viernes, 7 de marzo de 2014

El Muelle: el nuevo y arriesgado juego sexual de los adolescentes

Esta práctica grupal, muy extendida en países como Colombia donde ha provocado embarazos, ya se está poniendo de moda en España




Algunos lo llaman 'Ruleta Sexual', aunque su denominación más extendida entre los adolescentes es 'El Muelle'. Se juega de la siguiente manera: los chicos se colocan estirados uno junto a otro para que las chicas vayan sentándose encima buscando la penetración. En un tiempo limitado deben practicar sexo en esta postura hasta que se acaba el turno y las chicas cambian de pareja para volver a repetir la jugada. Emulando el mecanismo de un muelle, las jóvenes pasan de un chico a otro en este entretenimiento sexual lleno de riesgos, donde pierde el chico que eyacule primero.

El juego, que se puso de moda entre adolescentes colombianos hace unos meses, saltó a la luz pública a raíz del embarazo de una menor. Esta práctica sexual entre menores ha llegado a nuestro país donde se están produciendo los primeros casos, incluso con menores de edad embarazadas. Afortunadamente, no se trata todavía de una práctica muy extendida aunque desde la Policía Nacional admiten tener conocimiento de la existencia del juego sexual y de su realización por parte de adolescentes españoles. No obstante, advierten que teniendo en cuenta que las relaciones son entre menores y consentidas, no han registrado ninguna denuncia al respecto por ahora.


Sexo de alto riesgo

Uno de los aspectos más alarmantes de 'El Muelle' es el alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual que entraña, por no hablar de los posibles embarazos. Las modalidades de esta práctica en grupo pasan por un juego entre muchos chicos y una sola chica, entre varias chicas con un solo joven o entre un número variado de participantes de ambos sexos. En algunos casos se acepta el uso del preservativo, en otros no.

Pero el uso de profilácticos no protege por igual ya que “aunque el hombre se proteja, la mujer queda totalmente expuesta”, alerta el doctor Álex Garcia-Faura, jefe clínico y responsable de la Unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual del Instituto Marquès. “En estas prácticas grupales con penetración el riesgo es muy elevado. Si son diversas las chicas que participan, cada vez que cambian de pareja y se dejan penetrar están entrando en contacto con cualquier enfermedad que pueda tener la chica que antes ocupó esa posición. En realidad están practicando sexo entre todas ellas sin darse cuenta”, argumenta.

Sexo y falta de madurez

Es evidente que en los últimos años el despertar sexual de los niños se ha avanzado, algo que lleva a practicar sexo con mayor inconsciencia y menos madurez. Esto también conduce a un aburrimiento rápido de las prácticas clásicas y a un interés por probar cosas nuevas. De ahí que nazcan prácticas sexuales en grupo del estilo de 'El Muelle' que pueden acarrear el contagio de enfermedades como la clamidia, la sífilis, la hepatitis o el Sida.

Contraer una enfermedad de transmisión sexual a una edad tan temprana supone también otra problemática: el infradiagnóstico. Según Garcia-Faura “entre los 13 y los 18 años muchos jóvenes dejan de acudir al pediatra con la asiduidad que lo hacían con el control de sus padres, por lo que las enfermedades de transmisión sexual asintomáticas pasan inadvertidas hasta muchos años después. En estos casos las consecuencias pueden ser de mayor gravedad para la salud del afectado”.

Tanto los expertos en psicología como la Policía Nacional coinciden en que la participación en juegos de este estilo son consecuencia de una deficiente educación sexual tanto en casa como en el colegio. Solo de esta manera se podrá poner freno a contagios y embarazos no deseados entre menores que deciden experimentar el sexo de una forma más alocada.

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