Probablemente hayas escuchado que la seda de araña es el material más fuerte del mundo. Lo cierto es que es más fuerte que el acero, pero no tanto como el Kevlar. A su vez, si que es más duro que ambos. Es un referente, sin duda, pero un grupo de científicos ha descubierto un competidor que le va a poner las cosas muy difíciles por mantener su posición en este singular ranking.
En un estudio publicado este mes en la revista Royal Society Interace, unos investigadores han publicado un estudio donde se ha analizado los dientes de los eogasterópodos, un tipo de molusco que recoge a varias especies, entre ellas las lapas y sí. En su boca está el material más duro que hay en el mundo.
Cinco veces más fuerte que la seda de araña
Los dientes de estos moluscos son tan pequeños que para verlos hace falta usar microscopios. Fibras diminutas que contienen goethita, un mineral óxido con una densidad de 4 a 4,4 y una dureza de 5,5. Las lapas, entre otros, lo utilizan para arrancar la comida de las piedras a las que se acoplan.
En la investigación se han utilizado estas fibras para calcular la tensión de rotura que pueden aguantar. Las pruebas realizadas demuestran que son capaces de aguantar una fuerza de 5 gigapascales. Una cantidad cinco veces superior a la que aguantan la mayoría de las sedas de araña.
¿Cómo es capaz de aguantar tanto? El tamaño de la fibra es fundamental. El diámetro es una centésima parte que un pelo humano. Al ser tan fino, esquiva los agujeros y defectos de las superficie. Al hacer estructuras más grandes partiendo de él tienen menos fallos y por tanto son más robustas.
El objetivo de esta investigación no es tanto demostrar lo duro que son los dientes de estos moluscos sino cómo se puede aplicar su diseño en objetos cotidianos donde la resistencia y dureza de las estructuras es fundamental. Un estudio que va en la corriente de otros muchos donde la naturaleza es inspiración para la ingeniería.
Vía | Washington Post
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