Es fácil, al menos superficialmente, el confundir la “psicopatía”, “la falta de sentimientos”, “la frialdad emocional” y “la incapacidad de sentir remordimientos” con algunos de los síntomas del Síndrome de Asperger. Muchos se han preguntado acerca del uso de la palabra “Psicopatía” en el artículo original de Hans Asperger: “Psicopatía Autista”. Pero es importante recordar que la “psicopatía” en literatura antigua era más o menos sinónimo del concepto actual de “Trastorno de la Personalidad”.
A diferencia de los psicópatas, las personas con Síndrome de Asperger pueden sentir remordimientos. Sin embargo, les puede ser muy difícil admitir haber cometido un error, y la sensación de estar equivocados puede ser fuertemente resistida, ya sea en su fuero interno o en la interacción con otras personas. Las personas con Síndrome de Asperger son percibidas a menudo por los demás como “sabelotodos”, lo cual es difícil para los psicópatas, que prefieren manipular su entorno y parecer estar de acuerdo en todo con los demás con tal de salirse con la suya.
Las personas con Síndrome de Asperger rara vez premeditan sus acciones para su conveniencia, por el contrario, las personas con Síndrome de Asperger suelen obstinadamente defender su posición que socialmente puede ser inaceptable, la cual los pone socialmente en contra y en desventaja. Las personas con Síndrome de Asperger en su mejor momento prefieren relacionarse uno a uno con los demás, mientras que los psicópatas prefieren los grupos en los cuales están en condiciones de ventaja para manipular a los demás. Las personas con Síndrome de Asperger pueden parecer impasibles ante el sufrimiento de los que están cerca de ellos, pero pueden estar profundamente involucrados en las cuestiones éticas, morales y filosóficas. En el trabajo o en la política, pueden estar luchando por una buena causa, algo que sería improbable, si no imposible en los psicópatas (a menos que sea en vistas de alcanzar un logro personal, ya sea económico o social).
Un psicópata puede ser considerado encantador por otras personas. Sin embargo, también pueden ser visto como aterradores, dominantes y manipuladores. En definitiva, es muy difícil que sean percibidos como raros, locos, extraños, o excéntricos. Por el contrario en el caso del síndrome de Asperger, por lo general es la primera impresión que viene a la mente cuando se trata de describir las características de una persona afectada. Algunos son descritos como insoportables, pedantes, arrogantes, distantes, condescendientes y difíciles para relacionarse. Otros son reconocidos como ingenuos, bobos, desorientados, crédulos y manipulables. Ninguna de estas características son aplicables cuando se habla de un psicópata.
Un psicópata “real”, muy bien puede fingir la capacidad de empatía, al menos si la empatía es vista como el equivalente de la capacidad de mentalización, o en la teoría de la mente. El problema con los psicópatas es que esta capacidad de comprender los pensamientos y sentimientos de otras personas no se utiliza de una manera cariñosa, compasiva, sino sólo como un medio para controlar a los demás y obtener beneficios personales.
De vez en cuando, uno puede encontrarse con individuos con Asperger que parecen despiadados, calculadores, manipuladores y fríos – aunque en este caso, el “arte” de la manipulación es torpe, infantil y casi cómico. Pueden tener dificultades para separar la fantasía de la realidad, e incapaces de entender los sentimientos y creencias de otras personas – dicen interminables mentiras o juegan tantos papeles que tienen dificultades para mantener un seguimiento de ellos. A menudo carecen de tacto o sentido común, y dicen brutalidades a otras personas, sin aparentemente entender que esas personas pueden percibir sus comentarios u observaciones de manera negativa.
Los actos Antisociales – en el sentido psiquiátrico de la palabra, es decir, el romper las leyes sociales en formas que se consideran “criminales” – no son frecuente en las personas dentro del espectro autista. Sin embargo, algunos individuos con Síndrome de Asperger, en su búsqueda de un interés específico o en el curso de un ritual particular, pueden cometer delitos. Por el contrario, entre los delincuentes condenados por delitos violentos y en los que se ha llevado a cabo una evaluación psiquiátrica forense, es muy rearo encontrar personas dentro del espectro autista. Los actos violentos o bizarros raramente son cometidos por personas con trastornos del espectro autista. Una excepción fue hace años el asesinato de personas inocentes en una institución por alguien con el Síndrome de Asperger, que muchos años antes se había sentido intimidado por personas completamente diferentes, pero en esa misma institución. Hay una necesidad de que los psiquiatras forenses se mantengan al tanto de la nueva información en este campo.
Las personas con Síndrome de Asperger son ‘antisociales’ de otras maneras; tal comportamiento es parte del cuadro clínico. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, a menudo hay un rígido apego a las reglas, y cualquier actividad ilegal sería impensable. La violencia física es completamente repugnante para la mayoría de ellos. Por lo tanto, a pesar que algunos actos antisociales y criminales han sido cometidos por personas con el Síndrome de Asperger, suelen ser casos muy raros, ya que las personas con trastornos del espectro autista por lo general, no son peligrosas y no suponen ‘una amenaza’ a la sociedad!
A Guide to Asperger Syndrome/Christopher Gillberg/Pags. 52-53
LeonardoAlba9.worldpress.com
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