viernes, 27 de febrero de 2015

24 formas de tener más energía


Sigue estos consejos y tu metabolismo funcionará a toda máquina.
1. CORTA CON LOS CAFÉS MATUTINOS

Supera tu adicción a la cafeína y espera a acabar de comer para tomarte el primer café del día. En ese momento, tus niveles de adenosina (la sustancia química responsable de la sensación sueño) están tan elevados que pueden convertirte en un koala narcoléptico. Para obtener un efecto más duradero, opta por dosis pequeñas y regulares (tómate un par de solos a lo largo de la tarde).
2. HAZ CINCO MINUTOS DE EJERCICIO
No seas haragán y sal de la cama. El ejercicio matutino impulsará tu energía hasta el infinito y más allá (y puede doblar el número de calorías que quemes a lo largo del día). No hace falta que corras ocho kilómetros a las cinco de la mañana. Con cinco míseros minutos es suficiente. Aprovéchalos para hacer algunas flexiones o unos saltos a la comba y elevar tu ritmo cardiaco.
3. LEVÁNTATE Y COGE EL TELÉFONO
huye como del demonio de las frases tipo "¿te importa pasarme...?". Mejor levántate y anda. Contribuirás a estirar los músculos tensos y lograrás que tu respiración sea más profunda y que la sangre renovada (rica en oxígeno) invada tu cerebro.
4. ASPIRA HONDO
Según un estudio presentado recientemente por la Fundación para el Gusto y el Olfato de Chicago (EE.UU.), oler determinadas sustancias naturales provoca una descarga instantánea de energía en el organismo. Toma nota del Top 3: romero, menta y jengibre.
5. ACUÉSTATE UNA HORA ANTES
Según apuntan diversos estudios, dormir 60 minutos más equivale al excitante efecto provocado por dos tazas de café. Eso sí, este truco sólo funciona si te tienes que levantar temprano.
6. DUÉRMETE EN EL SOFÁ
Si ella te envía a dormir al sofá, dale las gracias. Una noche fuera de tu cama puede obrar maravillas y enviar al limbo a ese insomnio que lleva meses robándote energía. Además, según una reciente encuesta realizada por Ikea, el 72% de los hombres afirma dormir mejor en el sofá que con su pareja.
7. GIMNASIA Y PIJAMA
Un reciente estudio japonés ha demostrado que practicar ejercicio por la noche hace que al día siguiente el organismo se encuentre mucho más descansado. Los Investigadores han descubierto que hacer gimnasia cuando cae el sol aumenta los niveles de testosterona, una de las hormonas que influyen en la metabolización de la energía.
8. BEBE MÁS AGUA
No te descubrimos la pólvora. La deshidratación acelera el cansancio, ya lo sabes. En cuanto te despiertes, y en ayunas, bébete un gran vaso de agua fresca.
9. SÁLTATE LA ÚLTIMA COPA
De acuerdo, el alcohol te conduce rápidamente a lo que te puede parecer un plácido sueño. Pero, en tu interior, la cosa no está tan clara. Esa última copa interfiere en la fase REM, la del sueño profundo. Evita beber durante las tres horas previas a meterte en la cama (o de tirarte en el sofá).
10. DISFRUTA DEL DESAYUNO
Mientras duermes, tu organismo sufre un descenso importante del nivel de glucosa en sangre. El depósito se vacía y hay que volverlo a llenar. “Desayuna una pieza de fruta o un zumo, que te aportarán fructosa, fibra e hidratos de carbono simples, un lácteo (un yogur o un vaso de leche), pan con aceite de oliva y embutido o huevos”, recomienda José Manuel Ávila, nutricionista de la Fundación Española de Nutrición. El embutido y los huevos te proporcionarán una buena dosis de proteínas. Diversos estudios han demostrado que desayunar correctamente (de forma que esta comida te aporte el 25 % de la energía que necesitas a lo largo del día) ayuda a reducir los índices de masa corporal.
11. PRACTICA EJERCICIO A DIARIO
Entrenar, correr, ir en bicicleta o nadar son actividades que te proporcionan un subidón natural, ya que liberas endorfinas, unas hormonas que refuerzan tu sistema inmunológico y mejoran tu estado de ánimo.
12. TÓMATE UN TENTEMPIÉ
Incluso después de desayunar como un rey, en torno a las 10 y media de la mañana ya habrás utilizado la mayor parte del glucógeno acumulado. “Para recargar las pilas, lo ideal es comerse una barrita de cereales, que aporta hidratos de carbono complejos. Si aún tienes hambre, cómete una pieza de fruta”, señala Ávila. Eso sí, opta por barritas bajas en grasa y por frutas ricas en fructosa como la manzana o el plátano.
13. HAZ AMIGOS EN EL TRABAJO
Una reciente investigación llevada a cabo por expertos holandeses ha demostrado que la gente tímida e introvertida tiene más probabilidades de sentirse agotada que quienes son extrovertidos y sociables. Los científicos han descubierto que evitar la interacción con los compañeros de trabajo resulta agotador.
14. A REMAR
Tener una espalda y un torso fuertes te ayudará (además de a provocar suspiros) a realizar tus tareas con un esfuerzo menor y, por lo tanto, a cansarte menos. Échale una mano a tu espalda y practica el remo. Eso sí, asegúrate de adoptar la postura correcta durante todo el ejercicio: mantén las rodillas ligeramente flexionadas y los tiradores justo por debajo del pecho.
15. HAZ UNA SIESTA
Si te entra la "ñoña" después de comer, ríndete. “Disfrutar de una siesta corta, 20 minutos es lo ideal, te regenerará para rendir al máximo durante dos horas más”, afirma Joyce Walseben, una experta americana en trastornos del sueño. Pero olvídate del pijama: una siesta demasiado larga te haría caer en un sueño profundo y afectaría a la calidad de tu descanso nocturno.
 16. CANTA EN LA DUCHA
No importa que desafines, liberarás endorfinas... a menos que estés en la ducha de la cárcel y tu canción favorita sea YMCA de los Village People, claro.
17. TOMA HIERRO
Controla tus niveles de hierro. Si son demasiado bajos, tu cuerpo no podrá crear hemoglobina (encargada de repartir oxígeno) y te sentirás siempre cansado.
18. AL TRABAJO CON UNA SONRISA
Evita los malos rollos. “Intenta rodearte de personas que resuelvan problemas, en vez de traspasarlos para no asumir responsabilidades”, aconseja Jordi Fernández Castro, catedrático de psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
19. PÁRATE Y RESPIRA HONDO
“Cuando notes malestar o te sientas cansado, prueba a sentarte recto en la silla, con los hombros relajados, y estira los músculos del cuello arriba y abajo. Aspira profundamente contando hasta tres y exhala mientras cuentas hasta seis”, recomienda Fernández.
20. COME FRUTOS SECOS
En cuanto el agotamiento haga acto de presencia, toma un buen puñado de frutos secos y pasas. Te proporcionarán una buena descarga de potasio (un mineral que tu organismo necesita para convertir el azúcar en energía) y de magnesio.
21. RÍETE
No sólo ahuyentarás las penas, sino que activiarás el flujo sanguíneo y estarás más atento.
22. BUSCA EL SOL
En cuanto veas aparecer un rayo de sol, lánzate a por él cual lagarto friolero. Elevarás los niveles de serotonina, mejorará tu ánimo e incrementarás tu energía.
23. COLÓCATE BIEN
Evita que la presión te hunda con este simple ejercicio: deja caer los hombros y lleva la barbilla hacia el pecho (notarás como tu cuello se estira ligeramente). Mantén la posición e inclina la cabeza suavemente, como si dijeras “sí”, pero sin doblarla demasiado. ¿Mejor?
24. PROGRAMA TU DESCANSO
Por cada 50 minutos delante del ordenador, cinco minutos de relax. “Programar los descansos repercute beneficiosamente en la productividad”, asegura Fernández.

