Los que han tenido la suerte de contemplar la medusa melena de león (Cyanea capillata), afirman que es un espectáculo único. Por un momento llegas a tener la clara sensación de que estás ante un ser de otro mundo, de otra dimensión maravillosa donde lo extraño, extiende sus tentáculos hacia ti en un baile salpicado de formas y colores. Es, efectivamente, la medusa más grande de nuestros océanos, su cabeza puede llegar a tener entre 2,5 metros y 3 de diámetro, y sus tentáculos alcanzar los 60 metros. De hecho, fue en Massachussets donde se encontró un ejemplar de semejantes dimensiones, aunque son muchos los testigos que afirman haberse encontrado con criaturas de tan titánico tamaño.
Pero cuidado, no te dejes encandilar por la hipnótica belleza de las medusas cabeza de león, su veneno es tan potente que te puede dejar inmovilizado de inmediato, presa del que dicen, es el “monstruo” más grande de nuestros mares, más aún que la ballena azul. Dato que podemos coger como cierto si a su tamaño le añadimos sus extensísimos tentáculos, que según algunos pescadores, pueden alcanzar hasta 100 metros.Increíble.
La medusa cabeza de león, gigantesca y peligrosa
Su nombre completo es medusa cabeza de león del Ártico. Pero no debemos equivocarnos, a pesar de que es más frecuente avistarlas en esas regiones, también está muy presente al norte del Pacífico y en el Atlántico. Hay leyendas entre los pescadores que hablan de auténticos monstruos marinos de cabezas de seis metros de diámetro con tentáculos de 100 metros, seres casi sobrenaturales que se alzan como feroces cazadores. Extienden sus tentáculos inyectando su veneno paralizante, sofocando de inmediato a sus víctimas para devorarlas.
Son muchas las personas que han sufrido las picaduras de la medusa cabeza de león, dejando en sus pieles llamativas marcas semejantes a látigos de fuego. Si nos quedáramos atrapados entre sus tentáculos durante mucho tiempo podría ser mortal, puesto que sus tentáculos disponen de millones de nematocistos (células urticantes rellenas de veneno junto a un pequeño dardo).
Pero debemos estar tranquilos, puesto que nuestra fascinante criatura suele preferir las zonas abisales. Viven mar adentro y en zonas profundas, donde se alza como un feroz depredador. Sus tentáculos son casi invisibles, traslúcidos, lo cual hace que muchos peces tropiecen con ellos cayendo de inmediato en esa dolorosa e infalible trampa mortal. También se sabe que pueden llegar a alimentarse de otras medusas, e incluso de su misma especie. Terrorífico, sin duda.
Fue en el 2010 cuando ocurrió algo curioso con una medusa cabeza de león. Fue en Rye, en Estados Unidos, un día en que de pronto casi 150 personas empezaron a sufrir temibles picaduras en sus pieles al introducirse en el agua. Tal fue la alarma que de inmediato se hicieron averiguaciones concluyendo que era el veneno típico de la medusa melena de león. ¿Estaban sufriendo quizá un ataque masivo? En absoluto, se trataba de un único ejemplar. Una medusa muerta que se hallaba desfragmentada en millares de pequeños pedazos y que, sin embargo, seguían siendo igual de peligrosos.
Si te ha intrigado la figura de este animal, no debes perderte una de las aventuras más míticas del famoso detective de Arthur Conan Doyle. El título del relato, como no podía ser de otro modo es “La aventura de la melena de león”. Un curioso caso al que se deberá enfrentar nuestro querido Sherlock Holmes, aunque el título ya nos dé un claro spoiler del misterio a resolver. Aún así, vale la pena, te invitamos pues a descubrirlo o a repasar de nuevo el clásico relato.
Supercurioso.com
Vídeo del 2011:
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