jueves, 31 de mayo de 2018

Robots para el Sexo, ¿la próxima normalidad?



Los robots sexuales masculinos todavía no están a la venta, pero han sido anunciados para el finales de este año.

  

Henry es un nuevo y sofisticado robot sexual con apariencia de hombre joven y atractivo, programado para escuchar, acordarse de las confidencias, hacer preguntas, abrazar, consentir y, desde luego, tener sexo.

El muñeco producido por RealBotix, es parte de la nueva generación de robots en la inmensamente exitosa industria que, hasta ahora, se había concentrado en versiones femeninas de las cuales existen modelos avanzadísimos.
Henry, que puede además hacer contacto visual intenso, arquear una ceja, y, respaldado con los más modernos avances en Inteligencia Artificial (AI) incluso mantener una conversación, y simular emociones, está equipado con anatomía masculina para tener relaciones sexuales sin parar hasta que se agoten las baterías.
Los robots sexuales masculinos todavía no están a la venta, pero han sido anunciados para el final del año.

Por ahora solo robots sexuales femeninos y cabezas robóticas están disponibles para pre-ordenar por alrededor de 43 millones de pesos,dependiendo de las personalizaciones que el cliente desee.

Y las diferentes firmas que las fabrican ofrecen infinitas formas de personalizarlas, como ponerles orejas puntiagudas, dientes de vampiro, 13 tipos diferentes de vello púbico y docenas de pezones, incluidas las réplicas de la estrella porno Stormy Daniels cuya fama se volvió global desde cuando denuncio su relación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La más reciente revelación es una ‘sexbot’ conocida con el nombre de Solana, que se diferencia de otros robots sexuales no solo porque está programada para tener conversaciones, hacer preguntas, bromear, archivar las respuestas y después conversar al respecto, sino que además tiene una cara que se puede despegar como la cascara de un plátano y ser reemplazada por otro modelo con diferentes características y pelucas para dar la ilusión de ser otra completamente diferente.

Viene, además, con una aplicación para el teléfono que permite modelar su ‘personalidad’, agregarle movimientos, darle órdenes para que sonría y escribir frases para que repita. Su costo esta entre 8.000 y 10.000 dólares.
Solana es una creación de la compañía Abyss Creations y es una versión nueva y mejorada de su primera creación robótica, Harmony, que fue prácticamente la primera robot sexual en salir al mercado.

Harmony es una ‘sexbot’ que puede parpadear, mover la cabeza y mantener una conversación amorosa diciendo cosas dulces como: “No quiero nada más que tú”. “Mi objetivo principal es ser una buena compañera y darte placer”. “Quiero convertirme en la chica con la que siempre soñaste”.

Como Solana y Harmony que son producidas en California, en China Atall Intelligent Robot Technology, una de las compañías líderes en sexbots lanzó al mercado a Emma, un robot multifuncional con piel suave y elástica hecha de material elastomérico termoplástico modificado y con temperatura programada para parecer a la de un ser humano.

Emma cuesta entre 3.000 y 3.500 dólares y la mayoría de los clientes son hombres de entre 40 y 50 años de todas partes del mundo. Según un estudio reciente, uno de cada cinco hombres consideraría tener sexo con robots. Japón, aparece entre los países líderes, con miles de hombres comprando muñecas con IA. Pero no solo Henry, Harmony y Emma están revolucionando la industria del sexo y la pornografía con un nivel extra de ‘acercamiento humanizado’. 

Otro avance tecnológico, la realidad virtual (RV) está siendo adaptado a la industria del sexo con mucho éxito y posibilidades incalculables.

La realidad virtual usa muchos lentes de cámara para grabar la misma escena desde cientos de ángulos. Cuando las tomas se unen, el espectador obtiene una vista de 180 o 240 grados de la habitación y la sensación de que está allí, participando.

Por ahora, la pornografía de realidad virtual puede parecer algo sacado de una película de ciencia ficción, sin embargo, tiene una presencia enorme, aunque todavía subterránea en internet. Según el sitio web Pornhub, las búsquedas de pornografía en RV han subido 275% desde cuando se estrenó en el 2016. 

Para el año 2025, la pornografía será el tercer sector de RV más grande a nivel global. Entre las compañías produciendo ese tipo de pornografía hay varias experimentando con sabor y tacto agregados a la experiencia.

“El sexo se vende y donde hay dinero para ganar, habrá empresarios listos a adoptar nuevas tecnologías”, explicó Mark Kernes, editor de AVN Media Network, que cubre la industria. Según él, fue la pornografía la que contribuyó a apresurar los métodos de impresión y estimuló otras invenciones en internet como los sistemas de pago en línea. 

“¿Haría usted el amor con un robot?” pregunta la revista Le Point a sus lectores. “Y, ¿si el sexo con robots se vuelve la norma? Aunque parezca una idea exagerada, es una posibilidad para el futuro y una cosa es cierta: es un tema fascinante”.

Cecilia Rodríguez

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