Una buena técnica para identificar posibles bloqueos en la sexualidad es practicar la fantasía erótica. Cierra los ojos e intentar recordar o visualizar una escena erótica, pregúntate ahora cómo te sientes ¿te asusta? ¿Te produce rechazo? Analiza qué puede tener de malo o de peligroso. Identifica las emociones negativas que pueden afectar a tu deseo sexual.
Buscando los desencadenantes
Algunos de nuestros impulsos biológicos no se activan hasta que no aparece un estímulo externo, es lo que ocurre con el deseo sexual, necesitamos proporcionar al cerebro un estímulo erótico para que seamos conscientes de la necesidad.
Estos desencadenantes del deseo sexual pueden estar en las películas eróticas, fantasías sexuales, relatos eróticos, imágenes… y podemos activar nuestro deseo a nuestro antojo entrenando el cerebro para ello.
Si nos lo tomamos como un ejercicio diario descubriremos que nuestro cerebro se activa cada vez más fácilmente y que sin tener que hacer esfuerzos las fantasías aparecen en nuestra cabeza.
También podemos utilizar como desencadenante el contacto con el propio cuerpo: hacer ejercicio, bailar o tomar el sol son algunos ejemplos.
Nuestra pareja también juega un papel importante, por supuesto, y no es necesario empezar con que provoque un estímulo erótico. La forma más sencilla, de hecho, es que proporcione más estímulos afectivos: besos, caricias, abrazos, etc.
Todo esto puede ayudar a que se vaya recuperando el deseo sexual, pero no es algo de la noche a la mañana sino que requiere constancia, paciencia y tiempo.
La focalización sensorial
Muchas veces, las personas que sufren falta de deseo comienzan con una inapetencia a las relaciones genitales que luego se extiende a toda la intimidad. Y es que solemos centrarnos en el coito y dejar de lado lo demás y eso no gusta a todo el mundo. Los ejercicios de focalización sensorial pueden ayudarnos en estos casos.
En primer lugar la pareja debe comprometerse a no practicar el coito ni estimular los genitales en las primeras sesiones, vamos a aprender a disfrutar de todo el cuerpo. Además la focalización sensorial tiene el objetivo de enseñarnos a ser un poco más egoístas, olvidarnos de la responsabilidad de satisfacer al otro y disfrutar nosotr@s de tocar y ser tocado.
Un miembro de la pareja se tumbará desnud@ boca abajo y el otro le tocará de los pies a la cabeza, poniendo cuidado en hacerlo como le gusta tocar y no como cree que disfruta el otro ni cómo le gustaría ser tocad@. Se evitará la zona genital y los pechos femeninos. La persona que recibe el masaje simplemente se centrará en disfrutar y, si es el o la que sufre la falta de deseo aprovechará ese momento para fantasear.
Este ejercicio ayuda a la pareja a recuperar esos momentos de intimidad, de comunicación afectiva, de erotismo sin la presión de tener que satisfacer al otro ni de tener que practicar el coito cuando no apetece.
Poco a poco podremos añadir los genitales al juego pero no se puede centrar el masaje en ellos ni en llegar al orgasmo, sino en disfrutar del contacto en esa zona.
Una de las ventajas de esta técnica es que elimina la exigencia, no hay una forma mejor o peor de hacerlo ni la necesidad de satisfacer a nadie. Simplemente hay que disfrutar.
Es importante que tu compañer@ se muestre motivad@ para realizar estas técnicas, aun cuando no van a derivar en coito y que no lo vea como una oportunidad para excitarte y acelerar el proceso.
Una dieta adecuada
Una alimentación equilibrada es la base de la salud y el bienestar. Por supuesto también influye en la sexualidad y en todas las fases de la respuesta sexual: deseo, excitación y orgasmo.
La dieta mediterránea está considerada de las más saludables: ensaladas, frutas, verduras, legumbres, alimentos frescos, aceite de oliva y pescados.
Recuerda que no conviene abusar del azúcar, sobre todo el del blanco, ni tampoco de la bollería industrial ni las bebidas gaseosas. Reduce el consumo de café, huye del tabaco y haz ejercicio frecuentemente.
Una nueva cita
Los problemas de pareja influyen negativamente en el deseo sexual. No es necesario que estéis en plena crisis o que las discusiones sean frecuentes para que no te sientas totalmente plen@ con la relación. A veces se nos olvida cuidar la pareja y los momentos de ocio juntos se reducen. Si te ocurre esto, algo tan simple como una cita como las de antes puede ayudaros.
¿Recordáis cuando os conocisteis? Intentabais conocer mejor al otro y dar lo mejor de uno mismo. Es posible que después de este tiempo incluso hayáis cambiado y tengáis que reencontraros. Olvidaros de las preocupaciones, el trabajo, los niños y la casa y salid a cenar los dos juntos para hablar solo de vosotros.
Aprovechad para hablar de vuestros deseos y fantasías, de lo que esperáis del otro y de cómo os gustaría que fuesen vuestras relaciones sexuales. También podéis probar a hacer una lista de pequeñas cosas que os gustaría hacer juntos (eróticos o no) e ir practicando una cada día.
