- Las redes sociales de carne y hueso tienen efecto analgésico
Si tienes la agenda saturada de compromisos sociales y los whatsapp de tus amigos hacen que tu móvil no pare de vibrar, tenemos una buena noticia:toleras el dolor mejor que el resto de los mortales, palabra de la ciencia.
Investigadores de la Universidad de Oxford se han propuesto demostrar que si lo pasamos bien se nublan las experiencias negativas. “Cuando tenemos una mayor actividad social se incrementan los receptores opioides”, indica Rafael Maldonado, catedrático de farmacología Universidad Pompeu Fabra.
Relaciones analgésicas
Los investigadores han recurrido al deporte para probar el aguante ante el dolor. Un grupo de 107 personas, de entre 17 y 34 años, tuvieron que hacer sentadillas manteniendo la espalda recta y flexionando las rodillas a 90º. Previamente, habían sido preguntados sobre cuántas veces se veían con amigos a la semana y al mes.
De ello resultó que quienes tenían redes sociales más amplias mantuvieron el ejercicio durante más tiempo . ”La comunicación afectiva con otras personas facilita la liberación de sustancias como la dopamina y las endorfinas que mejoran las sensaciones de bienestar”, indica dice José Antonio Portellano Pérez, psicólogo clínico y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid.
La comunicación afectiva con otras personas facilita la liberación de sustancias como la dopamina y las endorfinas que mejoran las sensaciones de bienestar”
La respuesta está, por tanto, en los citados neurotransmisores. “Los efectos de estas sustancias siempre son de signo positivo. Tienen un efecto analgésico que reduce la intensidad de las sensaciones dolorosas”, dice José Antonio Portellano Pérez, psicólogo clínico y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid.
Aunque el estudio incide en las endorfinas como agentes neutralizantes del dolor, la fórmula es más compleja. “También participan otros elementos como el sistema endocanabinoide y la oxitocina”, añade Rafael.
Todos ellos intervienen en el circuito del dolor y del placer, dos sensaciones antagónicas ligadas al comportamiento.
Calidad más que cantidad
Parece que cuanto más profundas son las relaciones, más se activa la farmacia natural del organismo. “No se trata de cantidad, sino de calidad. Muchas personas presumen de tener muchos amigos en las redes sociales, pero es una relación ficticia, no existe contacto directo con la mayoría de ellos”, matiza Portellano.
Por tanto, para beneficiarse de los efectos de la camaradería es necesario que las relaciones sean constantes y certeras, ya que en caso contrario la fórmula no surtiría efecto. “En el momento en el que la persona no desarrolla la actividad social el sistema vuelve a la normalidad”, comenta Maldonado.
No solo la amistad mata el dolor
Según lo explican los expertos, toda situación placentera activa en el cerebro la secreción de neurotransmisores que potencialmente inhiben lo desagradable. El sexo es otro gran analgésico. “Una persona que tiene una relación sexual también tolera mejor el dolor”, indica el farmacólogo.
Las reacciones que producen estos hábitos, además de calmar equilibran las emociones. “Inhiben los circuitos de aversión y adaptan el cuerpo frente a una situación de estrés”, continúa Rafael.
A partir de ahora, si te duele la cabeza, una muela o te sientes estresado, ya sabes que quedar para tomar cañas también es un analgésico.
LaVanguardia
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