El martín pescador y el tren bala Shinkansen
La empresa ferroviaria japonesa West Japan Railway Company creó uno de los trenes más veloces del mundo, el Shinkansen, capaz de viajar a 320 kilómetros por hora. Sin embargo, el ruido que generaba al salir de la estación se convirtió en un gran problema ante la queja de miles de residentes y usuarios que se veían afectados con el estruendo de esta "bala".
Fue entonces que el ingeniero, Eiji Nakatsu, director responsable de las pruebas de funcionamiento del Shinkansen, se preguntó si existía en la naturaleza algo que se desplazara a gran velocidad pero de manera suave.
Encontró así al martín pescador, un ave que se zambulle desde el aire al agua generando un poco de chapoteo para capturar peces.
Nakatsu se basó en el pico del martín pescador para moldear la parte delantera del tren convirtiéndolo en una maquina no sólo más silenciosa sino logrando que viajara un 10% más rápido con un 15% de ahorro de energía.
El pez cofre y el Mercedes-Benz Bionic Car
En su búsqueda por crear un vehículo aerodinámico pero seguro y confortable a la vez Mercedes-Benz se basó en el cuerpo del pez cofre para desarrollar el Bionic Car.
La empresa alemana estudió la rigidez y ligereza que este vertebrado acuático tiene gracias a las placas óseas hexagonales con las que cuenta; creó entonces un diseño que da firmeza al vehículo con un peso mínimo.
De acuerdo con Mercedes-Benz, el diseño del Bionic Car reduce aproximadamente en un tercio el peso de la carrocería en bruto sin alterar lo más mínimo la estabilidad y la seguridad en caso de colisión.
El velcro y las plantas
Un día de 1948, George de Mestral salió al campo a dar un paseo con su perro; al regresar se dio cuenta de las rebabas de plantas que traía su mascota en el pelo.
El ingeniero, nacido en Suiza en 1907, examinó de manera microscópica las rebabas e inició con el desarrollo de un sistema de fijación sintética que pudiera imitar la estructura de estos pequeños ganchos.
Primero desarrolló un tejido de algodón que no resultó tan exitoso hasta que creó una tela a base de nylon que lograba fijarse de forma duradera.
En 1955 patentó su inventó al que llamó Velcro, una combinación de las palabras francesas veloursy crochet, que significan terciopelo y ganchos; la tela se hizo mundialmente famosa a partir de 1960 cuando la NASA la adaptó a los trajes espaciales.
La piel de tiburón y los aviones de Lufthansa
La aerolínea alemana Lufthansa y el Instituto Fraunhofer de Bremen se unieron para idear la manera de reducir la turbulencia en los Airbus A340-300, aviones con capacidad para 279 pasajeros; para ello se basaron en la piel del tiburón y en las micro-ranuras que la componen.
De 2011 a 2013 desarrollaron una pintura exterior que imita el patrón acanalado de la piel de los escualos que reduce la turbulencia en el flujo de aire y por lo tanto la resistencia.
Esta técnica, según Lufthansa, ha permitido incluso reducir el consumo de combustible.
La flor de loto y la ropa inteligente
Pese a ser una planta acuática, el loto logra mantenerse seca y limpia gracias a la rugosidad microscópica y a un revestimiento de cera de la cubren.
Esta superficie hiperhidrófoba hace que el agua no se absorba sino que ruede y limpie la flor.
El llamado efecto loto fue descubierto a mediados de los años 60 por el botánico alemán Wilhelm Barthlott mismo que desarrolla la empresa suiza Schoeler Textil AG para fabricar ropa inteligente que puede mantenerse seca aún y cuando le caigan líquidos; la compañía fabrica, entre otras cosas, uniformes para selecciones olímpicas de invierno que se mantienen sin humedad pese a la nieve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario