Si algo se puede decir de Carmen Bustamante Barangó es que, además de ser una buena madre y una esposa modelo, era una bromista que no perdió el sentido del humor ni siquiera cuando dejó este mundo.
Y si no te lo crees, no tienes más que ver la esquela que le han dedicado sus hijos en el diario «El Periódico de Catalunya». ¿Por qué? Porque esta mujer de 75 años exigió a sus retoños que este texto fuera acompañado por su emoticono favorito: el que saca la lengua y guiña un ojos.
El texto que sigue a la imagen tampoco tiene desperdicio por su tono distendido. «Acabó este viaje -en este mundo- en su casa en General Mitre, frente al antiguo campo del Espanyol, a los 75 años de edad, el 27/5/2016; y os agradece a los que la conocisteis que hayáis participado en este recorrido lleno de luz, de generosidad extrema y de orgullo de su isla (Menorca), de su apellido (Bustamante) y de todo su clan», afirma la esquela.
Según ha señalado el diario catalán, Carmen dejó este mundo el pasado viernes y, por su parte, la esquela fue publicada el sábado. ¿Cómo decidió que quería un emoticono en su esquela? Al parecer, se lo dijo días antes de fallecer a su hija mediante señas debido a que era su «emoji» favorito. En palabras del periódico, este es el primer texto que publican de esta guisa en recuerdo de un difunto desde 1978, cuando salieron al mercado.
Al parecer, no era creyente y consideró que la mejor forma de ser recordada era con esa cara sonriente. Con todo, el texto también incluía unas palabras dedicadas a recordarla, ya fuera en persona o en casa: «Sus hijos, nietos, yernos, nueras, hermana, cuñado, primo, sobrinos y demás familiares os invitamos a recordarla en la distancia, si os apete, o pasaros por la ceremonia de homenaje».
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