jueves, 26 de febrero de 2015

5 posturas sexuales que favorecen las caricias


¿Su contacto te estremece? Existen cinco millones de posibilidades de que un roce te produzca placer, la misma cantidad de terminaciones nerviosas que se encuentran en el órgano más grande del cuerpo humano: la piel.  Para descubrirlas existen diversas opciones entre las que se encuentran las posturas sexuales.

De acuerdo a la University College de Londres, la velocidad del goce proporcionado por el contacto corporal no es igual entre hombres y mujeres. En ellas, las caricias desaceleran la presión sanguínea, mientras que en el caso de los varones ésta es casi inalterable.

¡Vivan las caricias!


Dentro de la intimidad, especialmente en el coito, en ocasiones es difícil continuar con las caricias. Para no dejar a un lado este elemento esencial para alcanzar el orgasmo, te proporcionamos 5 posturas sexuales que favorecen las caricias:

1. La posesión. En ésta, las piernas se entrelazan haciendo que la penetración sea más placentera. Acuéstate boca arriba con las piernas abiertas. Sentado tu compañero, deberá penetrarte mientras te toma por los hombros, acción que también lo ayudará a regular sus movimientos.

2. La libélula. Ambos deben estar tendidos al costado en un lugar cómodo.  Tú debes darle la espalda a tu compañero, posteriormente flexiona la pierna izquierda sobre su cadera. De esta forma tu compañero te penetrará y regulará los movimientos mientras te acaricia.

3. El molde. Con las piernas juntas y flexionadas, acuéstate mientras tu compañero se coloca atrás de ti. Con suavidad y coordinación él debe penetrarte, mientras tú disfrutas del placer de acariciarlo.

4. El espejo. La mujer se debe acostar de espaldas, boca arriba sobre la cama. Con las piernas levantadas, mientras su compañero sostiene sus rodillas al mismo tiempo que la penetra. Para una penetración profunda y movimiento más rápido el hombre puede apoyarse del brazo que le queda libre. Esta postura  permite que se crucen las miradas, generando un vínculo más estrecho, así como una mayor interacción de las manos.

5. Cara a cara. Conocida también como la del “Misionero”, ésta favorece las caricias y el contacto visual. Además de que es muy cómoda para ambos miembros de la pareja. 

Todo en la sexualidad está permitido siempre que exista respeto y confianza en la pareja. ¡No lo olvides y disfruta de cada caricia en la intimidad!

"Hoy a los jóvenes se les impone ser un Robocop en la cama como modelo de sexualidad"

  • Carlos San Martín Blanco cree que "el sexo es siempre un acto íntimo, aunque se practique con alguien a quien apenas conoces"

