sábado, 2 de junio de 2018

La última chorrada para que los bebés duerman, desmontada por un pediatra

Parece que no sirve para nada más que para gastar dinero


Los padres de bebés, especialmente los primerizos, son especialmente propensos a dejarse aconsejar y seguir indicaciones de todo tipo de aquellos a quienes presuponen experiencia en la crianza. Tanto es así que en ocasiones incluso asumen por buenas teorías o recomendaciones que en realidad no tienen sustento científico. Sobre esta cuestión ha reflexionado un pediatra intensivista a raíz del último 'invento' con el que se ha encontrado para, en principio, dormir a los bebés

Se trata de Alberto García, que en un irónico hilo en Twitter ha advertido sobre la última moda que se ha asumido como válida. El médico admite sentirse un poco "traumatizado" al haberse encontrado con el llamado BabyCord, un artilugio que para quien lo desconozca, lo ilustra con una foto. Y por si no queda claro, lo describe como algo similar a "un báculo pero sin serlo". 

"Los niños por debajo del año se entretienen con cualquier cosa. No hace falta inventarse una evidencia que no existe"


En la imagen puede verse a un bebé que estima que tenga 6 o 7 meses ("porque los pediatras calculamos edades y pesos a ojo, es un don") agarrando algo azul, que "no es una serpiente pero es algo que asemeja algo", "pero no es una serpiente". Resulta que "la cosa entre manos es un... sucedáneo de cordón umbilical. Ahí lo llevas", escribe en su perfil con bastante humor. 

Según explica más abajo, se trata de un juguete que se vende como sensorial y que está disponible en grandes superficies. "Tal y como podréis descubrir en internet, se argumenta que 'el cordón umbilical es el primer juguete del niño'", algo que considera "muy grande" como teoría para la venta. 

Siguiendo la argumentación de quien vende el artilugio, el cordón umbilical es el primer juguete, el útero la primera habitación, la placenta el primer sofá, el latido de la madre el primer Mp3, la voz de la madre el primer tobogán y el pediatra el primer monstruo. 

No es un juguete

Y en ese momento, el pediatra se pregunta si no fue suficiente con los pulpitos, que en su momento también generaron cierta polémica. Por esto, aclara que "el cordón umbilical no es un juguete a menos que pensemos que lo de darse vueltas al cuello con él sea el juego de la Horca. A un recién nacido le puedes poner al lado un ciempiés que le va a dar igual. Ni se duerme mejor. Ni se tranquiliza, Ni nada. Tampoco estimula el desarrollo psicomotor. El plastic cordón no va a hacer que haga nada antes ni mejor. Le da igual", explica el profesional. 

Tras colgar fotos de un auténtico cordón umbilical y las aclaraciones pertinentes, recuerda qué es lo mejor para el bebé. "Achúchenle y ya. Conque nos sonría ya nos damos por pagados. El mejor estímulo es estar con ellos. ¿Por qué nos empeñamos en crear juguetes místicos? Es un trozo de plástico o lo que sea con forma de churro que se ha ido a menos. Los niños por debajo del año se entretienen con cualquier cosa. Lo flipan con todo. Normal. No hace falta inventarse una evidencia que no existe. Queda raro. Y es mentira", asegura en su perfil. 

"Es mentira"

Finalmente, sentencia que "mentira y raro no deberían ser pareja en las cosas que les compramos a nuestros hijos. No hay juguete que sustituya a unos padres, hermanos, familia cerca. Supongo que seguiré descubriendo cosas. Me agarraré al cordón umbilical de mis recuerdos. O algo", sentencia el pedfiatra con humor. 

Su reflexión ha provocado la respuesta de numerosos usuarios, que del mismo modo se manifiestan sorprendidos por lo "atontada" que está la gente y que comparten los comentarios de García. 

Estoy traumatizado.
Un poco.
Quizá exagero.
Va.
Pero con el tema del aún se descubren cosas nuevas.
El mercado.
Un pediatra entre movidas.
Hoy he encontrado esto de la foto.
Atiende.
Van Damme nunca sobra.
La cosa entre manos es un... sucedáneo de cordón umbilical.
Ahí lo llevas.
Cordón.
Umbilical.
Se vende como un juguete “sensorial”.
Olé ahí.
Tal y como podréis descubrir en el internet se argumenta que “el cordón umbilical es el primer juguete del niño”.
Muy grande.
A ver.
¿No fue suficiente con los pulpitos?
El cordón umbilical no es un juguete a menos que pensemos que lo de darse vueltas al cuello con él sea el juego de la Horca.
Aquí otras cosas asquerosas con el cordón que he encontrado.
No es la movida de juguete pero te quedas loco con lo que hace la gente.
No es un churro ni una gominola lo de la foto.
Love.
No vomitéis.
Y tal.
A ún recién nacido le puedes poner al lado un ciempiés que le va a dar igual.
Ni se duerme mejor.
Ni se tranquiliza.
Ni nada.
En la foto quedará como raro comparado con esto.
Más raro quiero decir.
¿Por qué nos empeñamos en crear juguetes místicos?
Es un trozo de plástico o lo que sea con forma de churro que se ha ido a menos.
Los niños por debajo del año se entretienen con cualquier cosa.
Lo flipan con todo.
Normal.
No hace falta inventarse una evidencia que no existe.
Queda raro.
Y es mentira.
Mentira y raro no deberían ser pareja en las cosas que les compramos a nuestros hijos.

Mercurio en los peces, un veneno que no deja de aumentar


El pescado que consumimos cada día posee niveles de mercurio cada vez más elevados. La exposición de los peces a este metal pesado sigue aumentando y, con ello, nuestro riesgo. En concreto, hablamos del metilmercurio, compuesto que nuestro organismo puede absorber.Todos los datos que ofrecemos en el artículo provienen de un reciente estudio científico publicado en la revista Nature.

¿Qué efecto tiene el mercurio en nuestro organismo?

El mercurio es una potente neurotoxina que afecta al desarrollo neurológico llegando a provocar, en algunos casos, la muerte. Cuando hablamos de afectados por este compuesto, tenemos que dividirlos en dos grupos en cuanto a vulnerabilidad. En primer lugar, los fetos son sensibles sobre todo a sus efectos sobre el desarrollo. La exposición intrauterina a metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en pleno crecimiento del bebé, según reconoce la OMS.
El mercurio es una potente neurotoxina que afecta al desarrollo neurológico llegando a provocar incluso la muerte

En el segundo grupo se encuentran las personas expuestas de forma sistemática a estos niveles elevados de mercurio, producto de sus trabajos o por practicar la pesca de subsistencia como en poblaciones de Brasil, Canadá, China, Columbia y Groenlandia. En estos lugares se ha descubierto que entre 15 y 17 de cada 1000 niños presentaban trastornos cognitivos causados por el consumo de pescado contaminado.

Estudio sobre la exposición del mercurio en los peces

Como avanzamos en un primer momento, la culpa de todo no la tiene el mercurio sino el metilmercurio. En ese proceso el mercurio se biomagnifica a lo largo de las cadenas alimentarias acuáticas y conduce a una gran exposición en las poblaciones que consumen pescado.
El estudio del que hablamos pretendía cuantificar las tendencias temporales en el transporte oceánico a tierra de mercurio total y metilmercurio de las pesquerías para estimar la posible ingesta de mercurio humano a través del consumo de pescado en 175 países. Los investigadores han analizado miles de datos entre los años 1950 y 2014.
La primera conclusión que sacaron es que la concentración de mercurio en la carne de los peces es cada vez mayor.

¿De dónde viene el mercurio de nuestros mares y océanos?

Esta es una respuesta fácil: la culpa la tiene la industrialización. Los países asiáticos contribuyeron de manera importante a la exportación de mercurio en las últimas décadas y el Océano Pacífico occidental fue identificado como la fuente principal.El mercurio forma parte de la cadena de producción en muchas industrias y es fácil que acabe como residuo en los ecosistemas. Además, este compuesto llega a los mares de manera natural, de la atmósfera pasa por el ciclo del agua y acaba en el mar.
Una vez que el mercurio llega al agua empieza a ser consumido por los organismos que la habitan. El problema de este compuesto es que se bio-acumula, lo que significa que los organismos que lo consumen no son capaces de deshacerse de él y lo retienen en sus tejidos. El problema se va magnificando en el momento en que un depredador se come a otro organismo que ha bio-acumulado mercurio, entonces él lo bioacumula también. De esta manera, entramos en una red que no deja de elevar sus niveles de este neurotóxico. A medida que aumentamos en la cadena alimentaria de los mares, más mercurio hay en los tejidos.
La OMS recomienda regular y reducir el consumo de grandes pescados, dada su alta exposición a este compuesto.
mercurio-pescado
A medida que aumentamos en la cadena alimentaria de los mares, más mercurio hay en los tejidos

¿Debemos preocuparnos?

La demanda de pescado y marisco no ha parado de crecer en las últimas décadas. Además, ha sido de una manera muy escalonada hasta alcanzar niveles sorprendentes. Esto también ha ido de la mano de las capturas de peces de gran tamaño. Lo que significa que hemos aumentado el consumo de los peces que más bio-acumulan. La gran demanda ha provocado una sobrexplotación de los bancos pesqueros que está provocando que los depredadores puedan comer más peces contaminados.
Cada día tenemos más mercurio en los ecosistemas, y este se reparte entre menos peces. Además, cada vez se consume más pescado, un grave problema que va en aumento, sobre todo el lugares donde es un alimento tradicional.
El estudio es concluyente, pero deja un halo de optimismo ya que los investigadores han demostrado que no todo el metilmercurio que se consume es absorbido por nuestro cuerpo, sino que podemos evitarlo gracias a unas buenas pautas de consumo. Por ejemplo, la ingesta de pescado cocinado rebaja los niveles de este neurotóxico, también el consumo de té ayuda a minimizar la absorción.