Al menos una vez habrás consultado con Google esta pregunta, y miles de veces con tus amigos, quizá se lo hayas preguntado a tu mejor amiga o simplemente asumiste que con la práctica que los descubrirías. Pero dime ¿encontraste la respuesta a esa pregunta?
Partiendo de que cada mujer es un mundo diferente, con geografías diversas y gustos distintos, ya estamos seguros de que saber qué enloquece a las mujeres en el sexo es una pregunta relativa a cada una de ellas y muy difícil de contestar, pero algún patrón puede que exista.
El diario español El País, realizó un artículo para conocer qué es lo que las vuelve locas en la cama, para ello, entrevistaron a algunos “profesionales del sexo”, entre los que se encontraban un par de gigolós, además de educadores sexuales, y la fuente fidedigna de la noticia: mujeres. Comparando respuestas y buscando coincidencias, estas fueron las conclusiones:
1. Los preliminares
“Es como cuando vas a correr o a hacer ejercicio, cuanto más calentamiento haces, mejor aguantas y entrenas”, opina uno de los encuestados, dedicado al rentable negocio de stripper.
Existen 2 tipos de preliminares, sicológicos y físicos, que realmente vuelven locas a las mujeres. “Ellas son como una máquina que tarda más en encenderse y que necesita más tiempo para empezar a funcionar y rendir al cien por cien”, agrega.
“Es como cuando vas a correr o a hacer ejercicio, cuanto más calentamiento haces, mejor aguantas y entrenas”, opina uno de los encuestados, dedicado al rentable negocio de stripper.
Existen 2 tipos de preliminares, sicológicos y físicos, que realmente vuelven locas a las mujeres. “Ellas son como una máquina que tarda más en encenderse y que necesita más tiempo para empezar a funcionar y rendir al cien por cien”, agrega.
2. El oído
También puede ser un órgano sexual y las palabras un instrumento de excitación. El arma secreta de otro de los encuestados es “tocar, acariciar y sobre todo hablar y susurrar“.
También puede ser un órgano sexual y las palabras un instrumento de excitación. El arma secreta de otro de los encuestados es “tocar, acariciar y sobre todo hablar y susurrar“.
3. Cunnilingus
Según el artículo, el cunnilingus es la prueba de oro para doctorarse en sexología, porque “muchas mujeres no llegan al orgasmo con la penetración, pero casi todas lo consiguen con el sexo oral”. A practicar.
Según el artículo, el cunnilingus es la prueba de oro para doctorarse en sexología, porque “muchas mujeres no llegan al orgasmo con la penetración, pero casi todas lo consiguen con el sexo oral”. A practicar.
4. El ritmo y la destreza
Si eres repetitivo la pierdes, si eres aburrido ya la perdiste. Eso de “ahora una postura, ahora otra” con total frialdad mata todo. “Debería haber un ritmo más envolvente y espontáneo”, señala el artículo. Pero ¿cómo? Pues hay que alternar la ternura con lo salvaje. Y por supuesto, los ritmos lentos con los más rápidos.
Si eres repetitivo la pierdes, si eres aburrido ya la perdiste. Eso de “ahora una postura, ahora otra” con total frialdad mata todo. “Debería haber un ritmo más envolvente y espontáneo”, señala el artículo. Pero ¿cómo? Pues hay que alternar la ternura con lo salvaje. Y por supuesto, los ritmos lentos con los más rápidos.
Ojo, este es un error que siempre cometemos, creemos que “se siente más a mayor velocidad”, pero no siempre es así. “Generalmente las mujeres tienen más placer cuando uno va más lento”, puntualiza uno de los entrevistados.
5. Mírala a los ojos
La mirada es muy importante para las mujeres. “No solo porque nos sentimos más sensuales, sino porque necesitamos “saber” que él está ahí con nosotras”, afirma una experta en sexualidad. Se trata de aprender a comunicarnos con la mirada, “que en este momento somos ‘nosotros dos’, absolutamente conectados el uno con el otro”.
La mirada es muy importante para las mujeres. “No solo porque nos sentimos más sensuales, sino porque necesitamos “saber” que él está ahí con nosotras”, afirma una experta en sexualidad. Se trata de aprender a comunicarnos con la mirada, “que en este momento somos ‘nosotros dos’, absolutamente conectados el uno con el otro”.
6. Hacer el amor
“A no ser que estemos en una relación pasajera o de sexo salvaje, “HACER EL AMOR” con mayúsculas es vital”, afirma Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Hacer el amor trasciende lo meramente físico, y el placer es pleno: corporal, emocional y espiritual.
“A no ser que estemos en una relación pasajera o de sexo salvaje, “HACER EL AMOR” con mayúsculas es vital”, afirma Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Hacer el amor trasciende lo meramente físico, y el placer es pleno: corporal, emocional y espiritual.
Muchas veces nos preocupamos más en el desempeño y nos perdemos el disfrutar de un beso con sabor bellos momentos, una caricia que tatúa emociones o una mirada con esos ojitos brillosos que te enamoraron de ella. Más atentos amigos míos.
7. Que su placer sea tu placer
Según un estudio del Instituto Kinsey, los hombres más felices son aquéllos que le dan importancia a los orgasmos de sus parejas. Como hemos repetido muchas veces y lo seguiremos haciendo: “Si ella es feliz, tú también lo serás”.
Según un estudio del Instituto Kinsey, los hombres más felices son aquéllos que le dan importancia a los orgasmos de sus parejas. Como hemos repetido muchas veces y lo seguiremos haciendo: “Si ella es feliz, tú también lo serás”.
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