Seis secretos que aprender de la gente más feliz del mundo

¿Qué ocurre cuando observamos a la gente más feliz y analizamos científicamente qué tienen en común? Los investigadores lo han hecho y esto es lo que han descubierto, según Time.

1. Relaciones sociales. Hay una clara respuesta a lo que diferencia a esta gente del resto y no es el dinero, ni la inteligencia, ni la edad, ni el género o la raza. Son fuertes relaciones personales.El ‘Grant Study’, que siguió a un grupo de hombres durante toda su vida, descubrió que “la capacidad de amar y ser amado era la única fuerza que más claramente se asociaba con el bienestar subjetivo a la edad de 80 años”.  Si quieres ser feliz hoy, pasa más tiempo con tus amigos. No pasar tiempo con la gente que queremos es lo que más lamentamos.
2. Hacer más, no menos. La gente más feliz es aquella que están ocupados pero no se sienten apresurados. Investigaciones recientes señalan que los más afortunados son aquellos que tienen poco o no excesivo tiempo y que no tienen ansiedad por ello. El aburrimiento es una carga. No hacer nada no es la respuesta.
3. No permanezcas en un trabajo que odias. Perder años en un trabajo que te disgusta es una receta para el lamento y un trágico error, según los expertos. 
4. Planea tu felicidad. Esperar la felicidad pasivamente es tiempo perdido. La felicidad necesita citas regulares. Por eso, es necesario programar las cosas que te hacen feliz. Señala las cosas que te hacen feliz y ponlas en tu calendario. No esperes a la felicidad. No la dejes al azar.
5. La felicidad no lo es todo. La felicidad es una palabra vaga. Necesitamos sentimientos felices pero también necesitamo algo que de significado a nuestras vidas. Daniel Kahneman, Premio Nobel y autor de ‘Thniking, Fast and Slow’, señala dos tipos de felicidad. Uno es ser feliz en tu vida. Es la que experimentas inmediatamente y en el momento. La segunda es ser feliz con tu vida. Es la felicidad que existe en la memoria cuando hablamos del pasado. Es lo más cercano a “significado”.
6. Da, pero no hasta que duela. Dar nos hace más felices que recibir. De hecho, puede crear un bucle de retroalimentación de la felicidad en tu vida.  yudar a otros a alcanzar sus metas trae alegría. Hacer cosas buenas por los demás hoy, literalmente, puede hacernos más felices el resto de la semana. Sin embargo, ser un mártir estresa y es malo para la salud.