Que el pedal embrague está condenado a desaparecer es algo que tenemos ya asumido, algo lógico teniendo en cuenta la evolución de los cambios automáticos, ya sean por convertidor de par o los más sofisticados cambios de doble embrague. Pero hoy nos hemos encontrado con Dan Dorsch y su diseño detransmisión para vehículos híbridos que no necesita de embragues y que ha sido premiado con los 15.000 $ del prestigioso premio Lemelson-MIT otorgado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, pero…¿Cómo este estudiante de 26 años del MIT ha revolucionado el diseño de las cajas de cambios él solito?
Dorsch ha ideado un sistema donde desaparecen, literalmente, los embragues a pesar de contar con diferentes relaciones de transmisión. Esta caja de cambios emplearía dos motores eléctricos y un motor de combustión interna, ofreciendo así un conjunto de propulsión híbrida. La idea del diseño de Dorsch es ofrecer un resultado mucho más eficiente que los diseños híbridos que emplean transmisiones de doble embrague o convertidor de par, pero al mismo tiempo ofrecer un mejor rendimiento que los eficientes sistemas por variador continuo empleados por marcas como Toyota y Lexus.
Este estudiante del MIT ha conseguido lo que hasta ahora era imposible, unir lo mejor de dos mundos. Aunque hablamos de un prototipo, la idea es válida para llevar a cabo un diseño final que pueda ser ya instalado en un vehículo. Hay ciertas mejoras que pueden aplicarse, pero la idea está totalmente desarrollada para pasar a producción, tanto que el propio Dorsch ya ha confirmado estar colaborando con una gran fabricante de coches deportivos para llevar a la calle su sistema de propulsión híbrida.
A pesar de prescindir de embragues, este diseño consigue cambios de marcha sin interrupción del par. Un fabricante de deportivos ya se ha interesado en este diseño.
¿Y cómo funciona el diseño sin embragues de Dorsch? Partiendo de las ventajas que ofrece un motor eléctrico en tanto a la disponibilidad de par instantánea y la no necesidad de mantener girando constantemente el motor eléctrico para su funcionamiento, Dorsch ha integrado dos motores eléctricos paralelos, uno de gran tamaño para actuar como impulsor, y otro más reducido para asumir el movimiento de los engranajes mientras se produce el cambio de relación. La complejidad del sistema se encuentra en la electrónica, que ha de controlar el funcionamiento de cada motor eléctrico para realizar una transición rápida y que permita igualar el régimen de revoluciones de motor y cambio para sincronizar engranajes y así no necesitar embragues que desconecten el sistema. Hasta cierto punto, el sistema nos recuerda que al diseño Vocis e-DCT, que después probó Oerlikon Graziano para su uso en deportivos.
Este diseño permitirá no sólo ofrecer un funcionamiento sin interrupciones en la entrega de par, ya que siempre habrá un motor eléctrico funcionando, sino que además elimina las pérdidas por fricción que supone integrar un embrague. Del mismo modo se consigue un importante ahorro de peso y reducción en la complejidad mecánica del sistema al eliminar elementos de desgaste, fluidos y piezas móviles.
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