Este es el primer estudio que demuestra que un mayor índice de masa corporal antes de un diagnóstico de insuficiencia cardíaca se asocia con mejores resultados de supervivencia después del desarrollo de la enfermedad cardíaca, durante un período de seguimiento prolongado. Es cierto que algunos trabajos anteriores habían demostrado que a pesar de que la obesidad es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de la insuficiencia cardíaca, un mayor índice de masa corporal, evaluado en los pacientes con insuficiencia cardiaca establecida, se asociaba con una mejor supervivencia.
Utilizando los datos del informe Atherosclerosis Risk in Communities, los investigadores analizaron el índice de masa corporal previo al diagnóstico de insuficiencia cardíaca en 1.487 pacientes a los que controlaron durante 10 años: los participantes tenían peso normal (28%), sobrepeso (35%) o eran obesos (47%). Los investigadores compararon sus tasas de supervivencia.
Durante los 10 años de seguimiento falleció el 43% de los pacientes; sin embargo, los investigadores vieron que aquellos con sobrepeso y obesidad tenían mejores tasas de supervivencia que los normopesos. Así, mientras que la tasa de muerte en los esto últimos fue del 51%, en los obesos y sobrepeso fue, respectivamente, del 38% y el 45%. Ahora bien, aquellos con problemas en la báscula eran más propensos a tener otras complicaciones de salud, como hipertensión y diabetes.
Hipótesis
Los hallazgos podrían sugerir que los pacientes obesos tienen una reserva metabólica más alta que los pacientes con un IMC normal, que tal vez proporciona una ventaja de supervivencia cuando se produce la pérdida de peso espontánea debido a la insuficiencia cardíaca, señalan los investigadores. Otra posibilidad, comentan, es que los pacientes con insuficiencia cardiaca obesos manifiestan síntomas de insuficiencia cardiaca antes en el proceso de la enfermedad.
Las conclusiones del estudio muestran que la mayoría de los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen sobrepeso u obesidad preexistente, sin embargo, presentan una menor mortalidad en comparación con los pacientes con insuficiencia cardiaca que tienen un índice de masa corporal normal. Según explica la autora del trabajo, Anita Deswal, del Colegio Baylor de Medicina en Houston (EE.UU.)., «los resultados sugieren que un componente importante de la llamada paradoja de la obesidad es la obesidad premórbida, y es poco probable que la pérdida de peso espontánea debida a la insuficiencia cardiaca avanzada sea el único factor que contribuye a la paradoja de la obesidad».
En un editorial Thomas J. Wang, de la Vanderbilt University Medical Center, asegura que el estudio presenta la mejor evidencia hasta la fecha de que la paradoja de la obesidad no está simplemente causada por la pérdida extrema de peso en la insuficiencia cardiaca en la etapa tardía y brinda la necesidad para una mejor comprensión de sus posibles causas. «Una mejor comprensión mecanicista de lo que impulsa la paradoja de la obesidad debe servir como base para averiguar si existe un IMC óptimo para los pacientes con insuficiencia cardiaca y si las intervenciones están garantizando dicho IMC».
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