Haz deporte
Otra vez ponemos el acento en la importancia de la salud en una vida sexual satisfactoria. El deporte, junto a la alimentación saludable, es esencial para conseguir ese bienestar que buscamos.
Un estudio realizado por la sexóloga estadounidense Linda de Villers demostró la relación entre el deporte y el sexo. Estudió a más de ocho mil mujeres entre los 18 y los 45 años que llevaron a cabo un intenso programa de ejercicios. Un 40% afirmó después notar una excitación sexual más intensa y un 30% aseguraba tener relaciones con más frecuencia que antes.
Poner el cuerpo en movimiento además libera tensiones y activa la circulación, efectos muy beneficiosos para la respuesta sexual. La correcta circulación de la sangre es necesaria para la erección, la lubricación vaginal y en general para la preparación del cuerpo femenino y masculino para el sexo.
Correr, nadar, pasear en bicicleta… el ejercicio aeróbico fortalecerá tu corazón lo que se traducirá en una mayor energía y fortaleza para la actividad sexual.
Además el ejercicio físico favorece la producción de testosterona que aumenta el apetito sexual tanto en hombres como en mujeres. También se liberan endorfinas, sustancias químicas del cerebro que aumentan la sensación de bienestar.
El ejercicio habitual aumenta la autoestima, elemento esencial para un deseo sexual óptimo.
Los parches de testosterona
Con la edad, la mujer sufre una reducción de hasta un 50% en la producción de testosterona. Especialmente en la menopausia, esta disminución puede ser muy brusca y provocar ciertos problemas como la pérdida de energía, dolor de cabeza, trastornos depresivos, etc. La disminución de la libido es un efecto frecuente de la caída de la testosterona, el 36% de las mujeres menopáusicas presentan una pérdida de deseo sexual.
Cuando la caída de la testosterona provoca efectos negativos y afecta a la vida de la mujer se suele recomendar la administración de testosterona en pastillas o en parches. Estos últimos tienen la ventaja de ser mejor tolerados, tener menos efectos secundarios y no afectar tanto al hígado. Un 30% de las mujeres que lo utilizan aseguran sentir alguna mejora.
Los defensores de los parches de testosterona llegan a compararlo con la Viagra masculina. En la Escuela Médica Robert Wood Johnson de Nueva Jersey se probaron los efectos del parche en 549 mujeres con menopausia natural que se quejaban de haber sufrido una disminución de la libido. La edad media de las participantes era de 54 años. Durante 6 meses estas mujeres llevaron el apósito hormonal o un placebo sin hormonas. En este tiempo recogieron datos sobre sus relaciones sexuales y cuestionarios acerca de sus sensaciones. Las mujeres que habían llevado el parche de testosterona mejoraron claramente en comparación a las del placebo, de hecho el número de relaciones sexuales se multiplicó por cuatro. Además afirmaron haber notado un incremento de la excitación y el placer pudiendo llegar al orgasmo en un mayor número de ocasiones.
Es importante puntualizar que los parches son una terapia de reemplazo de hormonas para restablecer el equilibrio natural, nunca deben utilizarse cuando no hay problemas de testosterona ya que un exceso de esta hormona puede ser muy nocivo.
La importancia de la masturbación
La masturbación es la mejor manera de conocer nuestro cuerpo, aprender sus zonas sensibles y la forma de proporcionarnos placer. Es importante que sepamos cómo despertar nuestra propia excitación y cómo llegar al orgasmo. Cada persona somos un mundo y no podemos pretender que nuestra pareja adivine lo que nos gusta cuando nosotras mismas no somos capaces de transmitirlo.
Además eso que se dice de que el sexo llama al sexo es cierto, y la masturbación también es sexo. Si no te apetece tener relaciones sexuales con tu pareja es buena idea que practiques tú sol@ para despertar la libido, si además descubres nuevas formas de placer para aplicar en pareja seguro que te apetece mucho más llevarlo a la práctica.
¿Sabías que…?
- Las sensaciones que recibimos a través de la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto pueden ser verdaderos afrodisiacos que potencian nuestro deseo sexual.
- Un reciente estudio llevado a cabo en Alemania ha demostrado que el deporte es un estímulo para el sexo. Los hombres deportistas desean tener sexo casi 6 veces por semana y las mujeres 4,6. En cambio las cifras bajan si no practicamos ningún deporte, 4,6 en los hombres y 3,6 en las mujeres.
- Aunque la noche parece ser el momento preferido para tener relaciones sexuales, está comprobado que los niveles de estrógeno y de testosterona son más altos al amanecer.
- Un antiguo libro indio “El jardín perfumado” cuenta que un hombre era capaz de mantenerse en erección durante 30 días porque comía cebolla en grandes cantidades. Además el Kamasutra asegura que tomar muchos huevos fritos en manteca y luego sumergirlos en miel hace que el miembro permanezca duro toda la noche.
Todo esto son leyendas, ¡nosotros aconsejamos la dieta sana!
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