El ano tiene tantas terminaciones nerviosas como la vagina o el pene y posee la capacidad de producir enorme placer y orgasmos de gran intensidad.
Realizar sexo anal es doloroso, a las mujeres no les gusta y las denigra, sólo lo practican los homosexuales, etc. Estas son algunas de las frases que podemos escuchar o leer cuando nos referimos al sexo anal. La razón de estas afirmaciones deriva del mal entendimiento y la falta de exploración que se tiene del ano. Después del clítoris, el ano es la zona con más terminaciones nerviosas del cuerpo, por lo que es especialmente sensible. De hecho tiene tantas terminaciones nerviosas como la vagina o el pene; la consecuencia es que tiene la capacidad de producir enorme placer y orgasmos de gran intensidad.
Si se realiza adecuadamente, el sexo anal puede ser una práctica sexual muy satisfactoria para el hombre y la mujer.
Las recomendaciones que desde el Instituto de Sexualidad Humana, perteneciente a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana), hacen para practicar el sexo anal de manera correcta son:
- Que la pareja se ponga de acuerdo en querer hacerlo.
- Higienizar el ano previamente. El ano debe estar limpio (agua y jabón es suficiente) y también conviene que lo esté el recto (para lo que se requiere defecar antes de practicar el sexo anal o ponerse un enema de limpieza).
- La relajación es el paso previo e imprescindible para lograr luego la dilatación del ano.
- Usar un lubricante a base de agua.
- El uso del condón es obligatorio en el sexo anal.
- Erotización y juegos previos prolongados.
- Estimular y acariciar el ano para que se relaje y prepararlo para la penetración.
- El proceso de la penetración debe ser muy delicado y suave, evitar las embestidas bruscas.
- Evitar penetrar la vagina o hacer sexo oral al pene mientras se realiza el sexo anal, a menos que se interrumpa la relación y se tomen las medidas de higiene adecuadas.
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