martes, 20 de octubre de 2015

Nueva terapia consigue que las células del cáncer se maten entre ellas

Los investigadores han encontrado una forma de transformar las células tumorales en sanas con instinto asesino

Terapia fratricida para las células del cáncer


Un equipo del Instituto de Investigación Scripps de La Jolla (EE.UU.) han identificado una manera de transformar las células de leucemia en células inmunes capaces de eliminar la leucemia. El hallazgo podría conducir a una nueva y potente terapia para la leucemia y posiblemente otros tipos de cáncer.
«Es un enfoque totalmente nuevo para el cáncer y estamos trabajando para probarlo en humanos tan pronto como sea posible», afirma Richard Lerner. Los hallazgos se publican en «The Proceedings of the National Academy of Sciences».
El laboratorio de Lerner ha sido pionero en técnicas para generar y cribar enormes bibliotecas de anticuerpos (moléculas del sistema inmune), utilizando el poder de grandes números para encontrar anticuerpos terapéuticos que se unan a un objetivo deseado o activan un receptor deseado en las células.
Recientemente, trabajó para identificar terapias para las personas con ciertas células inmunes o deficiencias de factores de la sangre, mediante la búsqueda de anticuerpos que activan los receptores del factor de crecimiento en células de la médula ósea inmaduras que pueden inducir estas células de médula ósea a madurar en tipos de células sanguíneas específicas, y en los últimos años, han logrado identificar una serie de anticuerpos que activan receptores de células de la médula.

Anticuerpos

Ahora han visto que algunos de estos anticuerpos activadores del receptor tiene efectos inesperados sobre las células de la médula, haciendo que maduren en radicalmente diferentes tipos de células, como las células neuronales. El descubrimiento llevó al equipo a preguntarse si también podrían utilizar este método para convertir células de la médula cancerosas en células no tumorales.
Para averiguarlo han testado 20 de sus anticuerpos del activadores de receptores contra células de leucemia mieloide aguda de pacientes humanos. Uno de estos anticuerpos resultó tener un impacto extraordinario en las células de la leucemia mieloide aguda.
Un elevado porcentaje de células de leucemia mieloide aguda expresan el receptor de trombopoyetina (TPO) y el anticuerpo eficaz era un activador muy potente y selectivo de este receptor en células de la médula. Cuando se aplicó el anticuerpo a células de la médula inmaduras sanas, las hizo madurar y convertirse en células sanguíneas productoras de plaquetas. Sin embargo, cuando se aplicó el anticuerpo a células de leucemia mieloide aguda, maduraron en muy diferentes células conocidas como células dendríticas, células clave de apoyo al sistema inmunológico.
Por sí mismo, esta podría ser una estrategia terapéutica valiosa pero el equipo de Lerner vio que con exposiciones más largas a los anticuerpos y algunas otras condiciones de laboratorio, las células dendríticas inducidas se desarrollaron más en células que se parecían mucho a las células asesinas naturales (NK, por sus siglas en inglés).
Las células NK representan una de las fuerzas de rápida reacción del sistema inmunológico y pueden ser eficaces contra los virus y bacterias -y las células cancerosas- incluso sin exposición previa. Estas células no tienen receptores altamente específicos para el reconocimiento de objetivos individuales, como las células T, sino que son capaces de detectar, de manera general, cuándo una célula cercana está infectada o es cancerosa.
«Ese anticuerpo podría haber convertido las células de leucemia mieloide aguda en una gran cantidad de otros tipos de células, pero de alguna manera tuvimos la suerte de conseguir células NK», resalta Lerner.

Cáncer de mama

En las pruebas de laboratorio, un pequeño número de estas células NK acabaron con cerca del 15% de la población de células de la leucemia mieloide aguda circundantes en sólo 24 horas. Curiosamente, el efecto asesino del cáncer de las células NK inducidas pareció ser puramente fratricida. Los investigadores encontraron que las células de cáncer de mama no relacionado no mueren en grandes números en presencia de las células NK.
Este tipo de terapias fratricidas, según Lerner, tendrían varias ventajas potenciales. En primer lugar, especialmente si son anticuerpos, podrían ser clínicamente útiles con poca o ninguna modificación adicional. Además, su alta especificidad para sus receptores diana y la especificidad de las células NK resultantes para las células de cáncer relacionadas deberían reducir la probabilidad de efectos secundarios adversos, posiblemente haciéndolos mucho más tolerables que las quimioterapias tradicionales contra el cáncer.
Por último, la dinámica peculiar de la terapia fraticida, en la que cada célula cancerosa es potencialmente convertible en una célula NK que mata el cáncer, sugiere que si la estrategia funciona, podría no sólo reducir la población de células que se dirigen contra el cáncer en un paciente, sino eliminarlo por completo.

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