Marc Ching, fundador de la fundación 'Animal Hope Wellness' |
El consumo de carne de perros siempre ha sido un asunto sujeto a polémica. Mientras algunos creen que el llamado «mejor amigo del hombre» nunca debería acabar en una cazuela, en ciertos lugares del mundo es una costumbre normalizada. Según un informe publicado en 2014, alrededor de 25 millones de perros son sacrificados anualmente para consumo humano, 10 de ellos en China, con regiones donde es una tradición milenaria. Allí ha decidido viajar el activista Marc Ching para ejecutar un plan que le ha convertido en héroe a ojos de muchos.
Ching se ha desplazado concretamente a Yulin, ciudad en la que cada año se celebra por estas fechas un controvertido festival en torno a la carne de perro. La misión que se ha autoimpuesto no es otra que la de sacar de los mataderos al mayor número posible de canes reservados para el evento, que dio comienzo el pasado martes. Hasta el momento, este hombre afirma haber rescatado nada menos que 1.000 animales, tal como nos cuentan en el blog Fuzzfix.
Marc Ching es el fundador de la fundación 'Animal Hope & Wellness'('Esperanza y Bienestar Animal'). A través de la página de Facebook de esta entidad ha compartido varios vídeos en los que muestra cómo libera decenas de perros junto a su compañera Valarie Ianniello. «Estos perros son hermanos. Son hermanas. Son padres y madres. Son hijos. Merecen una oportunidad. Toda forma de vida merece una oportunidad», explican en su publicación.
No es la primera vez que este activista viaja desde su residencia en Los Ángeles a tierras asiáticas para ocuparse de perros preparados para consumo humano. Durante el último año ha llevado a cabo siete desplazamientos con ese mismo objetivo. En ocasiones se ha hecho pasar por comprador de carne, otras veces ha convencido a los vendedores para cerrar sus mataderos a cambio de su ayuda para iniciar nuevos negocios. Todo por cambiar el destino de estos animales, para los que busca nuevos hogares incluso en Estados Unidos.
Aunque muchos admiran la valentía y la determinación de Marc Ching, sus misiones también le han creado enemigos y causado importantes problemas. Arrestos y enfrentamientos con las autoridades han sido una constante en sus viajes, pero no parece haber amenaza o intimidación capaz de disuadir al mejor amigo de los canes. Héroe salvador para unos y villano molesto para otros, Ching promete continuar apareciendo allí donde alguien pretenda convertir un perro en alimento humano.
ABC
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