Eli Mabel, jefe de la tribu Deni, una etnia minoritaria ubicada en las altas montañas de la localidad de Wamena, en Papúa occidental (Indonesia), es el encargado de transportar los restos momificados de Agat Mamete Mabel, el jefe que dirigió hace 250 años aislada población, informa el diario 'Daily Mail'.
El cadáver desecado ha sido conservado gracias a la técnica de embalsamamiento con fuego: el humo hace secar el aceite animal que previamente ha sido derramado sobre el cuerpo. Sin embargo, a pesar del buen estado de conservación en el que se encuentra con el paso de los siglos, se trata de la última persona que tuvo este tipo de funeral.
Misioneros cristianos y predicadores musulmanes animaron a los miembros de las tribus a enterrar los cuerpos de los cadáveres, lo que ha provocado la desaparición progresiva de esta tradición, informa AFP.
"Debemos proteger nuestra cultura, incluidas las ceremonias para las momias", declara Eli. La momia es decorada con colmillos de jabalí alrededor de su torso, con un penacho de plumas y con el 'koteka', un calabacín seco que cubre el pene, y se mantiene en una choza denominada 'honai'. Unos pocos aldeanos se encargan a lo largo del año de alimentar el fuego para garantizar que el cuerpo se mantenga seco y conservado.
Eli, que duerme muchas noches en el 'honai' para velar por su ancestro, espera que este rito se perpetúe tras su muerte y que sus hijos, algunos de los cuales viven en centros urbanos alejados de la aldea, se impliquen en mantener las tradiciones de la tribu.
En los últimos años, la tribu Dani ha atraído a turistas de todo el mundo. Cada mes de agosto, la tribu libra batallas simuladas con otras de pueblos vecinos –la Lani y la Yali– para celebrar la fertilidad y el bienestar de la provincia de Papúa con objeto de preservar esta costumbre centenaria. Estas tribus fueron descubiertas accidentalmente por el zoólogo y filántropo Richard Archbold mientras llevaba a cabo una expedición zoológica en Nueva Guinea en 1938.
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