La influencia de las comunidades bacterianas que habitan en nuestro organismo sobre procesos biológicos, como el desarrollo o la respuesta inmunitaria, es cada vez más evidente. Ahora, investigadores del King's College de Londres han demostrado la implicación de estos microorganismos en el metabolismo y acumulación de lípidos, sobre todo en la zona abdominal.
El trabajo, liderado por Cristina Menni y publicado por la revistaNature Genetics, analiza muestras fecales de 393 parejas de mellizos, es decir 786 individuos, residentes en Reino Unido. A lo largo de su recorrido por el intestino, las heces recogen las pequeñas moléculas, conocidas como metabolitos, secretadas por las bacterias del tracto digestivo. Por consiguiente, su estudio proporciona información sobre la interacción entre el organismo anfitrión, la dieta y los microbios.
Según los resultados, alrededor del 10 por ciento de las 1116 sustancias químicas detectadas se relaciona con la acumulación de grasa visceral, un indicador de la obesidad abdominal. Para los científicos, este hallazgo demuestra la participación del microbioma intestinal en el proceso de almacenamiento lipídico.
Sin embargo, la correlación entre obesidad y actividad bacteriana no se observó en todos los grupos de hermanos. Ello sugiere la existencia de factores genéticos o ambientales capaces de modificar la acción de los microbios. En concreto, Menni y su equipo hallaron que la genética solo afecta a una quinta parte de los procesos metabólicos del intestino. En cambio, las causas ambientales influyen sobre el 68 por ciento.
Futuros experimentos intentarán esclarecer el modo en que el ambiente, y en especial el consumo de ciertos tipo de alimentos, altera la producción de metabolitos bacterianos. Comprender el porqué de la variabilidad entre individuos ayudará a diseñar tratamientos personalizados a fin de combatir la obesidad.
Marta Pulido Salgado / Investigación y Ciencia
Referencia: «The fecal metabolome as a functional readout of the gut microbiome», de J. Zierer et al. en Nature Genetics, publicado el 28 de mayo de 2018.
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