En Mannheim, Alemania, se va a construir un barrio donde se podrá caminar, correr, pasear, cultivar rosas y conversar con los vecinos, pero no se podrá circular en coche. Y no es que esté prohibido el uso del vehículo, es que no existirán carreteras ni espacios para ellos.
El estudio de arquitectura holandés MVRDV y la inmobiliaria alemanaTraumhaus, especializada en la construcción de viviendas prefabricadas de alta calidad, se han asociado y han ganado el concurso para la remodelación de los 27.000 m2 que ocupan actualmente unos antiguos barracones estadounidenses y construir un nuevo barrio de viviendas. El proyecto recibe el nombre de Funari Project, uno de los cinco distritos en los que se divide el antiguo cuartel Benjamin Franklin del ejército de EEUU en esa ciudad alemana.
En el modelo planteado por MVRDV no hay calzadas para coches, sino que todo el barrio será zona peatonal, ocupada en su mayor parte por jardines anexos a las viviendas, parques y calles donde los niños podrán jugar tranquilos sin temor a ser atropellados por ningún vehículo. Una red de senderos y caminos conectará calles y accesos a las viviendas. De esta manera, se devuelve la ciudad a sus habitantes. Este modelo de comunidad no solo empodera al peatón, sino que ofrece también un ambiente ecológico y familiar que favorece las relaciones entre vecinos y el poder volver a disfrutar de los espacios públicos.
Los coches quedan relegados a aparcamientos subterráneos, aunque también se han pensado accesos para vehículos de emergencia. Y para que nadie se vea obligado a tener coche por vivir lejos del centro de la ciudad, el nuevo barrio estará perfectamente comunicado mediante transporte público.
Tampoco habrá edificios grises en Mannheim. Huyendo de la estética aburrida de interminables filas de casas y pisos totalmente iguales y sin alma, normalmente de baja calidad, que identifican a la mayor parte de los suburbios, las viviendas aquí serán coloridas y adaptadas a las necesidades habitacionales de sus vecinos. Viviendas familiares, para solteros, para estudiantes y para gente mayor, en función de su estilo de vida. La idea que subyace es fomentar la diversidad poblacional y evitar la gentrificación y el aislamiento.
Cada casa tendrá su propio jardín, pensado como una prolongación de los parques y zonas verdes que las rodearán y que cada familia y vecino podrá customizar a su gusto.
Los diseñadores de este nuevo barrio de Mannheim esperan con ello cambiar el concepto que se tiene de residir en los suburbios y esperan que sirva de modelo para otras comunidades. Ojalá cunda el ejemplo.
MaríÁngeles García / Yorokubu
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