El reptil, que se había escapado de un terrario, no tenía chip y fue llevado a un centro de protección animal
Se llevó el mayor susto de su vida. Ocurrió en plena madrugada cuando una mujer se levantó para ir al cuarto de baño y se dio de bruces con una serpiente pitón, de alrededor de un metro de largo. Fue la madrugada del 1 de agosto en Ciempozuelos.
De inmediato, la dueña de la vivienda alertó a la Guardia Civil, que se desplazó hasta su domicilio, según informaron ayer fuentes del Instituto Armado.
Era una python regius no venenosa, pese a su apariencia. Los agentes creen que el ofidio pertenecía a algún vecino y que se escapó del terrario y se introdujo en el piso. Carecía de microchip y no estaba dado de alta como animal doméstico, por lo que no se puede interponer ninguna denuncia.
El Seprona se hizo cargo del reptil y lo trasladó hasta el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), situado en Tres Cantos.
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