos a notar esta ligera expansión pero, si la articulación está dañada, entonces esta diminuta expansión del líquido sinovial provocada por la bajada de la presión atmosférica puede ejercer presión sobre nervios o zonas irritadas y provocar dolor.
Vaya, qué curioso. ¿Y qué me dices del caso de las cicatrices?
Pues resulta que el tejido cicatrizal es mucho menos elástico que el tejido sano. Cuando la presión atmosférica baja, el tejido sano se adapta con facilidad expandiéndose un poco, pero el tejido cicatrizado, al ser mucho más rígido, no se puede expandir. O sea, que se cree que cuando cambia el tiempo las cicatrices se “estiran” y, como no son elásticas, la tracción puede provocar molestias.
Y se cree que es la ligera dilatación de algunos fluidos corporales que están en contacto con zonas dañadas de nuestro cuerpo, provocada por la bajada de la presión atmosférica cuando el tiempo cambia, lo quepuede llegar a provocar dolor y molestias en viejas lesiones y articulaciones desgastadas.
Pero eso no es todo.
Al parecer, la bajada de la presión también puede dilatar ligeramente los vasos sanguíneos, de hecho, provocando molestias mucho peores en las cabezas de la gente que padece migrañas.
En este estudio se explica cómo unos investigadores instruyeron a 77 pacientes con migraña para que documentaran día a día sus dolores de cabeza durante periodos de entre 2 meses y 2 años. Una vez terminada esta primera fase de recogida de datos, los investigadores compararon los “diarios” de cada paciente con el historial climático del lugar donde había vivido durante todo ese tiempo para ver si existía algún tipo de relación entre el clima y los dolores de cabeza.
El resultado: las migrañas del 51% (39 personas) de los participantes estaban relacionados con los cambios de tiempo. En concreto, se encontró que los síntomas del 13% de ellos (10 personas), respondían a los cambios de presión atmosférica, aunque una proporción mayor (el 24%) veía sus síntomas agravados cuando cambiaban las condiciones de temperatura y humedad.
Lo que también resulta curioso es que antes de empezar el experimento se dio un cuestionario a los pacientes en el que debían decir si ellos mismos consideraban que sus migrañas estaban causados por los cambios de tiempo o no. Al final del experimento, “sólo” 39 de los 48 sujetos que dijeron que el tiempo tenía un efecto sobre sus migrañas resultaron estar en lo cierto.
Y esto viene bien para el caso de hoy, porque demuestra que muchas veces los seres humanos percibimos correlaciones que no existen debido a una falta de objetividad, ya sea porque olvidamos fácilmente las veces que nos equivocamos, porque podemos ser bastante cabezones cuando se nos mete una idea en la cabeza o porque, simplemente, a veces nos gusta sentirnos diferentes.
Y con esta moraleja metida un poco con calzador termina la entrada de hoy.
CienciadeSofá.com

"Apocalíptico": Cientos de ballenas aparecen varadas en el sur de Chile


Son 337, pero pueden ser muchas más y tienen asombrados a los científicos que las descubrieron y que describieron su hallazgo como una "imagen apocalíptica".
Pero ¿qué pasó con los centenares de ballenas que aparecieron varadas en la región de la Patagonia, en Chile?
Eso es lo que expertos han estado intentando descifrar desde que descubrieron los cadáveres y esqueletos de los cetáceos a lo largo de la costa, en el sur del país.
Se trata de uno de los varamientos de ballenas más numerosos jamás registrados.
La muerte masiva de cetáceos fue descubierta en junio, durante un vuelo de observación sobre los fiordos de la Patagonia.
Los biólogos han estado recogiendo muestras de los restos desde entonces. Sin embargo, no han podido determinar la causa de la muerte masiva de estos mamíferos acuáticos.

"Imagen apocalíptica"

Las señales iniciales de la catástrofe marina sucedieron en abril pasado, cuando un equipo expedicionario reportó unas 20 ballenas de la especie sei (Balaenoptera borealis) varadas en la región del Golfo de Penas.
Expertos en biología marina y estudios oceanográficos del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) concurrieron al lugar para analizar tejidos y levantar muestras para posteriores toxicológicas.
Un sobrevuelo posterior de la zona, realizado en junio por un equipo de científicos, constató que el número de ballenas varadas era muchísimo mayor.
Por medio de fotografías aéreas y satelitales pudieron contabilizar 337 ballenas muertas, "incluidos cadáveres y esqueletos".
"Nos pareció una imagen apocalíptica. Nunca había visto algo igual", dijo a la agencia noticiosa AFP Vreni Häussermann, directora del Centro Científico Huinay, que participó en la expedición.
El hallazgo sucedió en una zona de difícil acceso y Häusserman expresó que había muchas áreas a las que no pudieron llegar, así que "es probable que haya más ballenas muertas".

