Alta tecnología para cultivar lechugas
En los últimos años, grandes empresas tecnológicas como Panasonic, Toshiba, Sony o Fujitsu han ido moviendo sus plantas de producción a países donde las leyes laborales son más flexibles y permiten abaratar los costes de producción de sus artículos. Esto, entre otras cosas, ha tenido como consecuencia que los grandes edificios en lao que se ubicaban sus fábricas en países del primer mundo estén siendo abandonados, por lo que estas empresas han decidido reconvertirlos: las fábricas son ahora grandes huertos interiores.
Desde hace años, existen ya un serie de empresas, como por ejemplo la americana Green Spirit Farms, que se dedicaban a realizar este tipo de cultivos verticales, en interior y con luz artificial. En ellos se pueden controlar todas las condiciones de humedad, temperatura y horas de luz que las plantas necesitan para desarrollarse en condiciones óptimas.
Ha sido en estos últimos años cuando grandes empresas tecnológicas como las citadas han visto el potencial de este sector. Para que os hagáis una idea:
- En julio de 2014, Panasonic abrió su primera granja interior de 245 metros cuadrados en Singapur. Actualmente, se producen allí 3,6 toneladas de verduras al año.
- A principios del 2014, Toshiba empezó a cultivar verduras como lechugas o espinacas en una de sus antiguas plantas de Japón. Según las estimaciones hechas por la propia empresa, se prevé una ganancia de 300 millones de yenes al año (unos dos millones de euros).
- En 2013, Sharp Corporation empezó a cultivar fresas en interior en Dubai donde, gracias a tecnología propia, controlaba factores como la humedad o la temperatura desde su sede en Japón.
¿Son los cultivos de interior el futuro de la agricultura?
Pues la verdad es que todo apunta a que este tipo de cultivos serán las huertas que veremos dentro de unos años. En este tipo de cultivos interiores se controlan, hasta el más mínimo detalle, todas las condiciones de luz, agua y temperatura que necesitan las plantas para desarrollarse en un ambiente óptimo y todo ello, en general, de manera remota. Cultivar en condiciones óptimas, sin exponer las plantas a posibles plagas o enfermedades propias del cultivo exterior y en plantaciones verticales proporciona minimizar riesgos de pérdidas por condiciones adversas, agentes externos o por falta de espacio cultivable. Se mantienen las propiedades nutricionales de los alimentos al tiempo que se gasta un 98% menos de agua y un 70% menos de fertilizante.
Por ahora todo parecen ventajas, ¿no? Y tú, ¿qué piensas de este tipo de cultivos? ¿Crees que son el futuro o simplemente una moda pasajera? ¿Crees que pueden suponer una auténtica revolución agraria? ¡Cuéntanos!
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