Cráteres gigantescos que aparecen de la nada, una sima de medio siglo que los locales llaman “la puerta al mundo subterráneo” y ahora estas burbujas bajo la tundra helada. En un video publicado hoy por el Siberian Times, los investigadores Alexander Sokolov y Dorothee Ehrich muestran la fascinante flexibilidad del suelo ejerciendo un poco de presión con el pie:
Al pincharlas, las burbujas liberan gas metano y dióxido de carbono. Todavía no está claro cómo se forman ampollas de gas en el suelo de una isla siberiana, pero podemos sospechar que la inusual temperatura del ártico —10º C por encima de lo normal— ha tenido algo que ver.
A medida que las altas temperaturas funden el manto de hielo, los gases subterráneos consiguen escapar a la superficie. Si estos gases se acumulan, pueden provocar una explosión: se cree que una concentración de metano superior al 9,5% fue la causa de los cráteres que aparecieron en Siberia.
Hayan o no explosiones de por medio, el metano es un potente gas de efecto invernadero. Cuando se libera y llega a la atmósfera, se convierte en un problema para todos. [Motherboard]
No hay comentarios:
Publicar un comentario