jueves, 19 de marzo de 2015

10 Claves Para Entender El Funcionamiento Del Cerebro Masculino


Que hombres y mujeres somos seres totalmente distintos no es nada nuevo. Lo somos tanto, que es normal que a veces pensemos que venimos de planetas diferentes. Para ellos, entender nuestro comportamiento a veces es tan difícil que resulta agotador, y nosotras daríamos lo que fuera por saber lo que pasa por su complicada, o quizás simple, cabecita. Y es que el cerebro humano es un mundo desconocido y entender las diferencias entre la versión masculina y la versión femenina de este puede resultar un enigma hasta para los propios científicos.
Sin embargo, el vivir 27 años de mi vida rodeada de especímenes del sexo opuesto me ha permitido analizarlos, eso sí, a mi manera, y así descubrir algunas pautas para entender el funcionamiento del pensamiento masculino en general:

1. Incapacidad para prestar atención a tus palabras

No sabemos si es por una posible desconexión neuronal temporal o porque sencillamente tienen un déficit de atención sin diagnosticar, pero no existe hombre sobre la faz de la tierra que no te haga la misma pregunta al menos tres veces. A veces parece que te están escuchando con atención, pero su capacidad de retentiva es inferior a la de un pez. Eso sí, enséñales una teta y todos sus sentidos se activarán solo para ti.


2. Retrasados emocionales

Vale, no son todos así. Pero la mayoría sí, o al menos, los imbéciles que nos gustan a las mujeres. Y lo peor de todo es que no solo les cuesta expresar sus sentimientos, sino que les cuesta tanto entenderlos que a veces cuando expresas los tuyos, tus declaraciones de cariño y amor sin ningún tipo de pretensión matrimonial se convierten en una amenaza para su especie.

3. Poca memoria para las fechas importantes

Si hasta ahora le montabas un pollo a tu chico cada vez que era incapaz de recordar el séptimo “mesiversario” de vuestro primer beso, lo siento, pero tiene excusa, el tamaño de su hipocampo (crucial para el almacenamiento de la memoria y para calcular el espacio en el entorno físico) es diminuto. Eso sí, esperemos que eso sea lo único diminuto que tiene.

4. Gran capacidad de análisis

Sobre todo para lo que a eventos deportivos y juegos de cartas se refiere, porque lo que es para la comprensión de problemas… cero.

5. Simpleza

Si después de tener una cita con un tío le mandas un whatsapp, tienes constancia de que lo ha leído y no contesta, puede que sea porque esté ocupado, pero si han pasado más de 24 horas es que pasa de tu cara, tía. No intentes excusarle con la “regla de los tres días”, porque la verdad es que no está esperando a los tres días antes de llamarte para hacerse el guay y no parecer un desesperado, no, la verdad es que si le gustaras, te llamaría al momento. No piensan, actúan. Si le molas, lo notas. Si no, lo notas todavía más.

6. Razonamiento lógico

Que, oye, a veces está bien que en una pareja uno de los dos sea más racional que el otro, pero sugerirme que olvide la traición de una amiga y que haga como si no hubiera pasado nada es algo que simplemente el cerebro femenino no puede comprender. Al menos hasta que no hayan pasado ocho meses, que en equivalencia a tiempo masculino son ocho horas.

7. Tienen una capacidad de escucha de tres minutos y medio

Sí, está muy bien que me preguntes qué tal me ha ido el día, pero cuando te empiece a contar mi vida no enciendas la tele porque son las diez y hay partido o te acerques con ganas de llevarme a la cama. Jódete y escúchame, y si no, no preguntes, que tengo madre, hermana y amigas con quien desahogarme.

8. Gran capacidad para olvidar

A su pareja me refiero. O eso dice el psicológo social de la Universidad de Nueva York, Pranjal Mehta, “que los hombres se olvidan de su pareja cuando esta desaparece de su campo visual”. Así que lo mismo no es tan mala idea mandarle un selfie de vez en cuando si vais a pasar un tiempo separados, que la distancia es muy mala y Tinder está al alcance de todos…

9. No hay que llevarles la contraria cuando estén leyendo un mapa

Porque sí, puede que haya mujeres con tanta capacidad para orientarse como una brújula, pero por lo general, lo más probable es que acabemos yendo al norte cuando nuestra intención era ir al sur. Y es que para qué engañarnos, por más que nos cueste reconocerlo, y aun a riesgo de parecer sexista, los hombres son mejores en las matemáticas y tienen una mayor habilidad espacial.

10. Todos llevan un niño grande dentro

Dicen que a partir de los 30 empiezan a establecer estabilidad emocional, debe ser que les bajan los niveles de testosterona y dejan de intentar cepillarse a todo lo que se menea. Pero para qué vamos a engañarnos, la realidad es que si pudieran serían eternamente jóvenes, y con ello me refiero a vivir al límite, sin preocupaciones y libertad absoluta. Vamos, el eterno Peter Pan.

Pero la verdad es que, a pesar de tanta diferencia y tanta complicación, no podemos vivir sin ellos.
Y viceversa.
   en CódigoNuevo.com

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