Cuando China se propone algo, se asegura que lo va a cumplir. Al menos así lo muestran los números.
En los últimos años se ha puesto objetivos para aumentar su energía renovable, y con la construcción de dos turbinas de viento por hora parece estar encaminada a sustituir la oferta de electricidad producida con carbón por la de viento.
El país asiático tiene el programa más grande de instalación de turbinas en el mundo, duplicando a su rival más cercano: Estados Unidos.
Y no todo es energía eólica, las placas solares también están brotando en las provincias.
El año pasado se instaló un récord de 46,9 gigavatios de energía solar y eólica, según un informe de Bloomberg New Energy Finance.
"La acumulación de energía eólica y solar de China no tiene paralelo", explica a la BBC Steve Sawyer, del Consejo Global de Energía Eólica.
Pero que estas cifras no engañen a nadie, pues de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, China no ha dejado de construir plantas de energía no renovable.
En promedio, cada semana hay una planta eléctrica nueva de carbón.
"El prometedor anuncio sobre energía eólica esconde el hecho de que en 2015 y durante la primera mitad de 2016 hubo un récord en instalaciones de carbón", le dice a la BBC un portavoz de la AIE.
El resultado: una saturación tal del mercado energético que está haciendo que muchos parques eólicos no funcionen a su máxima capacidad.
Posición "insostenible"
"China tiene un claro exceso en la oferta", agrega. "En la provincia de Gansu se tuvo que reducir en un 39% la energía eólica porque no había suficiente capacidad en la red eléctrica".
Para tener una idea, en Europa los parque eólicos son forzados a sólo dejar de generar entre el 1 y 2% de energía al año.
El problema está en que si bien el incremento de la demanda energética anual se ha podido cubrir con la eólica, el sistema de redes le da prioridad a las plantas eléctricas de carbón.
"La posición de China es claramente insostenible", considera el portavoz de la Agencia. "Necesitará de una fuerte política que incluya la construcción de muchas más redes eléctricas y el cierre de plantas de carbón antiguas e ineficientes".
Por su parte, Sawyer señala que no es de extrañar que la capacidad de la red eléctrica china de integrar la energía renovable no haya progresado al mismo ritmo en que se erigen los molinos.
"Para cambiar esta situación, China necesita avanzar con rapidez en su reforma de mercado energético", agrega.
¿Compromiso?
La prensa estatal ya anunció que el gobierno piensa imponer una moratoria hasta 2018 a todas las plantas eléctricas nuevas de carbón.
Según Roger Harrabin, analista de medioambiente de la BBC, aparentemente el gobierno chino sobreestimó el posible aumento de la demanda eléctrica, que el año pasado sólo creció en un 0,5% debido a la desaceleración del crecimiento económico del país y a que industrias sucias cerraron o mejoraron su eficiencia energética.
"Es esta disminución en la demanda y aumento en las renovables lo que le dio a China la confianza para ratificar la semana pasada el acuerdo de cambio climático de París", señala.
Para el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lu Kang, su país ha hecho grandes esfuerzos en áreas como la reducción de emisiones, protección medioambiental y desarrollo de energías renovables sostenibles.
"La comunidad internacional reconoce nuestro papel en el cambio climático", le dijo a la BBC. "Te puedo asegurar que China está decidida a cumplir con su camino hacia la sostenibilidad verde".
Transición complicada
Lauri Myllyvirta, de Greenpeace China, considera que el país está en una burbuja de carbón.
"Ya genera más energía con carbón de la que necesita y está construyendo una planta a la semana", le dice a la BBC.
"Esto complica la transición a energías limpias porque las empresas están descontentas con el hecho de que no pueden hacer funcionar sus plantas a máxima capacidad y están ociosos la mayor parte del tiempo".
Myllyvirta señala también que es un increíble desperdicio de recursos que podría ser aprovechado en energías limpias.
La AIE explica que el auge de la construcción de plantas eléctricas de carbón se ha visto estimulada por el aumento de las finanzas y ayuda inmediata de las autoridades locales.
Las empresas mineras y de transporte se están diversificando hacia la construcción de estas plantas.
En su primera revisión global de inversión de energía, la AIE concluyó que en líneas generales el sistema energético se está inclinando hacia opciones más eficientes, pero la inversión en tecnologías clave de energías limpias debe ser triplicado si quiere cumplir con los objetivos acordados en la Cumbre de París.
BBC
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