Ya hay varios estudios de profesionales serios que dan cuenta de la toxicidad y los peligros que acarrea el uso y abuso del herbicida de amplio espectro glifosato.
Recientemente, investigadores de una universidad argentina también concluyeron en resultados similares, ya que detectaron efectos neurotóxicos del glifosato sobre el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso de mamíferos en períodos tempranos.
La investigación comenzó hace 5 años a mano de investigadores del Área Toxicología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El objetivo era evaluar los efectos tóxicos del glifosato específicamente sobre el desarrollo y función del sistema nervioso de mamíferos expuestos durante el período de gestación.
“El glifosato es un principio activo que se usa en cultivos genéticamente modificados…”
El equipo -liderado por Silvana Rosso, investigadora y profesora de la UNR- comenzó a desarrollar un estudio en vivo donde se usó a la rata como modelo animal, ya que esta tiene un sistema nervioso parecido al del ser humano, principalmente en cuanto a la expresión de los genes.
Los investigadores trataron a las madres con glifosato cada 48 horas durante la preñez y después evaluaron los efectos tóxicos en los neonatos.
“Observamos que manifiestan alteraciones en la capacidad de las respuesta reflejas, disminución en el desarrollo, en la actividad locomotora, en el aprendizaje y la memoria, a través de distintos test comportamentales que se hacen en laboratorio. Todo esto indicaba que había alteraciones en el sistema nervioso”, dijo la Dra. Rosso en un comunicado.
Según lo describió ella misma, los primeros resultados daban a entender que “algún efecto tóxico provocado por el glifosato existía”.
“Argentina es uno de los países con mayor nivel de aplicación de herbicidas en el mundo…”
Luego, en una segunda etapa, los investigadores fueron más minuciosos y buscaron identificar qué aspecto a nivel celular aparecía como alterado provocando estos cambios en la función del sistema nervioso en los ensayos en vivo.
Para lograr esto, tuvieron que utilizar un sistema in vitro, lo que significa directamente estudiar la neurona (célula que está en el cerebro).
“Purificamos neuronas a partir de embriones de ratas de un área del cerebro que es el hipocampo. La ventaja de esto es que uno puede evaluar las células aisladas en un medio fisiológicamente óptimo y seguir su desarrollo y maduración. Esto nos permitió llegar al mecanismo de toxicidad del glifosato, lo que hicimos fue tratar con una única dosis de glifosato y ver la evolución”, explicó Rosso.
Una neurona normal se desarrolla a través de estadíos perfectamente definidos y -a partir de las tres o cuatro horas- la morfología de la neurona va cambiando a través de una serie de cambios morfológicos y moleculares que hacen que la neurona madure.
Sin embargo, los primeros resultados mostraron que las neuronas tratadas con glifosato tardaban en polarizar, ya que luego de 24 horas no desarrollaban su axón (prolongación de las neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso desde el cuerpo celular hacia otra célula) a diferencia de las neuronas que no fueron tratadas con el herbicida, las cuales desarrollaban un claro axón.
La investigadora explica que si bien esa neurona en cultivo 48 o 72 horas formó el axón y polarizó, ese axón es morfológicamente diferente al de una neurona normal. “Es un axón corto y muy poco ramificado”, puntualizó la investigadora,
Asimismo destacó que cuando se trataba una neurona de cuatro días, la morfología de la que estaba tratada con glifosato era como una célula de dos días, había un retraso madurativo.
Efectos irreversibles
Los ensayos del equipo de investigación demostraron que los efectos no son reversibles, si uno le saca a la neurona el medio que contiene glifosato y se lo cambia con un medio fresco con todos los nutrientes, la neurona no recupera la morfología de la neurona convencional, queda retrasada en su desarrollo, en un estadío muy simple e inmaduro. In vitro, luego de 8 días estas neuronas mueren.
Contexto
Argentina es uno de los países con mayor nivel de aplicación de herbicidas en el mundo, siendo uno de los principales productores de soja genéticamente modificada resistente a esos productos, ubicándose solo por detrás de Estados Unidos y Brasil.
El más utilizado es el que se conoce como Round Up, producto comercializado y distribuido la multinacional Monsanto, recientemente fusionada con la alemana Bayer.
El uso del glifosato es promovido a escala global por su inocuidad, sin embargo actualmente existe un amplio debate sobre las consecuencias biológicas de su aplicación, en función de distintas evidencias que demuestran efectos nocivos para el desarrollo animal y humano.
El glifosato es un principio activo que se usa en cultivos genéticamente modificados, es decir, aquellos a los cuales se les modifica el material genético para que resistan a este potente herbicida y no los afecte, destruyendo las malezas que lo están dañando. Pero también hay pruebas de que daña el medio ambiente, conjuntamente con la salud de las personas y de los seres vivos del entorno.
“…este se encuentra en muchos alimentos que, luego de ser consumidos, se asimilan en el organismo…”
Del mismo modo, si no es por proximidad, se termina teniendo contacto con el glifosato de todas formas, porque este se encuentra en muchos alimentos que, luego de ser consumidos, se asimilan en el organismo.
Imaginémonos el peor de los escenarios, en donde los efectos del glifosato con las ratas se repliquen en el ser humano y la mayoría de los bebés nacieran dañados neurológicamente. ¿Qué futuro tendría nuestra especie? Hay que frenarlo antes del colapso.
Esta es una investigación más que pone en evidencia este tóxico, ¿Cuántas más hay que hacer para que se prohíba su uso y distribución? Esperemos que ya sea suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario