Te descubrimos que hay prácticas y posturas sexuales aparentemente inofensivas que son más arriesgadas de lo que crees.
Imagen de la película "Amor y otras drogas' |
Ah, el sexo. Uno de los placeres más asequibles y fáciles de obtener que nos ha proporcionado la vida. Y, a poco que se tomen las medidas adecuadas, sano y seguro. O no tanto… vamos a descubrirte que hay prácticas y posturas sexuales que son más arriesgadas de lo que parecen. Así que si eres algo hipocondríaco o paranoico, quizás sería mejor que no siguieras leyendo.
¿Sabes que determinadas posturas puedes hacer que terminesfracturándote el pene y que lo que prometía ser una intensa noche de pasión acabe siendo una noche en Urgencias? Antes de continuar hay que dejar claro, para tranquilidad del lector, que las lesiones en el pene son muy poco comunes, aunque pueden ocurrir.
Las posturas que más riesgo conllevan son en las que la mujer deja caer todo su peso sobre el hombre, como la de El Ascensor, en la que el hombre se encuentra de pie con la mujer a horcajadas, mientras ella apoya sus pies para coger impulso en cualquier superficie como puede ser una mesa. El varón queda a merced de su compañera de cópula que tiene que medir muy bien los movimientos y la intensidad a no ser que quiera terminar en el suelo, con un importante golpetazo en la espalda o con una temida fractura o aplastamiento del pene.
Una muy parecida a la anterior, y que puede acarrear las mismas consecuencias, es la postura en la que el hombre se encuentra de pie con la espalda apoyada en la pared, mientras la mujer está subida a horcajadas con las piernas dobladas. Hay que ir con mucho cuidado ya que un resbalón inesperado hará que ella caiga de espaldas lesionándose la columna, además de doblar hacia abajo el pene, pudiendo provocar una lesión importante.
Pero, más allá de las posturas, hay prácticas sexuales que conllevan más riesgos para la salud de lo que en un principio podríamos creer. El beso negro o anilingus (es decir, sexo oral en el ano), por ejemplo, solo se debería practicar con una pareja estable y de confianza y, huelga decir, con una higiene absoluta porque de lo contrario existe el riesgo de contraer hepatitis o parásitos intestinales como el E.coli.
También es más común de lo que pensamos la práctica de la hipofixilia que consiste en provocar la asfixia cuando se está cerca del orgasmoya que la falta de oxígeno en la cabeza genera más placer. Normalmente, esta práctica es más común en la masturbación (autoasfixia erótica), pero también se ve en pareja. Hay varios casos, algunos célebres, de personas a las que se les fue de las manos y acabarían muriendo ahogados.
Y, hablando de masturbación, cuidado con introducir dentro de la vagina o el recto frutas o verduras que no estén esterilizadas por las infecciones que podría producir, u objetos de vidrio como botellas que después no pueden extraerse al producirse un efecto ventosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario