La vida moderna nos ofrece una multiplicidad de ocupaciones. Muchas tienen que ver con el individualismo y con amasar fortunas que a la hora de la verdad no le ayudarán a ser más feliz, por eso le recomendamos regrese a las cosas básicas de la vida. Una de ellas es el sexo. No tenerlo lo puede afectar de las siguiente manera:
1.- Ansiedad. Está comprobado que las personas que no tienen sexo en un periodo de dos semanas sufren de mayores dificultades para poder expresarse en público así como para desahogar y entablar una comunicación positiva con su entorno. El sexo es una forma de comunicación y quien no lo practica tiene menos espacio para liberar endorfinas y oxitocinas, necesarias para que los individuos logren sentirse mucho mejor, afirman los investigadores.
2.- Cáncer de próstata. esto está comprobadísimo por la ciencia pues la salida del esperma a tiempo disminuye los efectos negativos que la retención por mucho tiempo del esperma en la próstata puede ocasionar.
3.- Resfriados y gripe.- Menos sexo puede reducir su exposición a gérmenes, pero también a la estimulación inmunológica que acarrea el sexo. Un estudio realizado por la Universidad Wilkis-Barre de Pensilvania encontró que las personas que admitieron tener sexo una o dos veces por semana también aumentaron en un 30% su inmunoglobulina, necesaria para mantener en buenos términos al sistema inmune.
4.- Infecciónes urinarias
5.- Inseguridad y paranoia. Tener pocas relaciones sexuales con su pareja lo puede llevar a pensar que su esposa o su esposo andan buscando lo que usted no le da en otro sitio. Esto acarrear celos y comportamientos paranoides.
6.- Disfunción eréctil. El pene es un musculo que para estar sano debe estar bien ejercitado sino se atrofia, así que también puede ver el sexo como un buen gimnasio.
7.- Depresión. No solo se trata del esfuerzo físico; se ha comprobado que hay sustancias en el semen como la mlelatonina, seratonina y oxitocina que pueden tener impactos positivos en el animo de las personas que la reciben vía seminal. Esto pudo comprobarse gracia a un estudio que analizó las reacciones de dos parejas. Una usó condón y los niveles de estrés y tristeza aumentaron en comparación con la pareja que no lo usó en el mismo lapso de tiempo.
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