Se define como «un sherpa» que acompaña a los pacientes en el camino aunque deja claro que ellos deben responsabilizarse de los pasos a dar. Está convencido de que los «numerosos mitos y tópicos» que rodean a la sexualidad perjudican la vivencia y la experiencia, y lamenta la carencia de un sistema normalizado de educación que se traduzca en una «sexualidad saludable». Carlos San Martín Blanco, médico, sexólogo y psicoterapeuta sexual, familiar y de pareja, es coordinador del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA de Santander. Secretario General de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual, el terapeuta pone el punto de mira de su inquietud en los jóvenes, pues «afrontan el sexo cada vez con mayor inseguridad y presión». El presidente de la Asociación Española para la Promoción Integral de la Salud Sexual denuncia cómo se impone socialmente un «modelo atlético» del sexo.
El especialista, que desde hace más de dos décadas ejerce la asistencia profesional desde su consulta y desde diversas ventanas comunicativas y de formación, alerta sobre el incremento de las adicciones sexuales y situaciones disfuncionales a nivel de pareja vinculadas a las nuevas tecnologías.
¿El sexo está magnificado, sobredimensionado o, por el contrario, hemos banalizado su importancia?
Sin duda está frivolizado. Hemos pasado de una visión negativista, donde era muy complicado hablar de sexualidad con naturalidad, a una visión en la que nos escondemos detrás de la frivolidad para no ser capaces de tener normalidad. Las mujeres son capaces de hablar entre ellas de manera más honesta sobre su propia vida sexual y vivencias, mientras que los hombres seguimos protegiéndonos detrás del mito, del gracejo, de la broma fácil, del comentario un tanto prepotente porque además se nos sigue condicionando para que nuestra percepción influya bastante en la autoestima. Y ello influye bastante en cómo vive el individuo su propia masculinidad. Su propia visión de hombre está determinada por si es capaz o no de complacer a una mujer.
¿Quizás una de las claves de todo lo que rodea al sexo reside en que se habla mucho y se practica poco?
Eso seguro. Hablamos mucho de sexo porque es lo que mueve el mundo. Debemos asumir que la sexualidad forma parte de nuestra personalidad y que de una manera muy importante nos relacionamos con nosotros mismos y los demás de acuerdo con nuestra condición, identidad y orientación sexual. Y todo eso nos moviliza y nos condiciona a la hora de actuar como individuos. Otra cosa es que algo tan inherente desde el punto de vista práctico se dé con mayor o menor protagonismo en la vida de cada uno.
¿Qué hay que entender por una sexualidad sana?
Sana o saludable es aquella vivencia del sexo como algo positivo. No solo de la actividad sexual sino también de la personalidad sexual. Por ejemplo, cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo. Si lo aceptamos o no, si nos condiciona porque genera complejos y autorepresiones. El concepto de sexualidad va más allá de lo que la mayor parte de personas entiende por él: se nos viene a la cabeza penetración o una actividad convencional... Pero cuando un sexólogo dice sexo habla de la relación de la persona consigo misma y los demás.
Al final ¿todo problema, déficit o trauma tiene su origen en un problema de educación?
Sin duda. Hay una frase significativa al respecto: es mucho más fácil criar un niño sano que curar a un adulto enfermo. La educación sexual sigue siendo una asignatura pendiente y da igual que la sigamos reivindicando desde siempre. Sigue a expensas de las decisiones que se toman desde las propias creencias individuales. No hay convicción todavía de que educar sexualmente de manera saludable supone criar adultos más saludables en lo sexual. La educación está detrás de todo. Si educamos a un joven desde el respeto, desde la capacidad de gestionar su vida sexual de manera positiva, vamos a criar un adulto más sano. Ocurre al revés si lo ocultamos, si lo frivolizamos. Si fuéramos capaces de transmitir a los niños y niñas una visión normalizada del sexo desde el minuto uno, no pasaría eso.
Pero el déficit ya está en la base, en la propia ausencia de la sexualidad en el sistema educativo...
