En general la mujer se siente atraída hacia hombres seguros, divertidos, con la vida resuelta y que le significan un reto.
Conscientemente, una mujer puede querer encontrar a un hombre de ciertas características físicas, emocionales, financieras y culturales entre otras. A pesar de eso, de pronto se le acerca un “salvaje” que no calza con esas características pero que le dispara una atracción poderosa.
Pero, realmente, ¿Qué pasó allí? Es posible que la energía de ese hombre le disparara esa clase de atracción sexual porque la toca en unos niveles instintivos de los que ni ella misma tiene conciencia.
Puede ser que ese “salvaje” despierte respuestas de atracción que están muy ocultas en su inconsciente – patrones de pensamiento no concientes llamados arquetipos.
Una forma de entenderlo es imaginando un posible comportamiento primitivo. En el tiempo de las cavernas, un hombre fuerte, capaz de moverse con seguridad y acierto entre las bestias salvajes era un hombre muy deseable.
Estas razones pueden ser más determinantes de lo que yo quiero aceptar ahora, pero las razones quedan para otro momento.
¿Como es el hombre que más la atrae?
Normalmente una mujer sentirá una fuerte atracción sexual hacia hombres que muestran una gran seguridad en sí mismos, que tienen su vida resuelta, que no necesitan de ella y que la tratan con humor.
Un hombre conectado con su esencia – con lo mejor de sí – calza fenomenalmente en este esquema. Un hombre que fluye, que siente su fuerza interior, que es libre, inspirado y alegre, logrará generar una gran atracción sexual.
Si ella sintió esa poderosa atracción y luego decide que no quiere empatar con él, eso es otro cuento. Pero que sintió atracción, la sintió. Por el contrario, una mujer no sentirá atracción sexual por un hombre necesitado que está atento a complacerla en todo lo que ella pida o que se tiende sobre el barrial para que ella no se ensucie los pies. Tampoco se verá atraída por uno que quiere que ella lo complazca y se tire en el barrial.
Le atrae un hombre que no la necesita pero la desea. No será atractivo un hombre que no sabe hacia donde va o que es aburrido y le pide a ella que tome las decisiones. El menos atractivo de todos es el que está necesitado de sexo y la mira a ella como objeto sexual a través del cual satisfacer su propia sexualidad. Ese es el hombre menos atractivo – el más desconectado – y lamentablemente el más frecuente.
La atracción sexual en los hombres...
El hombre normalmente siente atracción sexual hacia las mujeres sensuales, de buena autoestima, libres (no necesitadas) y alegres.
De pronto pasa frente a un hombre una mujer que se mueve con gracia, con una mirada sensual y despierta, independiente y resuelta. Ella no necesita de nadie para vivir plena y alegre.
De seguro a ese hombre se le moverá la energía por dentro y tendrá mucho interés en conocer a esta mujer tan feliz y segura de sí misma, y al mismo tiempo tan suave, sensual y femenina. Tal vez luego decida que ella no es quien le conviene, pero de que lo atrajo no hay duda.
Pero, ¿Qué es lo que ahuyenta a los hombres? El hombre saldrá corriendo si encuentra una mujer seca, inexpresiva, rígida, que se siente fea y anda descuidada. Más allá de eso, resulta que empiezan a hablar y los temas que ella propone son quejas, críticas o chismes, o da muestras de mal genio o de frustración. El hombre conectado con su esencia de inmediato se retira con cortesía y sigue su camino.
Finalmente, en una tercera etapa y suponiendo que todo marchó bien, salen juntos una noche. Si ella se le pega como una garrapata, lo llama continuamente durante los días siguientes y muestra su necesidad de atrapar una pareja, se acabó la fiesta!
Ya, por acabar, hay quién dice que así son mis ideas... ¡vaya cerebro el mío!
De landa-larrazabal.blogspot.com.es
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