Los ensayos clínicos para desarrollar nuevos fármacos son muy delicados y deben seguir unos protocolos determinados.
Al menos, esa es la teoría. Cuando se realizan ensayos clínicos se suele empezar en primer lugar por estudiar un fármaco en animales para, posteriormente, pasar a su uso en humanos en pequeños grupos hasta lograr grupos mayores con seguridad. Esto significa que pueden pasar años hasta acabar el desarrollo de un medicamento, y hay muchos estudios de por medio.
Ahora, una investigación del propio gobierno chino ha alertado sobre un escándalo que dará que hablar: El80% de los datos de los ensayos clínicos de China para lograr nuevos fármacos son inventados. De hecho, los datos de casi todos los niveles de ensayos clínicos de las compañías farmacéuticas de este país han sido fraudulentos.
El 80% de los datos de los ensayos clínicos de China son falsos
Ya sea ocultando efectos secundarios o reacciones adversas potencialmente dañinas, los datos del 80% de los ensayos clínicos de China cuyos fármacos estudiados estaban a la espera de aprobación han sido catalogados como una estafa y ahora serán cancelados.
La investigación, dirigida por la Administración Estatal China de Drogas y Alimentos (SFDA), analizó los datos de 1.622 ensayos clínicos que estaban a la espera de aprobación, los cuales tenían como objetivo la aplicación de medicina occidental (y no medicina tradicional china).
En más del 80% de los ensayos clínicos de China se encontraron datos que no cumplían los requisitos de análisis, eran incorrectos o directamente no existían. Además, muchos de los “nuevos fármacos” eran en realidad combinaciones de fármacos existentes. Por otro lado, muchos de los resultados de los ensayos clínicos estaban ya escritos antes de que se hubiera llevado a cabo ningún tipo de ensayo, manipulándose para que concedieran con lo que querían las empresas farmacéuticas.
El fraude de los ensayos clínicos de China afectaba a todos los niveles
Lo peor del asunto no es que los investigadores y las compañías farmacéuticas estuviesen alterando los resultados a su favor, sino que incluso una tercera parte de los encargados de la inspección independiente de las instalaciones donde se realizaban dichos ensayos clínicos también eran cómplices. La industria farmacéutica de China tiene un problema muy gordo, y ahora los ensayos clínicos de China anteriores a esta investigación están en el punto de mira por ser poco fiables.
A pesar de todo, la regulación de estos ensayos clínicos no es el problema (siguen las pautas del mundo occidental sobre seguridad y eficiencia), sino que el problema es saber si los nuevos medicamentos son mejores o no que los ya existentes.
A esto hay que añadir que muchos expertos de la industria afirman que “la fabricación de datos era un secreto a voces“. Es verdad que las compañías farmacéuticas locales tienen dificultades para obtener beneficios económicos, pues la competencia es feroz. Y eso que solo hablamos de datos sobre fármacos destinados a la medicina occidental, pues los estudios sobre medicina tradicional china no se han investigado.
Omicrono
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