Los programas de educación sexual son anecdóticos. No hay una política educativa pese a que en su momento se aprobara una ley que fue muy aplaudida pero que no ha llegado a implementarse. A los profesionales nos preocupa extremadamente esa falta de educación porque, a partir de ahí, llega todo lo demás. Si no somos capaces de cambiar algunos patrones como que el sexo para algunas personas se convierta en una situación exigente, en la que uno se juega su masculinidad o parece que debes cumplir unos objetivos. Nosotros hablamos mucho del modelo atlético: al sexo parece que vamos a medir cuántos orgasmos tenemos, si la tenemos bien dura... En definitiva, a competir como en un gimnasio.
¿Y en qué se traduce?
Cada vez vemos a jóvenes con problemas sexuales derivados de ese miedo a no dar la talla, a no estar a la altura de la circunstancia, a defraudar a su pareja en la medida en que las mujeres se han vuelto más exigentes, y a los hombres nos ha pillado con el pie cambiado de manera que nos sentimos incapaces de abordar ese rol y eso es un caldo de cultivo para desarrollar problemas. Si afronto una relación sexual con miedo, inseguridad y desconfianza mi cuerpo no va a responder bien y entonces todo derivará en gatillazo, en eyaculación precoz...
¿Un sexólogo diferencia entre follar y hacer el amor?
Sí, claramente. Aunque soy de la opinión de remarcar que el sexo es siempre un acto íntimo, aunque se practique con alguien a quien apenas conoces. Es un acto de intercambio y es imposible no vincularte a una persona aunque sea follar. El concepto de hacer el amor incluye otros ingredientes y un cierto nivel de apego como la ternura y la intimidad. Pero incluso el sexo más esporádico no deja de ser una situación de intimidad e intercambio afectivo.
¿El sexo se aprende, y sabemos más de él a medida que lo practicamos?
Por supuesto. Ese es uno de los mitos habituales: el de que nacemos aprendidos, que sabemos lo que le puede gustar a nuestra pareja sin preguntar. A las dos semanas de conocer a una persona sabemos su color, película, música o comida favoritas. Se lo preguntamos y empezamos a descubrirla. Sin embargo, cuesta mucho comunicarnos en el sexo y descubrir al otro. Al final es un proceso de aprendizaje como cualquier otra faceta. Lo que a una persona le puede resultar positivo o agradable, para otra puede no serlo. La sexualidad se aprende, las habilidades sexuales se aprenden y mejoran.
¿Las nuevas tecnologías han conllevado nuevas patologías?
Sin duda alguna. Vemos hoy una escalada muy importante de adicciones sexuales y situaciones disfuncionales a nivel de pareja vinculadas con lo tecnológico. Personas obsesionadas por el control de la pareja a través del whatsapp. O el acceso a la pornografía, que ha disparado también las adicciones sexuales de personas enganchadas.
¿El sexo en el presente rompe o une más parejas?
En estos momentos rompe más parejas. Las condiciones a las que están expuestas muchas no facilitan una sexualidad saludable. El estrés, la crisis, sin duda, se traduce en realidades duras que han generado conflictos, tensiones económicas... Una pareja expuesta a las situaciones problemáticas es más vulnerable a los conflictos. El contexto social del presente no facilita la sexualidad de las parejas. Los terapeutas recomendamos siempre que se tomen un tiempo para ellas. Buscar momentos de intimidad donde puede surgir la relación sexual. Las parejas hoy en día priorizan casi todo antes que su propia relación y eso nos pasa factura. Los hábitos sexuales y la forma de vivir la sexualidad del presente tiende más a separar las parejas que a unirlas.
Como mostró la película visionaria 'Her', ¿podemos llegar a amar a una máquina o a vivir el amor y desear en un plano virtual?
Tengo pacientes que han visto a su pareja una vez pero su relación es diaria. La realidad es que hay nuevas geografías amorosas, nuevas formas de relacionarse a nivel afectivo e incluso sexual. Personas que no se han conocido pero ya han tenido sexo telefónico. Y eso es una realidad que aún no sé si es buena o mala, pero sí diferente. Hay personas capaces de mantener relaciones perfectamente sanas, desarrollar tipos de apego habiéndose visto apenas una vez. Nos enfrentamos a nuevas formas de relación.
¿La crisis provoca más pacientes?
En general sí. Hay parejas que a día de hoy no pueden separarse. Antes iban al abogado y ahora acuden a nosotros para intentar mediar y buscar soluciones temporales que garanticen una convivencia digerible.
Una estadística reciente apuntaba que una mayoría de parejas españolas sería capaz de todo con el fin de lograr placer...
No lo creo en absoluto. Hay cierta moda de intercambio de parejas pero más verbal que real. Eso ha existido siempre por curiosidad pero hay que entender que el menú sexual es algo que tiene que elegir uno. Está bien que se hable de alternativas, de otras prácticas, eso es positivo. Pero ello no significa que sea un plato demandado. Hay que saber muy bien cuál es el límite entre una fantasía y la realidad. No te tiene que gustar algo obligatoriamente o porque está de moda. No eres menos moderno ni disfrutas menos del sexo porque tengas gustos sexuales más convencionales. Hay gente a la que no le gusta la 'nouvelle cuisine' y prefiere un cocido montañés. Cuidado con las influencias y las modas, lo importante es que cada uno elija.
¿En estos momentos predomina alguna patología o disfunción?
Cada vez vemos más casos de disfunciones sexuales en gente más joven. Cuando hablamos de casos por término medio hacemos referencia a un 20% de la población. La diabetes tiene una prevalencia del 14 y la disfunción eréctil del 20 o la eyaculación precoz del 22. Es decir, hablamos de situaciones e incidencias que afectan a muchísimas personas. Los jóvenes afrontan el sexo cada vez con mayor inseguridad y presión. Se impone ese modelo atlético que citaba, eso de 'tengo que ser Robocop en la cama' o se buscan los referentes del cine porno. Si no fuera una cuestión sexual, este aumento en la gente joven sería algo epidemiológico, las autoridades sanitarias estarían preocupadas. Pero de eso no interesa hablar porque hay implicaciones morales o de otro tipo. El sistema sanitario sigue marginando la salud sexual.
¿El orgasmo está sobrevalorado?
Sí, sobre todo desde ese modelo finalista, desde esa idea de la sexualidad como competición. El objetivo es tener un orgasmo y tenerlo de una determinada forma. Muchas parejas consideran que es un fracaso si no llegan al orgasmo a través de la penetración. Pero si es por masturbación o juegos sexuales parece que es un orgasmo menor.
¿La pornografía es mala?
No. Utilizada de forma positiva es recomendable como hago yo con algunos casos de pacientes (eyaculación precoz o parejas que necesitan estímulos). El problema es cuando la pornografia se convierte en elemento excluyente a la hora de canalizar la sexualidad de cada uno. De eso tienen mucha culpa algunas compañías, como esos anuncios televisivos que siguen transmitiendo de manera sistemática el mito de que hay que llegar al orgasmo a la vez. Eso es ingeniería amorosa. Y lo que sucede es que nos obsesionamos con el resultado, en lugar de con el cariño. Es como el que sube al Everest con los ojos cerrados, llega a la cima pero se ha perdido todo el paisaje. Disfrutemos del camino.
-¿A un sexólogo le sigue sorprendiendo algo?
Por supuesto. A mí me sorprende lo valientes que son los pacientes. Una persona que reconoce determinados problemas y miedos y se enfrenta a ellos, capaz de asumirlos y trabajarlos, me parece admirable. Son personas maduras las que reconocen eso de 'Houston tenemos un problema' y yo solo no puedo con él. Pero en los últimos tiempos lo que más sorprende es lo mal que se están relacionando los jóvenes. Situaciones de dominación, de celos, de control, relaciones muy patológicas, que incluyen también los malos tratos. Muchos padres nos traen a sus hijos e hijas de 15, 16 y 17 años que revelan situaciones que son identificables con violencia de género.
¿Qué recomendaciones prioritarias trasladaría a una pareja inmersa en el hastío?
Ser consciente de que si la sexualidad no funciona es un hándicap importante para el bienestar de la pareja. Una relación de pareja sin sexo es deficitaria y acaba pasando factura. Segundo, aceptar que la sexualidad cambia a lo largo del tiempo, incluyendo la expectativa y el deseo. Y tercero: la necesidad de redescubrirse dedicándonos más tiempo. El gran problema de las parejas es que no se dedican tiempo.
¿Sobran tópicos y falta pasión?
Sobran esas creencias rígidas que nos hacen tener roles que nos aprisionan y condicionan nuestra relación.
www.ElDiarioMontanes.es

El hombre que movió una montaña para acercar un hospital a su pueblo

Dashrath Manjhi trabajó durante 22 años usando martillo, cincel y palancas para construir un camino a través de una montaña


Escrito por David Martinez
Había oído que la fe mueve montañas, pero jamás imaginé que esa afirmación podía ser literal. Hasta que conocí la motivacional historia de Dashrath Manjhi, bautizado con toda justicia comoMountain Man. Manjhi nació en un pequeño pueblo indio llamado Gahlour, cerca de Gaya, que es la segunda ciudad más grande de Bihar. Manjhi perdió a su mujer en los años 60 cuando fue incapaz de recorrer los 70 kilómetros que separaban su hogar del médico más próximo. Entre él y la curación de su mujer se interpuso un gigante pétreo infranqueable: una montaña. Aquel día empezó a demostrar que la fe, en realidad, sí mueve montañas.
La trágica muerte de su esposa hizo que Manjhi se propusiera apartar esa montaña. Primero optó por la vía más lógica, la de pedir ayuda al gobierno. Y recibió la más común de las respuestas oficiales:no. Ni corto, ni mucho menos perezoso, Manjhi asumió la responsabilidad que evadían los organismos gubernamentales. “La gente le había pedido al gobierno muchas veces que construyera una carretera a través de la colina, pero nadie prestó atención. Así que decidí hacerlo por mi cuenta“, explicaba este héroe moderno en un reportaje que retrataba su hazaña. La muerte de su esposa le motivó, pero también la necesidad de su pueblo por obtener mejores comunicaciones para el comercio o la educación de los niños.
En un país tan alarmantemente pobre como la India, Manjhi sólo disponía de tres herramientas para mover la montaña: un cincel, un martillo y una pala. Eso sí, contaba también con un arma indestructible: la fe en sí mismo. Durante dos décadas, de 1960 a 1982, Manjhi trabajó sin descanso para convertir un peligroso paso entre montañas en el que sólo cabía una persona, en un camino de más de 9 metros de ancho por el que, aún a día de hoy, pueden circular varias personas, motos y bicicletas. En esos veinte años eliminó una montaña creando un paso de 110 metros de longitud y más de 7 metros de alto. De esta forma, redujo la distancia entre su localidad y la ciudad de Gaya de los 75 trágicos kilómetros que impidieron la curación de su esposa a sólo 8 kilómetros. La distancia a la escuela también se vio sensiblemente reducida: de 8 kilómetros a los 3 que hay actualmente en un paso que aprovechan la mayoría de pueblos de la zona.

“El amor por mi esposa fue la chispa inicial del proyecto de construir un camino. Pero lo que me mantuvo al frente sin miedos ni preocupaciones fue el deseo de ver a centenares de personas cruzando las colinas cuando quisieran”, explicó Manjhi en una entrevista para el diario indio Tehelka. En ese mismo artículo, Mountain Man confiesa que al princpio recibió burlas de la comunidad por su sueño de mover la montaña, pero que con el paso del tiempo y el avance de su trabajo recibió ayuda desinteresada. “Muchos se rieron de mi, unos pocos me apoyaron y me compraron nuevas herramientas”, recordaba en el año 2007, poco antes de que un cáncer acabara con su vida y que el gobierno indio, esta vez sí, lo despidiera con un funeral con honores de estado. Él ya no estaba allí para verlo, ni tampoco la montaña que movió con sus manos.

Astrónomos descubren un agujero negro 12 mil millones de veces mayor que el Sol

Fue visto desde Estados Unidos, China, Chile y Australia, y pertenece a una época en la que el universo tenía menos de mil millones de años.


Un grupo de científicos ha descubierto un agujero negro con una masa aproximadamente 12.000 millones de veces mayor que la del Sol, según publicó hoy la revista británica "Nature"
El equipo ha detectado un cuásar que contiene un agujero negro supermasivo en su interior y que pertenece a una época en la que el universo tenía menos de mil millones de años. 
Este descubrimiento podría cuestionar en profundidad determinadas teorías sobre la formación y crecimiento de los agujeros negros y las galaxias. 
El agujero negro de gran masa está localizado en el corazón de un cuásar ultraluminoso, un cuerpo celeste de pequeño diámetro y gran luminosidad que emite grandes cantidades de radiación. 
Después de analizar el descubrimiento, el grupo de astrónomos considera que el agujero negro se originó alrededor de 900 millones de años después del Big Bang, algo que consideraron "particularmente sorprendente". 
El descubrimiento y el estudio posterior fue llevado a cabo por un equipo de astrónomos de la universidad de Pekín y coordinado por Xue-Bing Wu, profesor del departamento de astronomía de esa universidad. 
Xue-Bing Wu y su equipo realizaron un seguimiento del quásar utilizando datos de proyectos de inspección y estudio como el SDSS (Exploración Digital del Espacio Sloan) y el 2MASS (Reconocimiento en dos micrómetros del cielo completo). 
Además, los astrónomos también utilizaron datos del estudio de la NASA Wide-Field Infrared Survey Explorer (WISE), un proyecto que lanzó un telescopio espacial en 2009 para estudiar la radiación infrarroja. 
El astrónomo del Max Planck Institute for Astronomy Bram Venemans reaccionó en un artículo de "Nature" al descubrimiento y afirmó que "descubrir agujeros negros pertenecientes a los inicios de los tiempos cósmicos es algo extraño". 
A pesar de la rareza de este descubrimiento, Venemans puntualizó que "la tecnología actual y del futuro acercará a la ciencia a conocer las características del universo durante los primeros centenares de millones de años después del Big Bang". 
Según la cosmología actual, el origen del universo se remonta a la gran explosión de un punto de densidad infinita que generó la materia, el espacio y el tiempo. 

miércoles, 25 de febrero de 2015

Prácticas y posturas sexuales más peligrosas de lo que imaginas

Te descubrimos que hay prácticas y posturas sexuales aparentemente inofensivas que son más arriesgadas de lo que crees.

