La diabetes mellitus tipo 1, conocida "diabetes genética" o "de nacimiento", podría tener los días contados. Se tratarse de una enfermedad autoinmune cuyo origen aún es desconocido. Es congénita, y el paciente que la sufre requiere de insulina externa de por vida dado que su páncreasno es capaz de producirla. A diferencia de la diabetes tipo 2, que suele desarrollarse en la edad adulta a causa de una mala alimentación, las alteraciones metabólica no la desencadenan.
Sin embargo, gracias a una vacuna ya conocida, esta variedad de diabetes podría aproximarse a su fin. Hablamos, según un pequeño estudio publicado en Vaccines, de la BCG, cuyo uso actual se centra en la prevención de la tuberculosis.
Según el grupo de investigadores estadounidenses responsables del estudio, una única inyección de la vacuna BCG, seguida de un refuerzo tras cuatro semanas, devolverían a la normalidad los niveles de azúcar en sangre en paciente que sufren diabetes de tipo 1. No solo eso, sino que demostraron mantenerse estables con el paso de los años.
Según datos de la Federación Española de Diabetes, la diabetes tipo 1representa el 13% del total de casos diabetes en nuestro país, presente en hasta 29.000 individuos menores de 15 años. Por tanto, poder confirmar los hallazgos de este nuevo estudio en ensayos clínicos más grandes podría tener un gran impacto en la salud de multitud de individuos.
En la diabetes congénita, es el propio organismo el que ataca a las células del páncreas productoras de insulina, la hormona que procesar la glucosa sanguínea y evita que alcance niveles tóxicos para el ser humano. Al contrario de lo que sucede en la diabetes tipo 2, en estos casos siempre es necesario usar insulina externa. En la diabetes adquirida, los 'pinchazos' de insulina médica solo se emplean en casos avanzados donde otros fármacos y las pautas dietéticas han fracasado.
Los 52 afortunados
Además de planear nuevos estudios de mayor tamaño y a largo plazo, los expertos también buscarán descubrir mediante qué tipo de mecanismo actúa la vacuna BCG para mejorar el pronóstico de enfermedad. La realidad es que aún no se sabe exactamente cómo funciona.
Lo que sí se ha comprobado es que la vacuna BCG ayuda a potenciar el sistema inmune. Por ese motivo se la emplea para luchar contra la tuberculosis. Según este nuevo trabajo, sin embargo, también tendría potencial para acelerar la velocidad mediante la cual las células convierten la glucosa en energía. Incluso se llega a formular la hipótesis de que esta vacuna podría ayudar contra la diabetes tipo 2.
El estudio se realizó sobre 52 personas con diabetes tipo 1. Tras recibir las dos dosis de vacuna BCG, sus niveles de azúcar promedio habían disminuido un 10% a los tres años. A los cuatro años, el descenso era de un 18%. De media, los participantes alcanzaron parámetros de HbA1c o hemoglobina glicosilada -la medida de glucosa media de los últimos tres o cuatro meses- de alrededor de 6.65, siendo actualmente 6.5 el limite de diagnóstico de diabetes.
En comparación, el grupo placebo sin tratamiento vio cómo sus niveles de azúcar continuaban aumentando durante los ocho años que duró el estudio. Dado que el número de participantes en el estudio fue limitado, los investigadores abogan por estudios de mayor calado que confirmen estos hallazgos con el paso del tiempo y estudien si la BCG puede mejorar otros tipos de enfermedades autoinmunes.
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