El autor, Darío Pescador, en la parrilla de salida del libro‘Operación Transformer’.
Un elevadísimo porcentaje de los consejos de salud que recibimos cada día están basados en rumores, mitos, sabiduría popular o estudios interesados de la industria farmacéutica y alimentaria. Darío Pescador -periodista, divulgador científico y “biohacker”- ha decidido coger la sartén por los cuernos y estudiar en su propio cuerpo los efectos del deporte y la dieta para después contárnoslo en el libro ‘Operación Transformer’, culminación lógica del blog Transformer, que mantiene desde hace más de cinco años en Quo.
-¿Cómo llega uno a convertirse en ‘biohacker’?
– Igual que se convierte uno en hacker de ordenadores o cualquier otra cosa: por obsesión. En mi caso me rompí una vértebra y llevo más de 20 años luchando para mantener mi cuerpo en forma con el menor esfuerzo posible.
-Me gustaría empezar la Operación Transformer pero siempre vuelvo a visitar los “pasillos malditos” del supermercado.
– Por desgracia los supermercados están llenos de pasillos malditos. Quédate por el contorno, donde están los alimentos frescos: carne, pescado, verduras y frutas. Si viene en una caja, no lo compres, y ¡nunca hagas la compra con hambre!
-Cada cierto tiempo hago una dieta, pierdo los kilos que me sobran, engordo de nuevo… ¡y vuelta a empezar!
– ¿Aún no has leído mi libro? Las dietas no funcionan. Ninguna de ellas. En realidad, todas te harán perder peso a corto plazo, y con todas lo recuperarás. La única solución es aprender qué hace tu cuerpo con la comida, y mover el trasero. Eso no es una dieta de un mes, es un plan para estar sanos y fuertes toda la vida.
Ilustración de Puño.
-¡Pero también salgo a correr un par de veces por semana!
– No es tu caso, pero seguro que conoces a un montón de gente que corre y conserva su barriga. El deporte a ritmo moderado, lo que yo llamo “trote cochinero”, es mejor que quedarse en el sillón, pero no es efectivo para perder grasa y ganar músculo. En realidad consigue exactamente lo contrario, además de alguna lesión de rodilla.
-Entonces, ¿tengo que apuntarme al gimnasio?
– Los gimnasios son sitios donde tienen a mano cantidades de hierro que serían peligrosas en casa, y además cuestan dinero, lo cual es una gran motivación. Pero puedes ganar fuerza y músculo haciendo ejercicios con tu propio peso corporal. Lo bueno de los ejercicios de fuerza es que son cortos e intensos. Con eso estimulas a los músculos a crecer, y comiendo lo que debes, quemas grasa durante el resto del día.
-Pero yo no quiero ponerme cuadrado como un tronista.
– Me encuentro sobre todo con mujeres que tienen ese miedo. Está totalmente injustificado, ganar esas cantidades de músculo están fuera del alcance de la gente normal que no toma esteroides. Con los ejercicios de fuerza te volverás más atractiva: más curvas, menos lorzas.
-Llevo toda la vida escuchando que las grasas son el mismo Diablo y en tu libro haces una enconada defensa de su consumo. ¿En qué quedamos?
– Necesitas grasa para vivir, ¿sabías que el 60% de tu cerebro está compuesto de grasa? La grasa está en la membrana de todas las células de tu cuerpo, y el colesterol es básico para tu metabolismo. El azúcar es el verdadero veneno.
-Eso suena a teoría de la conspiración.
– En este caso, la conspiración era cierta. ¿Has leído las noticias? Durante 40 años hubo una guerra contra las grasas patrocinada por la industria del azúcar y los cereales. El resultado ha sido la mayor cota de obesidad en la historia, millones de personas enfermas. Mala ciencia y diagnósticos equivocados.
Ilustración de Puño.
-No tenía ni idea.
– Cuando la gente piensa en grasas saludables aparecen el aceite de oliva, pescado graso, aguacates y frutos secos, y realmente lo son. Pero ahora por fin se ha desmentido que la mantequilla y el tocino sean perjudiciales. Tampoco los huevos. Unos huevos con tocino fresco son un magnífico desayuno. Las únicas grasas que no debes tomar son las que antes te vendían como sanas: las grasas trans como la margarina, y los aceites de semillas como soja o maíz.
-¿Y los mantecados?
La manteca, sí, los mantecados, no. La bollería industrial, las salsas y los platos precocinados vienen repletos de azúcar, harinas refinadas y grasas trans. Una receta para la diabetes y la obesidad.
-¿Qué alimentos debería eliminar definitivamente de mi dieta si quiero estar en forma?
-Deja de beber calorías. Los refrescos azucarados son los principales culpables, porque mucha gente no se da cuenta de que en dos litros de coca cola hay casi un cuarto de kilo de azúcar. Los aperitivos salados en bolsa, las chocolatinas, la bollería industrial, y los zumos, incluso los recién exprimidos, son gasolina para los michelines. Si quieres fruta, come piezas enteras.
-¿Cómo es posible que esté fondón si sigo a rajatabla la pirámide de la alimentación?
-¡Porque la famosa pirámide es una de las grandes mentiras de la nutrición! Nos hicieron creer que las grasas eran la causa de los infartos, que el azúcar no importaba, y que lo mejor era comer un montón de pasta, pan y patatas. Lo que se está comprobando es que si le das la vuelta a la pirámide, tu salud mejora.
-Para acabar, dice “un amigo mío” que ya no se le pone dura como cuando tenía 20 años. ¿Le recomendamos también ir al gimnasio?
-Además del tabaco, una de las causas de la disfunción eréctil es la falta de testosterona y el exceso de estrés. Levantar cosas pesadas, y una dieta con suficiente grasa y proteínas, vuelven a colocar los niveles en su sitio. Lo mismo sirve para las chicas: el deporte suave y las dietas de hambre acaban con la libido de todo el mundo. Bola extra: hacer ejercicios Kegel para el músculo PC.
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Público.es
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