Los monjes del "Templo del Tigre" en Tailandia se vieron obligados a aceptar el lunes la retirada de los felinos, que atraían a numerosos turistas, tras años de controversia.
La evacuación de decenas de tigres debería durar varios días. Los primeros fueron trasladados al final de la jornada por empleados del departamento de Parques Nacionales, según un fotógrafo de la AFP en el lugar.
"Los responsables fueron autorizados a entrar dentro del recinto del templo después de que el tribunal de Kanchanaburi ordenase el registro", se congratuló el departamento de Parques Nacionales.
El "Templo del Tigre", situado en la provincia tailandesa de Kanchanaburi, ha tenido mucho éxito entre los turistas, encantados de fotografiarse junto a los felinos.
El templo estaba acusado desde hace tiempo por haberse convertido en una atracción turística más que en un lugar de espiritualidad.
Los responsables del mismo rechazaron las incriminaciones por maltrato y tráfico de animales. Los monjes explicaron que la pasividad de los tigres, con los que los turistas se hacían fotografías, se conseguía gracias al adiestramiento y no a causa de las drogas.
Las autoridades intentaron requisar los tigres en abril de 2005 porque el templo no poseía los documentos necesarios pero los monjes se opusieron.
Esta vez, la decisión se ha tomado por las autoridades tras largas negociaciones entre las dos partes en que los monjes se negaron a ceder.
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