Bernard Roth, profesor de ingeniería en la Universidad de Stanford, asegura que cambiar dos expresiones de nuestro vocabulario y, por supuesto, del de nuestros hijos, es fundamental para tener más éxito. Se trata de "tengo que hacer" y "pero".
En su libro "The Achievement Habit", Roth asegura que los cambios en nuestra forma de hablar nos ayudan no sólo a dejar de pensar en lo que queremos hacer para hacerlo, sino también a tomar el control de nuestra vida, una enseñanza fundamental para los niños desde las primeras etapas.
Cambiar 'tengo que hacer' por 'quiero hacer'
Debemos enseñar a nuestros hijos a corregir ciertas frases como "tengo que ir a jugar al parque" por "quiero ir a jugar al parque". Es un ejercicio muy efectivo para que los niños sean conscientes de lo que hacen en su vida, tanto lo que les gusta y disfrutan como aquello que les resulta una tarea más pesada como recoger sus juguetes o hacer los deberes.
Y es que el lenguaje es fundamental para enfrentarse a los problemas y resolver cosas que en principio parecen muy difíciles. Si nuestros hijos llegan a casa pensando en el horror que es hacer deberes, su vida será mucho más negativa y triste que si llegan pensando en que quieren hacerlo, y hacerlo bien, no sólo para terminar y estar satisfechos consigo mismos, sino para poder dedicar el resto del tiempo a jugar.
Cambiar el "pero" por el "y"
Los niños y los adultos utilizamos muchas veces frases como "quiero ir al parque pero está lloviendo", "quiero salir a jugar, pero tengo que hacer tareas", "quiero ir al cine, pero tengo que trabajar".
Según Roth, cuando utilizas la conjunción "pero" estás creando un obstáculo que en realidad no existe. Si lo reemplazamos por "y" obligamos a nuestro cerebro a procesar ambas partes de la frase a la vez. Es más positivo, nos incita a conseguir aquello que queremos hacer y a luchar por lograrlo.
GuiaInfantil.com
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