Marea roja





Ballena varadaImage copyrightEVN
Image captionEl Golfo de Penas es una zona de difícil acceso en el sur de Chile.

Los científicos todavía están tratando de establecer las causas de la muerte masiva de los cetáceos.
Una de las hipótesis que se maneja es la de la llamada marea roja que trae consigo un alga tóxica.
Un informe científico alertó de la presencia de una biotoxina en el plancton de la zona pelágica donde ocurrieron estos hechos.
La biotoxina pudo haber contaminado la cadena alimenticia de las ballenas ocasionándoles la muerte en altamar y, luego, las corrientes los arrastraron a la orilla.
"La marea roja es una hipótesis posible pero hay que descartar las demás de manera satisfactoria", advirtió Carolina Simon Gutstein, paleontóloga de la Universidad de Chile.
Lo que sí se ha descartado es la intervención humana en el deceso de los animales.
El informe de Seranpesca establece que no se encontraron heridas asociadas a elementos mecánicos, como hélices, arpones, ni tampoco lesiones en el oído interior por efecto de ondas de sonar.
Tampoco la presencia de hidrocarburos u otras sustancias químicas que hubieran podido ser mortales.

Análisis

A pesar de lo "chocante" que es ver más de 300 ballenas varadas, Carolina Simon Gutstein considera que el estudio de los cadáveres presenta una oportunidad para conocer más sobre la especie.




AP
Image captionEl varamiento de tantas ballenas sei tiene confundidos a los científicos pues la especie suele estar en grupos de dos a cinco.

"Hay que pensar también que se pueden estudiar y se puede conocer mejor la especie y se pueden obtener datos para su conservación, por ejemplo", afirmó la paleontóloga.
Las ballenas sei llegan a medir hasta 18 metros de largo y se cree que son las más rápidas de todas debido a la esbeltez de su cuerpo.
Nadan a una velocidad de 50 kilómetros por hora.
Lo que llama la atención sobre el número de ejemplares varadas es que normalmente no se las ve en grupos de más de cinco.
El sobrevuelo del lugar de la catástrofe y los meses de análisis fueron financiados por la revista National Geographic, que había impuesto un embargo a la divulgación de la información hasta ahora.
BBC

Crean el primer láser blanco del mundo

Más luminosos y eficientes energéticamente que los LEDs, parece que los láseres blancos serán el futuro de la iluminación y el LiFi (comunicaciones inalámbricas basadas en luz).

Si bien los láseres fueron inventados en 1960 y son usados habitualmente en muchas aplicaciones, una característica de esta tecnología ha sido inalcanzable durante estas décadas: nadie ha conseguido en este tiempo crear un láser que emita rayos de luz blanca.

Eso ha cambiado ahora. Unos investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Estados Unidos han demostrado que los láseres semiconductores son capaces de emitir a lo largo de todo el espectro de colores visibles, lo cual es necesario para producir un láser blanco.

El equipo de Cun-Zheng Ning ha creado una nanolámina, una delgada capa de semiconductor que mide de lado a lado aproximadamente una quinta parte del grosor de un cabello humano y que tiene un grosor de alrededor de una milésima del de un pelo, con tres segmentos paralelos, cada uno posibilitando la acción del láser en uno de los tres colores primarios. El dispositivo es capaz de operar en cualquier color visible, siendo completamente ajustable desde el rojo y el verde al azul, o cualquier otro color entre ellos. Cuando se reúne el campo total aparece un color blanco.


Este esquema ilustra la novedosa nanolámina con tres segmentos paralelos creados por los investigadores, cada uno de ellos posibilitando la acción de un láser en uno de los tres colores primarios. El dispositivo es capaz de emitir luz láser en cualquier color visible, cuya combinación permite que surja el color blanco. (Foto: ASU/Nature Nanotechnology)

El avance tecnológico sitúa a los láseres a un paso más cerca de convertirse en una fuente de luz generalizada, y de ser un sustituto potencial o una alternativa a los diodos emisores de luz (LEDs). Los láseres son más brillantes, más eficientes energéticamente, y pueden proporcionar colores más vivos y precisos para pantallas como las de los ordenadores y los televisores.

Otra importante aplicación podría estar en el futuro de las comunicaciones mediante luz visible, en las que se podrían usar los mismos sistemas de iluminación del hogar para ambas funciones. La tecnología en desarrollo se llama LiFi (comunicación inalámbrica basada en la luz), a diferencia de la más habitual WiFi, que usa ondas de radio. La LiFi podría ser más de 10 veces más rápida que la actual WiFi, y la LiFi de láser blanco podría ser de 10 a 100 veces más rápida que las LiFi basadas en LEDs, actualmente aún en desarrollo.