domingo, 27 de mayo de 2018

Las arañas desarrollan una personalidad propia

Las arañas no están determinadas únicamente por sus genes, sino que son capaces de desarrollar una personalidad propia basada en su experiencia, ha descubierto un estudio. Esta personalidad, no tan compleja como la de otras especies, llevará a los machos a reproducirse con una hembra o tal vez a servirle de cena.



Investigadores de la universidad de Cincinnati en Estados Unidos han descubierto que las arañas-lobo son capaces de desarrollar una personalidad propia, basada en su experiencia, informa la citada universidad en un comunicado

Las así llamadas arañas-lobo son una familia de arañas araneomorfas, entre cuyos miembros se encuentran las que en Europa se llaman tarántulas. Científicamente se les denomina Lycosidae, término derivado de la palabra griego Lycos, que significa lobo. 

Esta investigación analizó concretamente la araña conocida como Gladicosa, de la familia Lycosidae, que se encuentra en Norteamérica. 

En el seno de un grupo o de una familia, cada individuo posee su propio carácter distintivo que contribuirá a determinar su modo de vida individual. Algo parecido ocurre en el seno de las arañas lobo, ha descubierto este estudio. No es que presenten la misma complejidad que en las sociedades humanas o de especies más complejas, pero algo de esto se da en las arañas lobo, indican los investigadores. 

Después de múltiples observaciones, descubrieron que estas arañas son capaces de desarrollar una personalidad propia basada más en su experiencia que en el patrimonio genético. Esta personalidad les llevará a reproducirse con una hembra o tal vez a servirle de cena. 

Personalidades diferentes 

Lo que han observado en estas arañas es que forman personalidades diferenciadas a partir de su experiencia con otros congéneres relativas a la reproducción o la comida, tal como es habitual en esta especie. 

Hasta ahora se creía que el comportamiento de las arañas estaba determinado como inflexible y determinado por la genética, pero esta investigación cuestiona esta suposición. 

Las arañas lobo viven y cazan solas, pero cuando llega el momento de asegurar su descendencia, los machos se lanzan a una danza de seducción única empleando diversas formas de comunicación, incluyendo la lectura de señales químicas (como las feromonas) que inhiben los hilos de seda tejidos por las hembras. 

Los hilos de seda tejidos por las hembras están llenos de feromonas que indican a los machos si una hembra está receptiva, si ya ha sido fecundada y si recientemente ha devorado a uno o más machos. Hay que tener en cuenta que en el 10% de los intentos de apareamiento, el macho resulta devorado por la hembra. La seducción es peligrosa para los machos.

Principios de una personalidad 

Los machos también tienen dos opciones. En el caso de la especie estudiada, algunos deciden esconderse y otros prefieren intentar la fecundación, a pesar de los riesgos. Una primera divergencia en la personalidad de las arañas. 

Si opta por la seducción, entonces comienza el desfile y los movimientos del macho provocan vibraciones en el suelo que atraen a la hembra. Mientras más fuertes son las vibraciones, mayores son las posibilidades de éxito para el macho. 

Si la hembra se acerca, puede significar que acepta el apareamiento o que trama devorar al macho y lo engaña. Un macho demasiado romántico puede terminar devorado por la hembra. Pero si es prudente y tímido, puede salvar la vida, aunque nunca llegue a reproducirse. 

Según los investigadores, todos estos conocimientos aplicados en la fase de apareamiento son producto de la experiencia y forman lo que podría considerarse como un principio de personalidad ajena a los dictados estrictos de la genética. 

Aunque desde un punto de vista neurofísico las arañas son animales más simples que los ratones u otros vertebrados, este descubrimiento señala que sus comportamientos no están siempre determinados por sus genes y que tienen facultad de elección y al menos una personalidad muy básica.

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