La baja actividad solar es la principal responsable
Costa atlántica de Maine tomada durante el vuelo de un globo meteorológico para medir rayos cósmicos desde una altitud de 118.000 pies, en septiembre de 2016. (SpaceWeather.com)
Los últimos registros del nivel de rayos cósmicos en la estratosfera indican que se intensificaron un 12,5 por ciento entre marzo de 2015 y agosto de 2016, informa el equipo de Space Weather el 11 de septiembre, y la razón, explican los astrónomos, es la baja actividad solar.
Algunos estudios revelan que la radiación cósmica puede causar la interrupción de los circuitos eléctricos, entre los cuales están los de uso médico, como también aumentar directamente las arritmias y el número de muertes en los pacientes cardíacos.
Si se interrumpe un ordenador portátil, o un teléfono celular no es tan crítico como un desfribilador cardíaco.
El médico Aileen M. Ferrick, del Centro Médico de Nueva York, presentó en 2008 el estudio de tres pacientes en el que se concluyó que el aumento de la radiación cósmica durante un viaje aéreo fue lo que interrumpió el funcionamiento de sus desfibriladores automáticos implantados, por lo que recomendó un mayor reconocimiento del tema.
El profesor Eliyahu Stoupel a su vez señala que hay investigaciones en curso analizando el rol del aumento de la radiación cósmica en las arritmias cardíacas, pero aclara que “se necesitan más estudios para determinar el mecanismo”, de por qué sucede esto en el cuerpo humano.
Aproximadamente una vez por semana, investigadores de Spaceweather y estudiantes de la escuela Earth to Sky Calculus en EE.UU. envían globos meteorológicos espaciales a la estratosfera sobre California y Nueva Hampshire.
El globo de helio de New Hampshire registró en estos días los más altos niveles de radiación atmosférica desde que iniciaron su programa de monitoreo hace dos años.
Los sensores de radiación a bordo detectan los rayos X y los rayos gamma de energía en el rango de 10 keV a 20 MeV.
Una de las razones del aumento de los rayos cósmicos en los últimos años es la baja actividad solar. “El Sol, sus nubes de tormenta solar como sus explosiones y eyecciones de masa coronal (de alta velocidad) barren los rayos cósmicos cuando pasan cerca de la Tierra”, destacó el equipo de Spaceweather.
Como ahora el ciclo solar se está moviendo hacia el Mínimo Solar, esta baja actividad está “permitiendo que los rayos cósmicos vuelvan”, y aumenten.
“Otra razón del aumento de rayos cósmicos podría ser el debilitamiento del campo magnético de la Tierra, lo que ayuda a protegernos de la radiación del espacio profundo”.
Los rayos cósmicos a su vez aumentan cuando se adelgaza la heliosfera que rodea el Sistema Solar por causa de la misma baja actividad solar. La heliosfera es como una burbuja magnética de iones que actúa bloqueando el ingreso de rayos externos. A mayor actividad solar, se engruesa más, y a menor, se adelgaza. A nivel terrestre, la actividad solar también contribuye a engrosar la capa de iones, la ionosfera, que también actúa como protectora de la Tierra.
Rol protector de la actividad geomagnética
Lo que pudo constatar Eliyahu Stoupe al estudiar decenas de pacientes cardíacos, es que la actividad geomagnética a nivel estable tiene un rol protector de las arritmias. Los casos de miocardiopatía isquémica y disfunción ventricular izquierda severa eran más frecuentes en los días de extrema baja y extrema alta actividad geomagnética en la Tierra.
“Los sistemas tecnológicos y biológicos, incluyendo seres humanos, están expuestos a la influencia del llamado Clima Espacial, y son muy sensibles a la energía solar y a la actividad geomagnética, y de los cambios en estas actividades y sus manifestaciones en la Tierra. Está bien conocido que el Sol actúa como conductor principal del espacio. El clima es abrumadoramente importante para la vida en la Tierra, pero la mayoría de nosotros no le ha dado una descripción adecuada a las variaciones de la actividad solar y sus influencias negativas sobre los seres vivos. Los cambios del clima espacial, sin duda, afectan a la geosfera, nuestro entorno físico, el cual a su vez, influye en la salud humana y en todo tipo de actividades de los seres humanos”, señaló el investigador.
Los expertos de Clima Espacial suelen medir las corrientes de partículas energéticas que entran a la Tierra y las desviaciones geomagnéticas que estas generan. Si bien el viento solar tiene efectos positivos, y permite mantener una buena capa de ionosfera protectora de la Tierra, en niveles extremos, su llegada a gran velocidad puede perturbar e intensificar la actividad geomagnética en la atmósfera terrestre, afectar los sistemas de comunicación satelital e incluso colapsar redes eléctricas.
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