El matrimonio sería incompatible con la felicidad plena, según un estudio. |
La monogamia nunca estuvo tan cuestionada, al menos en Occidente. El auge de las familias monoparentales o la irrupción de nuevas teorías como elpoliamor, que rompen con la concepción tradicional del amor monógamo, está siendo acompañada de una inusitada proliferación de estudios académicos sobre las ventajas o inconvenientes de la vida en pareja.
El último de ellos arroja conclusiones sorprendentes: el alto porcentaje de personas deprimidas en las sociedades modernas se debe al matrimonio. Las decepciones causadas por los cónyuges serían uno de los principales factores que explicaría esta insatisfacción marital.
La investigación fue llevada a cabo por un equipo de psicólogos de la Universidad de Wisconsin que monitorizaron el estado emocional de casi un centenar de personas, tanto casadas como solteras, durante once años. El resultado fue que existe una cierta incompatibilidad entre ser feliz y vivir en monogamia.
Solteros versus casados
“Las tensiones propias de la vida matrimonial hacen que los cónyuges sean menos propensos a disfrutar de las buenas experiencias”, concluye el informe publicado en el último número del Journal of Psychophysiology. Asimismo, las personas casadas tienden más a sufrir cuadros depresivos que los solteros.
singles, en los que se vincula su estilo de vida con un mayor riesgo de sufrir angustia y ansiedad.
Si bien los autores reconocen que el matrimonio tiene ciertos efectos positivos en la salud mental de las personas, a largo plazo estos se verían rebasados por los efectos negativos, principalmente el estrés. Unos resultados contradictorios con los de otros estudios sobre los
Los tests emocionales a los que periódicamente sometieron los autores a las parejas casadas demostraron que, cuanto más tiempo lleve uno casado más tarda en recuperarse de las experiencias negativas y más tendentes son a la depresión. A la larga, defiende el famoso psiquiatra Richard J. Davidson, autor principal del estudio, en el comentario que acompaña dicha publicación, “las personas casadas son más vulnerables a los contratiempos, les afectan más y se recuperan más lentamente”.
La influencia (positiva) en la salud física
Al contrario de lo que afirma este estudio, otras investigaciones anteriores habían concluido que las personas casadas no sólo eran más felices, sino también que tenían una mejor salud. Por ejemplo, un editorial publicado hace un par de años en el British Medical Journal (BMJ) lo resumía explicando que la gente casada solía vivir más tiempo que la que jamás pasaba por vicaría.
Esto se reflejaba en una mejor salud tanto mental como física. Mental, porque según los autores, David y John Gallacher de la Universidad de Cardiff, el matrimonio proporciona un sentido a la vida y una motivación para salir adelante. Físicamente, porque la pareja regula nuestros hábitos en el día a día, lo que hace que nos alimentemos mejor, cuidemos nuestro estado de forma o realicemos más ejercicio.
Además, otros estudios como el realizado la pasada década por un grupo de investigadores suecos, concluyó que las personas casadas tenían menos posibilidades de sufrir demencia que las solteras. Algo que una investigación holandesa extendió a un campo mucho más amplio, de las muertes por accidente de tráfico a los homicidios. En lo que se refiere a las estadísticas de todo este tipo de muertes, los solteros siempre solían morir con más frecuencia que los casados.
ElConfidencial
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