Si encontraras una persona muerta en el bosque, tal vez te asustarías, pero también buscarías cuál fue la causa de muerte, para asegurarte de no ser el siguiente.
Quizás los cuervos hacen lo mismo. Los cuervos son inteligentes y se comunican constantemente; cada uno está pendiente del resto. Cuando son adultos es raro que sean asesinados, así que cuando uno fallece, el resto se da cuenta.
¿Los cuervos están asustados, o hay algo más profundo?
Kaeli Swift, experta en el estudio de cuervos de la Universidad de Washington, realizó un experimento con estos animales y descubrió que, al ver un cuervo muerto, los vivos buscan la fuente del peligro y recuerdan los elementos clave de la experiencia que ayudarán a mantenerlos a salvo en el futuro.
La muerte de un cuervo es un momento de enseñanza que otros cuervos usan para aprender que el lugar y el o la responsable son peligrosos.
Desarrollo del experimento en el funeral de los cuervos
Swift visitó un parque durante días, dejando cacahuates para los cuervos; un día se puso una máscara de látex (los cuervos nunca olvidan una cara y Swift no estaba dispuesta a ser acosada por córvidos enojados) y una peluca con un cuervo muerto.
El primer ave que la vio dio la alarma, y eso detonó una protesta: los cuervos la rodearon a ella y al cadáver. Parecía un funeral, aunque no en la forma humana. Ella considera que estas reuniones sirven a los cuervospara detectar los peligros que los rodean y amenazan la seguridad del grupo.
Cuando Swift regresaba sin máscara al mismo parque y con más cacahuates, los cuervos actuaban distantes y precavidos, como si hubiesen aprendido que hay algo peligroso que ocurre en este lugar.
Igual se comieron los cacahuates, pero tardaron más tiempo en hacerlo; y lo hicieron con sospecha.
Cuando Swift regresó con la máscara, sin el cadáver del cuervo, las aves comenzaron a gritar. Esta reacción fue muy diferente a la que sucedió con las palomas en un experimento que Swift realizó en paralelo, donde las aves no demostraron ningún conocimiento de que hubiera un cadáver de su misma especie cerca.
Y es que esa es la reacción natural de la mayoría de las especies, a excepción de los elefantes, los delfines, y ahora, los cuervos.
Durante el experimento, los cuervos aprendieron a asociar la máscara de Swift con peligro, lo que se conoce como aprendizaje social. Gracias al aprendizaje social se gana conocimiento mientras se imita a los demás.
Este comportamiento ocurre también en los seres humanos, quienes nos vemos y comparamos con otros para evitar cometer los mismos errores.
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