Imagen de la película "Amor y otras drogas'
Ah, el sexo. Uno de los placeres más asequibles y fáciles de obtener que nos ha proporcionado la vida. Y, a poco que se tomen las medidas adecuadas, sano y seguro. O no tanto… vamos a descubrirte que hay prácticas y posturas sexuales que son más arriesgadas de lo que parecen. Así que si eres algo hipocondríaco o paranoico, quizás sería mejor que no siguieras leyendo.
¿Sabes que determinadas posturas puedes hacer que terminesfracturándote el pene y que lo que prometía ser una intensa noche de pasión acabe siendo una noche en Urgencias? Antes de continuar hay que dejar claro, para tranquilidad del lector, que las lesiones en el pene son muy poco comunes, aunque pueden ocurrir.
Las posturas que más riesgo conllevan son en las que la mujer deja caer todo su peso sobre el hombre, como la de El Ascensor, en la que el hombre se encuentra de pie con la mujer a horcajadas, mientras ella apoya sus pies para coger impulso en cualquier superficie como puede ser una mesa. El varón queda a merced de su compañera de cópula que tiene que medir muy bien los movimientos y la intensidad a no ser que quiera terminar en el suelo, con un importante golpetazo en la espalda o con una temida fractura o aplastamiento del pene.
Una muy parecida a la anterior, y que puede acarrear las mismas consecuencias, es la postura en la que el hombre se encuentra de pie con la espalda apoyada en la pared, mientras la mujer está subida a horcajadas con las piernas dobladas. Hay que ir con mucho cuidado ya que un resbalón inesperado hará que ella caiga de espaldas lesionándose la columna, además de doblar hacia abajo el pene, pudiendo provocar una lesión importante. 
Pero, más allá de las posturas, hay prácticas sexuales que conllevan más riesgos para la salud de lo que en un principio podríamos creer. El beso negro o anilingus (es decir, sexo oral en el ano), por ejemplo, solo se debería practicar con una pareja estable y de confianza y, huelga decir, con una higiene absoluta porque de lo contrario existe el riesgo de contraer hepatitis o parásitos intestinales como el E.coli.
También es más común de lo que pensamos la práctica de la hipofixilia que consiste en provocar la asfixia cuando se está cerca del orgasmoya que la falta de oxígeno en la cabeza genera más placer. Normalmente, esta práctica es más común en la masturbación (autoasfixia erótica), pero también se ve en pareja. Hay varios casos, algunos célebres, de personas a las que se les fue de las manos y acabarían muriendo ahogados.
Y, hablando de masturbación, cuidado con introducir dentro de la vagina o el recto frutas o verduras que no estén esterilizadas por las infecciones que podría producir, u objetos de vidrio como botellas que después no pueden extraerse al producirse un efecto ventosa.

Broma arquitectónica gigante: el hospital con forma de hombre desnudo



Cualquier cazador de ‘bulos’ por internet diría que es demasiado bueno para ser cierto, pero la realidad es que el newmarket health center existe. Esta clínica situada en la provincia canadiense de ontario y especializada en pacientes de la tercera edad habría pasado desapercibida para la mayoría de los mortales de no ser por google maps: vista de pájaro el centro médico tiene la forma de un hombre desnudo, con su cabeza, sus brazos, sus piernas e incluso sus genitales

Homenaje a la grandeza del ser humano o broma arquitectónica, lo cierto es que la peculiar estructura del newmarket health center había pasado desapercibida para los habitantes de la ciudad en la que nacieron los cómicos Jim Carrey y John Candy desde su inauguración en 2010 hasta hoy.

La clínica, de gestión pública, cuenta con 132 habitaciones y está especializada en enfermedades degenerativas como el alzheimer o la demencia. Incluso hace cinco años la Community Care Access Centres (CCAC), la entidad responsable del centro, hizo un vídeo para promocionar sus virtudes… pero se olvidaron de mostrar su secreto mejor guardado, su particular forma