Las decenas de miles de ratas que viven ahora en Henderson parecen descender de unas 50 supervivientes de la población original
Setenta y cinco toneladas métricas de veneno no fueron suficientes para matar todas las ratas de la isla de Henderson, pero estuvieron cerca, según un estudio publicado esta semana en Royal Society Open Science.
Aunque deshabitadas por los seres humanos, las 3.626 hectáreas de la isla del Pacífico Sur son el hogar de varias especies de aves - como el petrel de Henderson que no anidan en ningún otro lugar.
Para preservar las aves de las ratas invasoras que se estaban comiendo sus polluelos, la Real Sociedad para la Protección de las Aves dejó caer en 2011 cebos para ratas envenenados desde helicópteros. Esta estrategia, que se ha utilizado en otros lugares del Pacífico Sur, tiene éxito en la erradicación de las ratas de las islas en aproximadamente el 80% del tiempo.
Ahora, los investigadores están tratando de averiguar por qué no funcionó en Henderson.
Gracias al ADN de las ratas y de ratas en las islas cercanas, ahora saben que los roedores no se volvieron a introducir en la isla después de colocar el veneno, siempre una posibilidad cuando se produce un error en el veneno. En cambio, las decenas de miles de ratas que viven ahora en Henderson parecen descender de unas 50 supervivientes de la población original.
Las ratas modernas tampoco son resistentes al veneno, lo que sugiere una explicación más simple: El acceso todo el año a una buena alimentación significa que ellas no tienen que ir a por el cebo envenenado.
Artículo científico: Rat eradication comes within a whisker! A case study of a failed project from the South Pacific
VistaAlMar.es
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