La actriz Blake Lively Imagen: Archivo
Las rubias siempre parecen ir un paso por delante en cuanto a hombres se refiere. Llaman más la atención por regla general y, en consecuencia, ligan más y más rápido. Pero, ¿por qué ocurre?. La respuesta no es cuestión de gustos ni de estereotipos, sino ¡zoológica!
Aunque suene raro es así y te lo vamos a explicar. Hasta hace relativamente poco, los únicos animales capaces de reconocerse frente a un espejo eran delfines y primates. Pero estudios recientes han demostrado que un nuevo animal es capaz de hacerlo, nada más y nada menos que la urraca. ¿Qué significa esto? Que estos pájaros tan pícaros tienen una inteligencia considerable. ¿Y porqué se caracterizan las urracas? Por estar "obsesionadas" con aquellos objetos brillantes y llamativos. Los hombres no actúan distinto, es decir, siempre van a quedar más fascinados por el color rubio que por una morena.
Pero las explicaciones no se quedan ahí. Según la revista GQ, también existen razones antropológicas que residen en nuestros más antiguos antepasados: "Las universidades de St. Andrews (Escocia) y Lancashire Central (Inglaterra) establecieron que a finales de la Edad de Hielo el alimento empezó a escasear en el norte de la actual Europa, por lo que los hombres se atrevieron a cazar animales cada vez más grandes con las consiguientes bajas derivadas del combate. El descenso de la población masculina propició una mayor cantidad de mujeres para cada macho, con lo que, pudiendo escoger, el homo cavernario encaminó sus esfuerzos amatorios hacia las más exóticas: las rubias, lo que hizo que, siendo pieza altamente codiciada, sus genes se transmitieran más rápidamente que otros, pues sus lechos comenzaron a registrar índices de ocupación cercanos al 100%."
He aquí dos razones basadas en la ciencia por las que las rubias vuelven locos a los hombre. Pero esta realidad puede ser distinta en otros países. Y es que ya se sabe que cuando estas preferencias se buscan en hombres nórdicos la cosa cambia. Las morenas son sus mayores musas y donde esté la raza, la pasión y la fogosidad de una buena "morenaza" que se quiten las rubias.
En conclusión diremos que "para gustos los colores" como bien dice esa famosa frase, esta vez refiriéndonos al color de pelo en particular. Rubias, pelirrojas, castañas o morenas, las mujeres van a gustar o no por más características.
Fuente: elEconomista.es
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