martes, 1 de noviembre de 2016

La biomasa también pide paso en la ciudad

Fuente de energía sostenible, reduce las emisiones de CO2 y crea más empleo que la industria del gas


Una planta generadora como la de la imagen, de la compañía Veolia, puede dar servicio a miles de viviendas
Calentar las viviendas con la combustión de leña, una imagen que ya parecía destinada únicamente a casas de zonas rurales, totalmente alejadas de los grandes núcleos urbanos, no solo no es cosa del pasado, sino que tiene un futuro prometedor. Eso sí, los troncos de madera han dado paso a labiomasa procedente de materiales de origen forestal, agrícola y ganadero para producir calor y energía. Hoy en día, plantas generadoras, calderas, cocinas, chimeneas, quemadores, depósitos y estufas (de aire o agua), que poseen un gran aprovechamiento energético y que apenas general residuos, producen una energía más limpia y barata que la procedente del petróleo y el gas. Es a su vez más respetuosa con el medio ambiente, porque emite menos CO2 a la atmósfera que otras energías basadas en la combustión.
Al hablar de biomasa nos estamos refiriendo a biocombustibles sólidos, como los pellets (pequeños cilindros de madera y serrín prensados), astilla forestal o huesos de aceituna. También se incluye en esta denominación los purines y desechos orgánicos, que mezclados con restos vegetales se emplean para producir biogás.

Fácil Transporte

El presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom)Javier Díaz, asegura que esta energía es limpia y se transporta muy fácilmente. Cada vez son más las viviendas en pueblos y zonas rurales donde estufas y calderas de biomasa dan energía de una forma limpia y con mayor aprovechamiento energético que las tradicionales chimeneas. El rendimiento medio está entre el 80% y el 90%, y en algunos casos supera el cien por cien, sostiene.
En Copenhague una sola instalación abastece a dos millones de domicilios
Pero su uso está empezando a introducirse en poblaciones de mayor tamaño, al igual que en grandes urbes. En países del norte de Europa es una práctica ya muy extendida. En Copenhague existe una instalación que da servicio a más de dos millones de hogares. Una única planta de producción, equivalente a un edificio de seis plantas, es suficiente para abastecer a miles de viviendas, con el consiguiente ahorro de emisiones contaminantes, ya que solo habría una única chimenea y se eliminan por tanto el resto de las calefacciones centrales que tienen las comunidades de vecinos. «La biomasa permite una economía de escala, con un ahorro de costes para el usuario. Se sustituyen chimeneas y fuentes de emisión», indica Díaz.
En nuestro país ya existen proyectos en Móstoles o Soria, que dan servicio a 1.950 viviendas, y 2.000, respectivamente. En Valladolid, el campus Miguel Delibes de la universidad pucelena da servicio a sus 22 edificios, además del centro de atletismo, la residencia deportiva, las piscinas y el pabellón Río Esgueva. La instalación tiene una potencia térmica de 14.100 kilovatios y permitirá abaratar la factura energética en un 15%.
Este tipo de energía tiene aún un gran potencial de desarrollo, ya que el aprovechamiento forestal podría duplicarse. Países como AlemaniaAustria oSuecia consumen el 60% de lo que se extrae de la limpieza de los bosque, mientras que en España estamos en torno al 30%.
En nuestro país existen 160.000 instalaciones de biomasa, lo que supone un total de 7.275 megavatios
Actualmente la producción es aún modesta, pero está creciendo rápidamente. Este año se ha producido550.000 toneladas de pellets de madera en las 86 plantas repartidas por toda la geografía nacional. Nuestro país, asegura Díaz, cuenta con más de160.000 instalaciones de biomasa térmica en funcionamiento, lo que supone un total de a 7.275 megavatios (MW), que en 2015 supusieron unareducción de 3,224 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Avebiom calcula que con el crecimiento anual que están teniendo en torno a 1.000 MW instalados, en 2020 las emisiones de CO2 se reducirían en 5,5 millones de toneladas, contribuyendo a la reducción de emisiones en sectores no regulados en torno a un 2,5%.

Beneficio medioambiental

Este aspecto, resalta Díaz, es muy beneficioso para el medio ambiente, ya que la utilización de biomasa como fuente energética es una «actividad neutra» en emisiones de dióxido de carbono, ya que en la combustión dichas emisiones son «similares a la captación que han realizado las plantas durante su fase de crecimiento».
Gracias también a la limpieza de los bosques que permiten rebajar las densidades de los mismos, se ayuda a prevenir incendios. «Los fuegos en un bosque que no se limpia son muy virulentos, toda esa masa sobrante arde con mucha facilidad y rapidez, pero cuando un bosque da dinero no se quema», añade Díaz. Esa limpieza permite a su vez abaratar la factura de las administraciones, ya que con la venta de la madera de las podas, permite una mayor gestión de hectáreas.
La mayoría de puestos de trabajos que genera esta energía se producen en el medio rural
Además, este tipo de energía no es necesario importarla, sino que se produce en nuestro país, lo que permite una mayor creación de empleo. Según datos de la asociación, respecto a la producción de combustibles fósiles, la biomasa genera el doble de puestos de trabajo. Y en relación a las actividades de operación y mantenimiento, esta energía produce 60 veces empleo que el gas natural.
La casi totalidad de estos nuevos puestos de trabajo se crean además en el medio rural, lo que, según Javier Díaz, «contribuye a fijar la población al territorio y a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción hasta la transformación, a diferencia de lo que sucede con la producción de energía con combustibles fósiles, donde la mayor parte del empleo se crea en los países de origen».
Un incremento del consumo en doce millones de metros cúbicos al añose crearían 12.000 empleos más en el sector forestal, lo que –asegura–reduciría la compra de 15 millones de barriles de petróleo y de la emisión de nueve millones de toneladas de CO2.

Independencia energética

A este respecto, el presidente de la Asociación Europea de Biomasa (Aebiom), Gustav Melin, asegura que «la biomasa está a punto de convertirse en la primera energía autóctona de Europa, una gran oportunidad para contribuir a la independencia energética de la Unión, al crecimiento económico y a la generación de empleo».
«La biomasa es una gran oportunidad para contribuir a la independencia enérgica de la Unión Europea»
La biomasa como fuerte de energía es todavía bastante desconocida para buena parte de los españoles. Un encuesta llevada a cabo en 2014 ponía de manifiesto que un 70% de los entrevistados desconocía qué es la biomasa. Por esta razón, Avebiom lleva dos años, en colaboración con elInstituto para la Diversificación y horro de Energía (IDAE), realizando exposiciones itinerantes para dar a conocer el uso térmico de la biomasa entre los usuarios. Tras su paso por 14 capitales de provincia españolas y varias localidades de Galicia, con más de 234.000 visitas, la exposición llega aMadrid los próximos 3 al 6 de noviembre, en la avenida de Felipe II.
Actualmente Avebiom cuenta con 180 asociados, centros de investigación y entes de la energía, que generan 11.355 empleos y un volumen defacturación de 2.200 millones de euros, según sus últimos datos.

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