“Nuestras economías matan a mucha gente en el nombre del desarrollo, una de cada cuatro o cinco muertes prematuras son causadas por nosotros mismos”, asegura el director del Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente.
“Nuestras economías matan a mucha gente en el nombre del desarrollo, una de cada cuatro o cinco muertes prematuras son causadas por nosotros mismos. Es lo que se llama matanza o asesinato”. Así se ha pronunciado este lunes el director del Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, en la segunda Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEA-2), que ha revelado que la contaminación causa más muertes prematuras que los conflictos armados, según Efe.
La UNEA, que aspira a convertirse en la autoridad mundial en materia medioambiental, congrega estos días en Nairobi a delegados de 173 países con el fin de alcanzar acuerdos que permitan un desarrollo global sostenible. En esta Asamblea se ha puesto de manifiesto que la contaminación y la degradación del medioambiente causan la muerte prematura de 12,6 millones de personas al año. Una cifra 234 veces superior a la que provocan los conflictos armados a nivel mundial.
Una conclusión que se refleja en el estudio titulado ‘Medioambiente saludable, gente saludable’, que también ha revelado que el deterioro medioambiental causa el 25% de las muertes de niños menores de cinco años y el 23% de las muertes totales. Por zonas, esta degradación es culpable del 28% de las muertes del Sudeste asiático, el 27% en el oeste del Pacífico, el 23% en el África Subsahariana, el 22% en el este del Mediterráneo y el 15% en Europa y América.
“Tenemos que averiguar las causas de por qué el medioambiente es un gran problema para la salud humana”, ha subrayado la científica jefe del PNUMA, Jacqueline Mcglade, según lo ha recogido Efe. Y es que, la contaminación es el desencadenante de muchas enfermedades respiratorias, que mata a 7 millones de personas anualmente, 4,3 de ellas por las malas condiciones de vida en los ambientes domésticos de países en desarrollo.
Unas cifras que se pretenden abordar en el conocido como ‘Parlamento del medioambiente’ y sobre las que se legislará en la Agenda 2030 que establece los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. “Tenemos que dar un mensaje que llegue a la gente de a pie. Que alguien de la calle lo lea y diga: me están hablando a mí y tengo que cambiar”, señalaba el El presidente de la UNEA-2, Edgar Gutiérrez.
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